Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA DE LOS REINOS DE CHILE



Comentario

Capítulo CXLI


Que trata de quién fue el primer obispo electo de Chile y de los templos que hay en esta gobernación y de quién fue el fundador de ellos

La ciudad de Santiago fue poblada el año de mil y quinientos y cuarenta y pareciéndome no dejar de decir cómo se ha aumentado e noblecido desde el año de cuarenta hasta el año de cincuenta y ocho, hase la ciudad noblecido de oficiales, mercaderes y otras personas que en ella se han [a]vecindado. Hay muchos casados e muchas mujeres de Castilla e doncellas. Hay muy buenas casas de teja e ladrillo y cal que en ella se hace.

Hay muy buenos templos, y el primer cura que tuvo cargo de la iglesia mayor de esta ciudad y en ella celebró el culto divino todo este tiempo que tengo dicho, sin llevar interés que Su Majestad manda dar a los tales curas, fue el bachiller Rodrigo Gonzales, natural de Carmona, hombre docto y de buen ejemplo e vida y socorrido. Hizo mucho provecho en esta gobernación. Entró con el gobernador don Pedro de Valdivia cuando vino al descubrimiento y conquista de ella. E de las yeguas y caballos que tengo dicho que metió el bachiller Rodrigo Gonzales, hubo del multiplico más de treinta mil pesos, e todo los gastó en servicio de Su Majestad en la sustentación de esta tierra. E se halló con el gobernador en la población de Valdivia e descubrimiento del lago, donde era su doctrina provechosa para la gente de guerra, que no hiciese daño a los naturales.

E informado Su Majestad de sus servicios y su persona que lo merecía, como vicario general que es de la Santa Madre Iglesia, le nombró por obispo. Envió su provisión y cartas para que asistiese el cargo que Su Majestad le daba. Llegó esta provisión e merced, lunes, a cuatro días del mes de julio de año de mil y quinientos y cincuenta y ocho. Y luego otro día siguiente fue el obispo don Rodrigo González con el licenciado Hernando de Santillán, justicia mayor de esta gobernación por don García Hurtado de Mendoza, gobernador, y fue el Cabildo de esta ciudad y religiosos que en ella había, letrados y predicadores. Y oída misa mayor se leyó la provisión e merced de Su Majestad en presencia de todos, e leída la provisión la tomó el obispo con gran solemnidad y crianza. Hizo las ceremonias que se requieren e se deben hacer y fue recebido por el vicario y curas de la iglesia, y entregáronle las llaves del sagrario. Lo mismo hizo el Cabildo de esta ciudad, teniéndole por obispo electo como Su Majestad le nombraba.

Templos de religiosos hay tres en esta ciudad, y el primero que se fundó fue de la orden del bienaventurado señor San Francisco, y tiene la invocación de nuestra Señora del Socorro. Fundóla el padre fray martín de Robleda, natural de Salamanca. Y el segundo es de la orden mercenarios. Tiene la invocación de Nuestra Señora de la Merced, el cual fundó fray Antonio Correa, de nación portugués. El tercero es de la orden del bienaventurado Santo Domingo. Tienen la invocación de Nuestra Señora del Rosario. Fundóla el padre fray Gil de San Nicolás, natural de la Ciudad Real.

En la ciudad Imperial está fundado otro monasterio de la invocación de Nuestra Señora de la Merced, el cual fundó el padre Diego Rondón. En la ciudad de Valdivia está otro monasterio de la invocación de Nuestra Señora de la Merced, el cual fundó fray Pedro Olmedo. Hacen mucho provecho su doctrina a la conversión de estos naturales. Cuando los españoles entraron en esta tierra había más de veinte y cinco mil indios, e no han quedado en los términos de esta ciudad ni a ellos sirven, sino es nueve mil indios, porque con las guerras pasadas y también el trabajo de las minas ha disminuido su parte.