Comentario
Capítulo XXVIII
De la villa de Oropesa y Canata, en el valle de Cochapampa
Este valle está en el distrito y jurisdicción de la ciudad de la Plata, cuarenta y ocho leguas della. Es el más rico y fértil y lleno de bastimentos de cuantos se conocen desde Lima a Tucumán y, si no fuera el socorro que le da a Potosí, Horuro, Chuquiabo y la provincia del Collao, fuera imposible sustentarse en ellos, ni tener lo necesario tanta multitud de gente como encierran en sí. El nombre de Cochapampa túvole en tiempo de los yngas, y dióselo Huaina Capac porque habiendo estado algún tiempo entretenido en aquel memorable edificio de Tiaihuanaco, visitando la provincia de los Charcas, para ponerla en orden y concierto, y llegó al valle de Cochapampa y, para atravesar el valle, había una laguna grandísima que casi cerraba el camino (ellos la llaman Cocha), y Huayna Capac, no queriendo rodear ni torcer el camino, mandó se secase luego, y sus capitanes de aquel infinito ejército, oído y sabido su gusto, dieron orden por todas las compañías que se juntasen cada indio e india con un cántaro, para que la secasen; lo cual hizo aquel gentío sin dilación. Puestos alrededor de la laguna con sus cántaros, fue tanta la priesa, que en menos de seis horas secaron la laguna sin que en ella quedase gota de agua y, como tuviesen los cántaros llenos de agua, un orejón principal se llegó al Ynga y le preguntó que qué harían del agua, y él mandó buscasen alguna quebrada donde la echasen. El orejón a poco trecho la halló, y todo el ejército junto fue y la vertía, tornando a hacerse una espaciosa laguna, la cual duró algunos días, que se fue consumiendo, como era lugar seco y arenoso. La laguna que habían agotado, la allanaron e hicieron en ella una plaza ancha y llana, y por eso fue llamado Cocha Pampa, donde los españoles poblaron una villa muy rica, a cusa de que está rodeada ella, y lleno su distrito de extendidísimas y grandes chácaras que, sin duda, en fertilidad y grosedad de tierra no debe nada a la celebrada Sicilia, antiguo granero de los romanos, porque refiere haber acontecido, de un almud de trigo haberse cogido cuatrocientas hanegas, y al presente se cojen más de ducientas. Tiene muchas crías de ganados, vacas, ovejas, caballos, cabras, asnos, mulas, y las chácaras y heredades están pobladas de indios que dicen yanaconas, los cuales viven allí con mucha libertad. Es de lindo temple y recreación. Hay conventos de religiosos de todas órdenes. Hubo allí antiguamente una cría de ganado reservado y consagrado al Sol, y otro para tener carne en tiempo de las guerras. Esta villa, como dije al principio, da bastimento y comidas a las partes referidas suficientísimamente, porque son grandes las recuas y carneros que della salen todos los días, cargados de trigo, harina, maíz y carnes.