Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA

(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro



Comentario

Capítulo 62
Trata las çerimonias con que adornaron el cuerpo del rrey Tiçoçic para las honrras y obçequias y, acabado, dende a ochenta días hazen eleçióm los mexicanos y Çihuacoatl de elexir rrey nueuo de Mexico

Llegados los dos rreyes a la prezencia de Çihuacoatl Tlacaeleltzin y de todo el senado mexicano, cada uno por sí propone su plática, una oraçión muy prolixa, diziendo con lágrimas, presente el estatua y figura del rrey Tiçoçic Chalchiuhtlatonac: "Ya de oy más, sacro senado y señores mexicanos y prençipales, está escuresçido este ymperio por auer faltado nro tan caro y amado nieto, rrey y señor nro, Tiçoçic. Ya llegó a la prezençia de sus padres, anteçesores, los rreyes de cuya casa y linaxe salía, que era su bisabuelo el rrey Acamapich y sus tíos Huitzilihuitl, Chimalpopoca, Ytzcoatl, Monteçuma, Axayaca y al presente lo era su hijo, Tiçoçic Chalchiuhtlatonac, los quales están en Xiuhmoayan, en el lugar y paraxe donde nadie sabe, en eterno olbido, la parte siniestra, donde no ay calle ni callexón (yn Atlecalocan), en Chicnauhmictlan, en el noueno ynfierno. Ya bido a su padre, al prençipal del ynfierno, Mictlanteuctli, "yn itatzin yn Tzontemoç" , adonde quieta y paçíficamente se fue acostar con descanso su lecho, con el sueño del olbido". Y esto dho, començaron a llorarle el cuerpo del rrey Tiçoçic la estatua y, acabado el llorar y sospirar, le comiençan a bestir, como dezir amortaxarle el cuerpo. Tiende una muy rrica manta y poco a poco le ban poniendo a la estatua un pañete (maxtlatl) muy labrado y costoso. Luego le ponen la media mitra o frentalera, corona de rrey, y la nariz, la tenía aguxerada, una piedra llaman yacaxihuitl. Acabado de le conponer el rrey Neçahualcoyotl, luego fue a conponerle de la mesma manera el rrey Totoquihuaztli. Y, por no cansar, acabado todo punto por punto, acabado ellos, traron los chinanpanecas, Culhuacan, Cuitlahuac, Mizquic, Ayoçingo le conponer de otras rropas al tenor de las otras rropas. Acabado estos, bienen a estas onrras los naturales señores de coatlalpanecas, Cuhuixco, de lo que agora llaman de la Tierra Calliente, parte con el Marquesado que agora es; bienen luego los maçahuaques, serranos, otomíes; bienen luego los de Cuernabaca y Yauhtepec, Guaxtepec, Tepuztlan y Acapichtla; bienen los de matlatzinca Toluca, Calimayan, Tenantzinco, Teutenango, Tzinacantepe, Xocotitlam. [81r] Acabados todos los forasteros señores, luego les haze en loor y agradesçimiento del bien le an hecho en sus onrras al rrey difunto; luego bienen los prençipales y con ellos el biexo Çihuacoatl. Le ponen la cabeça la corona, abiéndole desnudado otra bez, le tornan nueuamente a bestir los mexicanos. Lábanle primero el cuerpo y cabeça con agua azul, luego le ponen el trançado con un penacho pequeño de garçotas, una como jaqueta azul y una banda por el hombro ancha, y figúranle la cara, señalado, matizado de azul, y la xaqueta azul, y le ponen luego unas cotaras doradas esmaltadas y la mano le ponen flores muy suabes y en la otra mano un pefumador dorado. Y luego benían los cantores bien adereçados para cantar, tiñidos de azul las caras y los colodrillos se enbixaron con el betún negro que llaman ulli, y luego, detrás de lo enbixado, traían cada uno una mano de papel de la tierra, llaman cuauhamatl, llaman ellos cuexcochtechimal (adarga pescueçolera). Luego les dan rrosas y perfumaderos a todos estos cantores. Hecho