Comentario
El pajarito vicicilin
La mejor ave para carne que hay en Nueva España son los gallipavos; los quise llamar así por cuanto tiene mucho de pavón y mucho de gallo. Tienen grandes barbas o paperas, que se mudan de muchos colores; se cogen aunque los tengan en las manos; mansedumbre o apetito grande; todos las conocen, no hay qué decir. No había de nuestras gallinas; hay ahora tantas, que llevan a un solo mercado ocho mil de ellas a vender. El año 39 les dio un mal que se murieron súbitamente casi todas; casa hubo donde murieron mil, sin contar doscientos capones. El pájaro más extraño es el vicicilin, el cual no tiene más cuerpo que el abejón, pico largo y delgado. Se mantiene del rocío, miel y licor de las flores, sin posarse sobre la rosa; la pluma es menuda, linda y de muchos colores; la estiman mucho para bordar con oro, especialmente la del pecho y pescuezo; muere o se adormece por octubre, asido de una ramita con las patas, en lugar abrigado; despierta o revive por abril, cuando hay muchas flores, y por eso lo llaman el resucitado, y por ser tan maravilloso hablo de él.