Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA DE LOS REINOS DE CHILE



Comentario

Capítulo XIX


Que trata del valle del Guasco y de las cosas que tiene y de los indios y sus costumbres

Del valle de Copiapó hasta el valle del Guasco hay treinta leguas. Es del temple de Copiapó. Pasa por él un río mayor que el de Copiapó. Es valle más ancho. De que entra en la mar el río va recogiendo e tiene poco ancho el valle. Tenía este valle en esta sazón ochocientos indios. Había en él dos señores que se llamaban Sangotay, éste era el principal señor.

Hay los árboles que en el Copiapó tengo dicho, que es algarrobos y chañares e salces e de aquellos cardones.

Fueron conquistados de los ingas. Andan bien vestidos de lana y de algodón, aunque no se coge mucho. Y hasta este valle es la tierra que no llueve de la constelación que es desde Tumbes, como tengo dicho. Cójese maíz e frísoles e quinoa y zapallos, que es una manera de calabazas salvo ser redondas y grandes; son verdes e amarillos cuando están maduros, hacen corteza e tiénense todo el año en casa; es buen mantenimiento. Cójese ají. Por las acequias hay hierbas de nuestra España que son cerrajas e apio y hierba mora y llantén e verbena y de otras maneras de hierbas.

Estos indios difieren de la lengua de Copiapó como vizcaínos e navarros. Sus armas son flechas e las galgas que tengo dicho, aunque estas galgas son generales entre todas las naciones de los indios.

No tienen ídolos ni casa de adoración. Los ritos y ceremonias de estos indios son los de Copiapó. Es gente de buen cuerpo e belicosos y ellas de buen parecer. Sus fiestas y regocijos es juntarse, e allí beben del vino que hacen arteficial del algarroba y maíz, y allí se embriagan. No lo tienen por deshonra. Es general.