Comentario
Capítulo onze
De lo que se hazía depués de haver sacado el fuego nuevo
Hecha aquella hoguera grande, según dicho es, de la lumbre nueva, luego los ministros de los ídolos que havían venido de México y de otros pueblos tomavan de aquella lumbre porque allí estavan esperándola, y embiavan por allá los que eran muy ligeros y corredores grandes, y llevávanla en unas teas de pino hechas a manera de hachas. Corrían todos a gran priessa y a porfía para que muy presto se llevasse la lumbre a cualquier pueblo. Los de México, en trayendo aquella lumbre con aquellas teas de pino, luego la llevavan al templo del ídolo de Uitzilopuchtli y poníanla en un candelero hecho de cal y canto, puesto delante del ídolo, y ponían en él mucho encienso de copal. Y de allí tomavan y llevavan al aposento de los sacerdotes que se dizen mexicanos, y después a otros aposentos de los dichos ministros de ídolos, y de allí tomavan y llevavan todos los vezinos de la ciudad. Y era cosa de ver a aquella multitud de gente que venían por la lumbre, y ansí hazían hogueras grandes y muchas en cada barrio, y hazían muy grandes regozijos.
Lo mesmo hazían los otros sacerdotes de otros pueblos, porque llevavan la dicha lumbre muy apriessa y a porfía, porque el que más podía correr que otros, tomava la tea de pino, y ansí muy presto, casi en un momento, llegavan a sus pueblos, y luego venían a tomar todos los vezinos de ella. Y era cosa de ver la muchedumbre de los fuegos en todos los pueblos, que parecía ser de día; y primero se hazían lumbres en las casas donde moravan los dichos ministros de los ídolos.