Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA

(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro



Comentario

Capítulo 19
Trata en este capítulo como bió mensajeros a los pueblos de Culhuacan, Cuitlahuac, Mizquic beer y sauer la determinaçión de ellos, si se abían conformado con los de Suchimilco contra Ytzcoatl, rrey de Mexco Tenuchtitlam[20v] Abiendo contado las guardas lo suçedido, y en prezençia de los de Suchimilco hizieron pedaços algunos pies de maizales por ençenderles más en cólera, "y así nos binieron aporreando y nosotros a ellos hasta dentro de esta rrepública mexicana". Dixo Ytzcoatl: "¿Qué os a paresçido de esto? Rrespondió el prinçipal Tlacochcatl Tlacaelel y Tlacateccatl y Motecçuma, Tlilancalqui y Ezhuahuacatl, y tomó la boz el uno de ellos de todos los capitanes: "Señor, hayan buestros mensajeros a los pueblos de Cuitlabac y Mizquic". Dixo Ytzcoatl: "Sean los mensajeros dos prençipales pláticos destos nros hermanos, y sean Aztacoatl y Axicyotzin". Y luego les dixeron: "Yd, hermanos nros, dezildes de parte de Ytzcoatl y de todos nosotros los prençipales mexicanos a los señores de estos dos o tres pueblos que, deespués de dados nros saludes, les digáis si están conformados con los de Suchimilco a mouernos guerra; en espeçial a los del pueblo de Suchimilco si están determinados a mobernos guerra los honbres y demás mançebos y los biexos, y lo que será de las biexas, niñas y criaturas; nos den abiso para que no herremos la boluntad que determinaren".Partidos los mensajeros para la çiudad de Suchimilco y en la guarda de Coapan, bieron a los de Suchimilco con armas y aperçibidos y cantidad de ellos y los mensajeros yban sin nengunas armas ni defensa. Dixéronles: "¿A dónde bais? ¿Quién sois bosotros?" Rrespondieron los mexicanos: "Somos mensajeros bamos al pueblo de Suchimilco". Dixéronles: "No es menester que allá bais, y bolbeos desde aquí. Dezilde a Ytzcoatl que ya es tiempo bamos a bosotros, se aperçiba desde luego". Y los mexicanos dixerom: "Mi señores suchimilcas que no sauemos ni tendemos de eso que dezís, que otra cosa es nro mensaje apartado de eso". Rrespondieron los de Suchimilco: "Ya os tenemos dho que os boluáis, que no es menester que bais a Suchimilco". Bisto esto, los prençipales de los mexicanos no osarom yr a Suchimilco. De aquella manera y por les aber dho que ya es hecha la determinaçión y estar todos aperçibidos, rrespondieron los mexicanos: "Sea norabuena. Ya nos boluemos". Llegados llegaron a Mexico, tran en el palaçio de Ytzcoatl y cuéntanle todo lo que abía pasado y como todos eran prençipales y armados todos con todo género de armas, "y con esto nos emos buelto ante ura prezençia". Mandó luego llamar a todos los prençipales mexicanos, díxoles: "Ya, señores, estáis terados de la manera que nos bienen a ofender estos perbersos de los de suchimilcas tlalhuicas. Por eso, señores y hermanos, de estos bellacos no a de aber clemençia ni piedad alguna de ellos, sino que de todo trançe sean muertos y destruidos. Aperçibíos luego, balerosos mexicanos, pues ura onrra y fama a de ser sonada todo el mundo". Luego a la ora los mexicanos y su baleroso campo començó a marchar y llegan al término de Teyacac, muy çerca de donde hizieron boluer a los mexicanos mensajeros, y, llegados allí, Comiençan coxer mucha de la piedra pesada [21r] y, tomado los que ubieron menester, les dixo a los mexicanos Tlacaeleltzin, capitán general de los mexicanos: "Hermanos, agora muy poco a poco, bamos a Ocolco". Y llegados allí, estauan todos los suchimilcas aperçibidos, mucho número de