Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA NUEVA ESPAÑA, II



Comentario

Capítulo segundo
De los primeros navíos que aportaron a esta tierra, que según dizen fue Juan de Grijalva

La primera vez que parecieron navíos en la costa de esta Nueva España los capitanes de Motecuçoma, que se llamavan calpisques, que estavan cerca de la costa, luego fueron a ver qué era aquello que venía, que nunca havían visto navíos. Uno de los cuales fue calpisque de Cuextécatl que se llamava Pínotl; llevó consigo otros calpisques: uno que se llamava Yaotzin que residía en el pueblo de Mictlancuauhtla, y otro que se llamava Teocinyócatl que residía en pueblo de Teocinyocan, y otro que se llamava Cuitlalpítoc --éste no era calpixqui, sino criado de uno de estos calpisques y principalejo--, y otro principalejo que se llamava Téntlil. Estos cinco fueron a ver qué cosa era aquello, y llevavan algunas cosas para venderlos, so color de ver qué cosa era aquélla. Y lleváronlos algunas mantas ricas que sólo Motecuçoma las usava; ningún otro tenía licencia de usarlas. Entraron en unas canoas y fueron a los navíos. Dixeron entre sí: "Estamos aquí en guarda de esta costa; conviene que sepamos de cierto qué es esto para que llevemos la nueva cierta a Motecuçoma." Entraron luego en las canoas y començaron a remar hazia los navíos, y como llegaron junto a los navíos y vieron a los españoles, besaron todos las pruas de las canoas en señal de adoración. Pensaron que era dios Quetzalcóatl que bolvía, al cual estavan y están esperando, según parece en la historia de este dios. Luego los españoles los hablaron. Dixeron: "¿Quién sois vosotros? ¿Dónde venís? ¿De dónde sois?" Respondiéronlos los que ivan en las canoas: "Hemos venido de México." Dixéronles los españoles: "Si es verdad que sois mexicanos, dezidnos ¿cómo se llama señor de México?" Ellos les respondieron: "Señores nuestros, llámase Motecuçoma señor de México." Y luego les presentaron todo lo que llevavan. De aquellas mantas ricas que llevavan, unas se llamavan xiuhtlalpilli, otras tecomayo, otras xacoalcuauhyo, otras ecacozcayo, otras tolecyo o amalacayo, otras tezcapucyo. Todas estas maneras de mantas las presentaron al que iva por principal en aquellos navíos, que según dizen era Grijalva, y los españoles dieron a los indios cuentas de vidrio, unas verdes y otras amarillas, y los indios, como las vieron, maravilláronse mucho y huviéronlas en mucho. Y despidiéronse de los indios, diziendo: "Ya nos bolvemos a Castilla, y presto bolveremos y iremos a México."

Los indios se bolvieron a tierra; y luego se partieron para México donde llegaron en un día y en una noche a dar la nueva a Motecuçoma de lo que havían visto, y truxéronle las cuentas que les havían dado los españoles. Y dixéronle de esta manera: "Señor nuestro, dignos somos de muerte. Oye lo que hemos visto y lo que hemos hecho. Tú nos posiste en guarda a la orilla de la mar. Hemos visto unos dioses dentro en la mar y fuimos a recebirlos, y dímosles vuestras mantas ricas, y veis aquí lo que nos dieron, estas cuentas. Y dixéronnos: 'si es verdad que sois mexicanos, veis aquí estas cuentas; daldas a Motecuçoma para que nos conozca'." Y dixéronle todo lo que havía pasado cuando estuvieron con ellos en la mar en los navíos. Respondióles Motecuçoma y díxoles: "Venís cansados y fatigados. Ios a descansar. Yo he recibido esto en secreto, y os mando que a nadie digáis nada de lo que ha pasado."