esto y cantado delante dél, le tornan a desconponer y le adornan de los bestidos llaman de Quetzalcoatl, y antes le enbixan con color negro del humo de la margajita y lugar de corona le ponen una guirnalda llaman oçeloconpilin y una manta diferente llaman nahualix, y pónenle luego unos colgaderos como de obispo, de a dos palmos, salen de la cabeça y por çima de las orejas, llaman chalchiuhpapan, y las muñecas de las manos como braçeletes azules y las gargantas de los pies y en la mano le ponen una bara como bordón, llaman coatopilli, y un arco de la pequeña dorada; y luego los cantores le saludan y hablan como si biuo fuera, le dizen: "Señor, lebantaos y caminá para uro padre, el señor del infierno, al eterno del olbido, que no ay calle ni callexón çierto, si es de día o de noche, siempre en perpetuo descanso, y buestra madre, que os aguarda, que es llamada Mictecançihuatl. Yd, señor, a usar de uro ofiçio de rrey y serbir allá a uros antepasados rreyes". Y con esto, sus páxaros galanos, rropas muy rricas, joyas preçiosas tenía, se las traían, y tómanlo braços y lo ponen junto a los pies de Huitzilopochtli, y tienen ya los tlamacazques mucho fuego ençendido y le ponen en medio dél y base quemando y los saçerdotes le uan çebando leña hasta no quedar sino solo la seniza. Y bienen luego y traen algunos cautiuos en guerras y cada saçerdote que está para aquello situado, bixado de negro, que se yntitula Mictlanteuctli, prençipal del ynfierno, y trae la cara tan espantable como la del propio demonio a que es la figura del Mictlanteuctli, que en las rrodillas y codos del braço y detrás del çelebro traían caras pestíferas, espantosas, figuradas al demonio, como aquellos los bían cada día, y estos lleuauan y uno a uno a los sacrificauan en el aguxero del cuauhxicalli de piedra o degolladero o piedra carniçera o taxón de carniçero. Luego bixan a uno de los saçerdotes tlamacazque todo de azul y trae una gran xícara azul lleua de agua de olores, que llaman acxoyaatl, como dezir agua bendita, y rroçían la çeniza adonde fue quemado el cuerpo del rrei Tiçoçic y luego rroçían a los rreyes y luego a Çihuacoatl y a todo el senado mexicano, y al cabo lleuan la seniza y poluos del rrey, los tierran muy a los pies de Huitzilopochtli. Acabado esto, se despiden hasta selebralle las postreras onrras de [81v] los ochenta días cunplidos, y para hazer eleçión de elexir y poner rrey nuebo. Con esto, los dos rreyes, Neçahualcoyutl y Totoquihuaztli, fueron despedidos y todos los otros demás prençipales estrangeros suxetos a la corona mexicana.Después de despedidos los dos rreyes, Neçahualcoyotzin de Aculhuacan y el de tepanecas, Totoquihuaztli, juntáronse todo el senado mexicano en el palaçio rreal y, después tre ellos comunicado y tratado quién señalarían y nombrarían por su rrey y señor, binieron de un acuerdo a se tratase y comunicase con Çihuacoatl Tlacaeleltzin. Llegados a su palaçio y tratádoselo, estubieron atentos a beer lo hablaría el biexo Çihuacoatl. Lebantóse en pie el biexo, díxoles: "Ya sabéis y os consta como mi hermano Monteçuma Ylhuicamino y dexó los hijos que an rreinado, aunque de derecho me benía a mí el rreyno y mando, pero no permitan los çielos ni los hados, bentura, la noche, el aire que tal sea, porque soi biexo, que quando esté solo que queda de parte de los hijos de mi hermano, que es el menor de todos, que es el Ahuitzotl teuctli. A él tengo nombrado y ansí, con ura liçençia y mandato de este alto senado, este sea al presente buestro rrey". Leuantáronse todo el