Época: Nuevas fronteras cri
Inicio: Año 1000
Fin: Año 1089

Antecedente:
Península Balcánica



Comentario

En el año 1000, la costa dálmata había quedado sometida al control de Venecia y después de la destrucción del primer Imperio búlgaro, en 1018, Croacia había pasado a la autoridad de Bizancio. Sin embargo, la restauración no tardaría en llegar con Kressimir IV (1068-1074), verdadero fundador del reino de Croacia y Dalmacia, al realizar el ideal de su pueblo, la reunificación de todas las tierras, incluidas las islas, comprendidas entre el Neretva, el Bosna y el Drave. Kressimir consiguió imponer una administración común, pero no logró resolver la difícil cuestión religiosa. El Estado croata, geográficamente, se había levantado en la confluencia de las dos iglesias, latina y griega, representadas por los obispados de Split y Nin, respectivamente. La lucha era antigua, pero ahora se replanteaba de forma más violenta debido al Cisma de 1054.
Con Dimitri Zvonimir (1076-1089) prosiguió el ascenso político y triunfó el partido latino. Gregorio VII, a cambio de su fidelidad y de una contribución anual, le remitió las insignias reales. Pero este reino, firmemente ligado ya a Roma, no tardaría en ser anexionado por Hungría. El rey Colomán I unió dinásticamente Croacia y Hungría. La unión convirtió a la primera en una marca defensiva de la segunda frente a Bizancio y los otros pueblos balcánicos. Además selló el triunfo del movimiento occidentalista en Croacia y su definitiva separación de los eslavos del sur.