Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA DE LOS REINOS DE CHILE



Comentario

Capítulo LXII


Que trata de cómo el general Pedro de Valdivia pobló una villa entre la ciudad de Santiago y el valle de Copiapó en el valle de Coquimbo

Al principio de la primavera en este año de mil y quinientos y cuarenta y cinco en el mes de agosto, viendo el general que desde la ciudad de Santiago hasta el valle de Copiapó había ciento y veinte leguas, y en medio de ellas que están los valles arriba dichos, viendo que era cosa conveniente poblar allí un pueblo de españoles, a causa de resultar de ello mucho provecho y muchos buenos efectos, el primero y más notable, tener pueblo allí junto al puerto, donde los navíos viniesen seguros a tomar escala del Pirú a esta gobernación y reino de Chile. Y sabiendo que hay puerto y pueden seguramente venir los navíos, no saldrían en toda la navegación y viaje a tomar agua ni otra cosa en acatamiento, ni en su tierra ni en tierra de Copiapó, ni habría sucediente tanto peligro como cada día había con muertes de españoles, y ansí mesmo no padecerían hambre ni sed los navegantes.

La otra causa es que estando allí poblados y echo aquel pueblo, todos los indios que a la ciudad de Santiago sirven, servirían seguros. Y la tercera causa es que los indios de aquellos valles, por ser tierra apartada de la ciudad de Santiago y fragosa, no servían, y poblando allí vendrían a servir y los atraerían al verdadero camino de su salvación y los tratarían moderadamente, no como a bestias sino como hombres y criaturas que Dios nuestro Señor crió, y que se traten no como sus merecimientos y obras lo merecen, sino como nosotros los españoles debemos, que es con amor y buenas obras, y como se les pegue buena doctrina y deprendan alguna buena obra y policia.

Pues para poblar esta villa mandó el general a un capitán que se decía Joan Bohón con treinta de a caballo, y de éstos eran los diez, vecinos a los cuales encomendó indios y mandó dar chácaras y solares. No hicimos vecinos porque no había ni parecían más indios, que para hacer mal siempre hay cantidad. Y para que quedasen con más seguridad, mandó quedasen otros diez de a caballo sin darles indios, a los cuales les dio caballos e armas y otras cosas necesarias porque entendiesen en la

sustentación de aquella villa, a la cual puso por nombre la Serena. Poblóse en el valle de Coquimbo.