Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA DE LOS REINOS DE CHILE



Comentario

Capítulo CVII


Que trata de cómo salió el gobernador de la ciudad de la Concepción para la Imperial y de lo que hizo

Despachado el mensajero para el capitán Villagran, se partió el gobernador para la ciudad Imperial a seis días andados del mes de octubre del año de mil quinientos y cincuenta y un años. Llegado que fue a la Imperial no estuvo allí más de ocho días, y luego salió con ochenta hombres adelante a descubrir, hasta en tanto que Francisco de Villagran llegase con la gente, y que aquel verano poblaría dos ciudades.

Pasamos el río de Cautén y caminamos hacia la cordillera y dimos en una alaguna muy grande. De esta alaguna procede el río de Toltén, y está una isla en medio de esta alaguna muy poblada de gente, donde salieron en canoas a nosotros. Aquí vio el gobernador un asiento donde poblar una villa, diez y seis leguas de la mar y catorce de la ciudad Imperial. Y de aquí dimos vuelta hasta la costa y asentamos en un valle que se dice Marequina, muy poblado. Y de aquí hizo mensajeros el gobernador a todos los señores de aquella provincia, dándoles a entender a lo que venían, que viniese de paz a le servir.

Estando aquí el gobernador, llegó Francisco de Villagran con doce hombres. Fue del gobernador bien recebido. Luego le mandó volver a la ciudad Imperial y que de allí despachase a la ciudad de Santiago a la gente, que viniesen los que quisiesen donde él estaba, y con los que pudiese traerse volviese, porque él se partiría de allí luego a descubrir adelante, y que donde hallase buen asiento para poblar una ciudad, poblaría. Luego se partió el capitán Villagran a la Imperial, y luego de allí a ocho días se partió el gobernador adelante, y llegamos a un río muy caudaloso y manso. Y pasados a la otra parte, en un llano asentó el gobernador su campo.

Luego envió al general Gerónimo de Alderete en unas canoas con diez y seis españoles fuese hasta la mar y mirase si hacía puerto aquel río. El cual fue y halló un puerto muy bueno y una bahía muy grande, el cual oí yo a muchos hombres de la mar que allí iban, que aunque habían andado en muchas partes en España y en las Indias, que no habían visto tan buen puerto. Vuelto Gerónimo de Alderete dio la nueva al gobernador como había descubierto el puerto.