Comentario
Capítulo quinto
De las personas nobles
El hidalgo tiene padre y madre legítimos, y sale o corresponde a los suyos en gesto o en obras. Y entre los hijos hidalgos hay primogénito, unigénito mayor, y hijo segundo y hijo tercero e hijo postero. Y que hay hijo hidalgo que tiene hermanos abuelos y abuelas. Y hay hidalgos muy queridos, delicados, regalados y servidos.
El buen hidalgo es obediente e imita a sus padres en costumbres, y es recto y justo, prompto y alegre a todas las cosas; figura o traslado de sus antepasados.
El mal hidalgo es alocado, torpe, mal acondicionado, desgraciado, perverso o infernal; deshonra y afrenta de su linage. El que desciende de personas nobles es gentil hombre, maravilloso en sus cosas.
El que desciende de buen linage y bien acondicionado es discreto, y curioso en saber y buscar lo que le conviene, y en todo tiene prudencia y consideración.
El que desciende de buen linage y mal acondicionado es sobervio y codicioso en gran manera, y quiere ser tenido en más que los otros.
La persona noble de buen linage siempre procura de tomar buenos exemplos y sacar buenas costumbres de los buenos.
La noble persona de buen natural es docible y remeda a los buenos y es exemplar.
La persona noble incapaz es escandalosa, dissimulada, alocada, y muy entonada.
La persona noble de buena ralea es elocuente, o humilde en su habla, blando y afable a todos, bien acondicionado y querido de todos. La tal persona es mansa, pacífica y humilde, y tiene buen bonete. Y la que no es tal, digo la que es mala, es desagradescida, sobervia y loca.
La perso[na] de buen solar es de buena condición, de blanda palabra y de buena vida. La tal persona se conduele o se compadece de los trabajos agenos; es muy sosegada en el hablar. Y la que es mala, es parlera, dura en hablar, prolixa y porfiada; al fin, tal que con sus vozes quiere espantar y salir con la suya.
La persona de solar conocido es avisado, bien criado y doctrinado y enseñado. La tal persona amonesta y doctrina a los otros y les da buen exemplo, y es como regla, espejo y lumbre. e guía de todos los de su manera. Y la que es mala, es escandaloso, doblado, reboltoso y sembrador de zizañas, bullicioso y presumptuoso.
La persona de estima tiene modo y medida en todo. La tal persona no se precepita en cosas, sino que las haze con gran tiento; ni es nada necio, antes todo lo inquiere e escudriña y busca los medios convertibles. Y la persona de estima que es mala es indiscreto y habla fuera de propósito, y entremetido en pláticas de otros, sin ser llamado para ello; y tanto habla que no da lugar de hablar a los otros. Al fin, muy curioso de entender lo que se trata entre los otros.
La persona noble que desciende de buenos. La tal persona que es buena es liberal, dadivoso, y mantiene a muchos, y ansí con su largueza recrea a muchos. Y la tal persona mal acondicionada es avarienta, escasa, apretada a los suyos; pero por otra parte para sí es gastadora, amiga de golosinas.
La persona que viene de buen tronco. La tal persona, si es buen acondicionada, ensalça, alaba y encarece las cosas de los otros, hablando bien de ellas. La tal persona mal acondicionada se haze muy generosa, diziendo que trae su origen de los mejores cavalleros, menospreciando, y aun en nada teniendo, a los otros; gloriándose y jactándose de su linaje.
La persona que viene de limpia sangre es mansa y blanda. Y la tal persona consuela, esfuerça de ánimo a los otros y los alivia de los trabajos. Y la que es mal acondicionada es áspera, y de áspera y dura condición; y que mira a otros con ojeriza, y de embidia huélgase de las adversidades agenas; y de enojado arroja por ahí lo que se le ofrece a las manos.
La persona que desciende de buena sangre es buen hijo, noble, generoso, descendiente de buenos nobles e hidalgos. Y la que es mal acondicionada es ingrata a los que le hazen y le hizieron bien; no teniendo memoria de ellos, ándase paseando, gastando su vida en plazeres y deleites. E para hazer bien a sus bienhechores está duro más que la piedra dura y el hierro, aunque para la holgura o pasatiempo es como cera.
La persona notable es hombre cabal, hombre sin malicia, constante en los bueno. Y la tal persona ennoblece, honra y afama a los suyos. Y la que es mala, deshonra y apoca y tiene a todos debaxo de sus pies; es presumptuoso, y menosprecia a todos, glorándose de su linage.