Comentario
El trigo y el molino
En la historia tratamos del pan que los indios comen ordinaria y generalmente; en esta tierra multiplica mucho, y algún grano echa seiscientos; lo comen verde, crudo, cocido y asado; en grano y amasado. Es ligero de criar, y sirve también de vino; y así, nunca lo dejarán, aunque hay más trigo. Del meollo de las cañas del centli o tlautli, que otros llaman maíz, hacen imágenes, que siendo grandes, pesan poco. Un negro de Cortés, que se llamaba, según creo, Juan Garrido, sembró en un huerto tres granos de trigo que halló en un saco de arroz; nacieron dos de ellos, y uno tuvo ciento ochenta granos. Volvieron luego a sembrar aquellos granos, y poco a poco hay infinidad de trigo: da uno ciento, trescientos, y aún más lo de regadío y puesto a mano; siembran uno, siegan otro, y otro está verde, y todo a un mismo tiempo; y así, hay muchas recogidas al año. A un negro y esclavo se debe tanto bien. No se da ni da tanto la cebada, que yo sepa. Cuando en México hicieron molino de agua, que antes no lo había, tuvieron gran fiesta los españoles y aun los indios, especialmente las mujeres, que les era principio de mucho descanso; mas empero un mexicano hizo mucha burla de tal ingenio, diciendo que haría holgazanes a los hombres e iguales, pues no se sabría quién fuese amo ni quién mozo, y hasta dijo que los necios nacían para servir, y los sabios para mandar y disfrutar.