senado, dixéronle: "Como a nro padre y rrey que de derecho soys de los mexitin, antiguos chichimecas, aztecas, Chicomoztoc", que pues era aquella su boluntad, que ellos eran muy contentos y pagados y que la rrepública mexicana le reconosçiesen y tendiesen esta buena nueua. Y así, fue dinulgada por toda la çiudad, aunque al presente estaua oculto a los comarcanos. Tornaron a rreplicarle los mexicanos al Çihuacoatl e dijéronle: "Señor, nra boluntad era que bos rriçiésedes y gouernásedes el ymperio mexicano, porque Ahuitzotl es muy niño pequeño y no sabrá por el presente rregir ni gouernar tan grande ymperio. Y esto os suplicamos los quatro barrios, Moyotlan y Teopan y Atzacualco, Cuepopam, porque todos ellos están con alguna soledad y tristeza". Rreplicó Çihuacoatl: "No me acabáis bosotros de entender. ¿No tendéis que caso que an rreynado mi hermano y sobrinos, que yo lo rrijo y gouierno? ¿No estoy yo en el trono? ¿Yo no lo mando, ordeno, bisto, calço, traigo comigo mi diuisa, armas y me pongo preçiadas beçojeras, orejeras y los géneros de comidas, rrosas, flores, perfumaderas, jusgo, sentençio en esta cabeça de audiençia? ¿Por mi mandado no se pusieron las dos audiençias de Aculhuacan y de Tacuba? ¿Yo no pongo y hago caualleros, y otros a más, otros a menos, conforme el meresçimiento, balor del lo es y lo a ganado en justa guerra?" Contentos de esto los mexicanos, les llamó otra bez y dixo que elexía y nonbraua por baxadores de los dos rreyes Neçahualeoyotl y Totoquihuaztli, "los quales bayan Cuauhtiochtli y Tlilancalqui, bayan y hagan benir a estos dos rreyes para le den al rrey Ahuitzotl su rreynado y le nombren y alçen por tal rrey de los mexicanos y de todo este grande ymperio, le asienten y pongan su silla, trono y magestad, y hagan las solenidades que a tales rreyes pertenesçe en semejantes actos [82r] para que amanezca y dé claridad a esta gran çiudad de Mexico Tenuchtitlam que a estado escuresçido y tinieblas por la falta de la caueça y gouierno. En espeçial para que los estrangeros no yntente alguna cosa de se querer ustraerse y lebantar contra la corona mexicana". Y con esto, fueron despedidos muchos mensajeros a todos los pueblos sujetos hasta la Mar del Oriente para que nuebamente estos bengan al rreconosçimiento de lo que es Mexico Tenuchtitlan, tre tulares, cañaberables, en el lugar y asiento adonde se escaliente el águila y adonde come su mantenimiento del manjar de la culebra, y lugar silua la gran culebra y rronca, y adonde los peçes de la gran laguna buelan por çima del agua, "y es menester le planten como está agora plantada la çeiba (puchotl) y el ahuehuetl (açiprés ancho) que da sonbra y acobixa, que ansí este nro rrey y señor nueuo del rrey Ahuitzotl". Partidos los dos baxadores prençipales al rrey Neçahualcoyotzin, el qual los rregaló alegremente, abiendo oydo la baxada, les hizo dar de comer. Otro día les despidió y dio presentes a tranbos. Ydos y llegados a Tacuba, les suçedió como Tezcuco, y con esta rresoluçión se boluieron para la çiudad de Mexico. Y asimismo fueron otros muchos baxadores a todos los demás pueblos sujeto, a todos los señores de ellos biniesen a rreconosçer al rrey Ahuitzotl, hijo postrero del rrey Monteçuma Ylhuicamina, difunto. Y abiendo pasado muchas rrazones los dos rreyes sobre lo fuese el rrey el Çihuacoatl Tlacaeleltzin, se bino a concluir que pues era su boluntad y tratado y comunicado con Monteçuma Ylhuicamina, se concluyó, y así, fueron doze prençipales mexicanos a traer de la casa de tlilancalco al rrey Ahuitzotl.