Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA DE LOS REINOS DE CHILE



Comentario

CRÓNICA Y RELACIÓN COPIOSA
Y VERDADERA DE LOS REINOS DE CHILE



Hecha por Jerónimo de Vivar, natural

de la ciudad de Burgos.

Acabada el catorce de diciembre de mil

quinientos cincuenta y ocho años.

[DEDICATORIA]

Muy alto y muy Serenísmo Señor

Carlos, príncipe de las Españas,

hijo del muy alto y poderoso

señor don Felipe, rey de las Españas

y muy alto y muy Serenísimo señor:

Habiendo pasado a estas nuevas regiones de Indias, y como en ellas hubiese y aconteciesen cosas dignas de perpetua memoria, vilas no tener en el grado que se deben tener, y los casos acontecidos que cada un día acontecían vilos quedar en olvido, e los españoles, hijos de nuestra España, su inclinación es en supremo grado, y su intento tal, que se inclina más. Es tanta su valerosidad que en todos los negocios que emprenden procuran subir a más y valer más.

Y hallándome en estas provincias de Chile en su descubrimiento y conquista y población y sustentación, con don Pedro de Valdivia, vasallo y servidor a la Corona real de España, al cual servicio fue muy aficionado como caballero que representaba la persona real, le seguí y aún le serví hasta lo último de sus días. Y viendo que pasaban cosas dignas de perpetua memoria, y porque no quedasen en el olvido que otras suelen quedar, acordé de ponerlas en el registro, para hacer a Vuestra Alteza con ello algún pequeño servicio, porque tendré por cierto Vuestra Alteza lo recibirá con la voluntad con que le ofrezco esta relación y crónica, que tratará de los hechos de don Pedro de Valdivia, vuestro gobernador que fue, y de los españoles que con él vinieron de nuestra España, en el cual descubrimiento y conquista y población le siguieron. Y en ella contaré los trabajos, cansancios, hambres y fríos, que en la sustentación se pasó y de lo más importante de ello.

Serenísimo Señor, he hecho y recopilado esta relación de lo que yo por mis ojos vi y por mis pies anduve y con la voluntad seguí, para que los que leyeren u oyeren esta relación se animen a semejantes descubrimientos, entradas y conquistas y poblaciones, y en ellas empleen sus ánimos y esfuerzos en servicio de sus príncipes y señores, como este don Pedro de Valdivia lo hizo.

No tuviera atrevimiento a la contrariedad del mundo y a sus varios juicios, mas con la esperanza y favor de vuestra Alteza, que como cosa suya la ampara, de tal suerte que ose libremente andar por el mundo. Porque muchos que han escrito y escriben, buscan señores elegir sus obras, y para elegir ésta hallé a Vuestra Alteza, que es el mayor príncipe del mundo, al cual suplico perdone mi atrevimiento, porque parecer ante tan gran príncipe, y para ir cumplida de vocablos semejante lectura, habíala de escribir un tal hombre como Tolomeo o Tito Livo o Valerio u otro de los grandes escritores. Mas a mí me basta el favor de habella elegido al más alto y mayor príncipe del mundo. Puesto que los sabios me ayudarán en todo, de las demás lenguas no temo, y si alguna falta hubiere, a los lectores suplico benignamente no me lo atribuyan sino al fin de que yo lo hice. Y estoy confiado, como ciertamente me confío, que en todo seré creído, y porque no me alargaré más de lo que ví, y por información cierta de personas de crédito me informé, y por relación cierta alcancé de lo que yo no viese.