ellos, y començaron a bozear los xuchimilcas: "¡Ea, mexicanos, bení, bení a nosotros!" Rrespondiéronles los mexicanos con grande ympitu: "¡Pobre y miserables de bosotros, suchimilquillas! Agora a de ser que quedaréis todos destruidos y aun abéis de ser nros basallos y tributarnos". Comiençan a dar en ellos tan furiosamente bueluen los suchimilcas las espaldas para su pueblo, dándoles grita y bozería, y rrebueluen sobre un çerro que allí está se dize Suchitepec, y sube ençima Tlacochcatl Tlacaelel, allí les dio bozes a los mexicanos prençipales: "Poco a poco, mexicanos, no os desmayéis con la furia, que abéis bosotros los suchimilcas de ser oy todos muertos a nras manos". Y como yban huyendo para su pueblo los de Suchimilco, yban en alcançe dellos dexando atrás muchos cuerpos muertos y otros muy malheridos y prendiendo a los más prençipales de los de Suchimilco hasta llegar a Totoc, y allí plantaron los mexicanos con la piedra traían junto a las caserías su término como sujeto a Mexico, y el que era de los suchimilcas como albarrada o fortaleza un enprouiso lo rrompieron los mexicanos, que quedó todo en el suelo. Binieron allí desde lexos los prençipales suchimilcas, dixéronles a los mexicanos: "Señores nros y preçiados mexicanos, no aya más, no se pase adelante ura braueza, çese ura furia, descansen uras fuerças y baroniles cuerpos, que beis aquí esta sierra grande que es ura, adonde se sacará todo lo que queréis y deseáis". Y aguardando lo que diría los suchimilcas, dixo el señor de ellos: "Oydme, Tlacochcalcatl Tlacaelel. Tomá de buestra mano para todos los prençipales y demás hijos y sobrinos buestros y nros amos; rrepartidles a cada uno quatroçientas braças de tierras en quadra y para bos tomá todas las que quisiéredes, pues os biene con derecha razón y fue nra culpa agora someternos a suxeçión. Y esto es lo que dezimos, yo en nombre de todo el pueblo de Suchimilco". Con esto, luego lleuó el capitán Tlacochcalcatl Tlacaheleltzin a Cuauhnochtli y a Tlilancalcatl y luego hizieron llamar a todos los prençipales suchimilcas. Díxoles: "Oydme. Dize el señor que está y rreside dentro de los cañaberales y tulares, que está aguardando allí a las gentes, que es nro rrey y señor Ytzcoatl, y por buestro mandado y querer rrepartimos las tierras a todos ellos". Y primeramente para el propio rrey Ytzcoatl y luego a Tlacochcalcatl Tlacaeleltzin, tomaron primeramente la parte de Coapan y en Chilchoc y en Teoztitlan y en Xuchipec y en Motlaxauhcan y en Xalpan y en Moyotepec y en Acapulco y Tulyahualco y Tiçatepec, y todas estas partes tomaron asimis tierras los prençipales. E bisto, acabado y rrepartidas todas las dhas tierras y todos los lugares y partes, dixeron los prençipales suchimilcas: "Ya por bosotros, señores, queda el gran monte nro para la madera y piedra que pretendéis, y rrepartidas todas estas tierras conforme a ura bo [21v] boluntad. Agora, señores nros, descansad y sosegad, pues emos de nra mano tomado nro cargo y trauaxo de seruidumbre y aquí es buestra casa y pueblo, aquí os aguardaremos cada y quando que biniéredes a descansar". Con esto se despidieron los mexicanos y se fueron a Mexico Tenuchtitlam a contar por estenso lo suçedido en esta guerra y la manera de la suxeçión dél. tendido por él, hizo llamar a los tepanecas de Azcapuçalco y los de Cuyuacan juntamente, los suchimilcas, e les dixo: "Luego abéis de poner tre todos bosotros una calçada y camino, toda de piedra pesada de quinze braças de ancho, dos estados de alto". Y bisto el mandato, se hizo luego, que es éste de agora de la trada de Mexico Xoloco.