Comentario
Capítulo XXVII
De Mama Ocllo Coya, la mujer de Tupa Ynga Yupanqui
Mama Ocllo, que por otro nombre fue llamada Tocta Cuca, mujer del valeroso Tupa Ynga Yupanqui y madre de Huayna Capac, su sucesor, fue hija de Mama Ana Huarque Coya, como está dicho, y dicen fue natural de Chincha, por haber allí nacido. Dicen della haber sido muy hermosa y discreta y mujer de gran consejo y prudencia y sobre todo clementísima, lo cual se mostró muy bien, como dijimos en el capítulo precedente, que lo que no pudiera acabar nadie en todo el reino con su marido Tupa Ynga Yupanqui lo acabó y alcanzó ella, y por su respeto y ruego hizo el perdón general de los yanayacos.
Hizo su marido por amor della un templo famosísimo en la fortaleza de la ciudad del Cuzco, con infinidad de puertas y una entrada labrada diabólicamente, que era una boca de serpiente que causaba a quien la miraba espanto, y por ella entraban e iban por debajo de la tierra al templo y casa del Sol, llamado Curicancha, la cual puerta se entiende al presente, a lo que dicen algunos indios viejos, que está en una cueva que ahora se llama la Chingana, que significa cosa donde se pierden. En este templo de la fortaleza residió mucho tiempo esta Coya cuando su marido Tupa Ynga Yupanqui fue a las guerras y conquistas. Asistían con ella más de cinco mil indios e indias de sus criados, que las servían y todos dormían dentro y comían a su costa, porque era riquísima. Tenía muchos pueblos para su fábrica y reparo deste Templo, fuera del cual y enfrente de la Puerta Principal, estaba un osario de cabezas de indios puestas con mucha orden, que dicen llegaba el número a ciento y cincuenta mil cabezas en las vigas y gradas, sin las de las torres, que no se pudieron contar.
Decían los indios que asistían en el templo de Mama Ocllo unos cuentos y fabulosas [cosas] notables: que desde la creación del mundo hasta este tiempo habían pasado cuatro soles sin éste que al presente nos alumbra. El primero se perdió por agua, el segundo cayendo el cielo sobre la tierra y que entonces mató a los gigantes que había y que los huesos que los españoles han hallado cavando en diferentes partes son dellos, por cuya medida y proporción parecen haber sido aquellos hombres de estatura de más de veinte palmos. El tercer sol dicen que faltó por fuego. El cuarto que por aire. Deste quinto sol tenían gran cuenta y lo tenían pintado y señalado en el templo de Curicancha y puesto en sus quipos hasta el año de 1554. No es de espantar que gente sin luz de fe errase tan notablemente, pues de otras naciones más sabias y políticas se leen mayores disparates. De esta Coya fue hijo Huayna Capac Ausi Topa Yauqui Toma y una hija llamada Rahua Ocllo y por otro nombre Pilli Coaco Coya, que fue mujer de Huayna Capac.