Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA

(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro



Comentario

Capítulo 68
Trata en este capítulo de como llegaron los mensajeros del rrei Ahuitzotl con la nueba de la bitoria abida contra los de Cuextlan y los demás pueblos y como Çihuacoatl bía a rresçibirlos una legua de MexicoAbiendo oydo las nuebas buenas de la bitoria del rrey Ahuitzotl, holgóse en estremo el biexo Çihuacoatl. Hizo aposentar a los mexicanos, después de comido, les dio rropas de bestir e que se fuesen a descansar a sus casas, e hizo llamar a los biexos llamados cuauhhuehuetque, díxoles Çihuacoatl: "Juntaos todos los de los quatro barrios de esta çiudad, que abéis de yr al rresçibimiento del rrey Ahuitzotl y de la gente toda bienen con tan balerosa bitoria". E asimismo llamó a los tlamacazque, saçerdotes, e dado a tender el rresçibimiento para luego otro día y hizo poner la torre de Huitzilopochtli muchas guardas con muchas luminarias y bozinas del tecçiztli (caracoles), atabales, y lo propio la casa antigua de los rreyes, llaman calmecac, y todos los demás templos; y asimismo mandó al mayordomo mayor (Petlacalcatl) que aperçibiese para el rresçibimiento muchas flores, perfumaderos, todo géneros de comidas y rramadas la parte llaman Huixachtitlan. Y llegado allí el campo, aposentáronse amadas y le hazen solenne rresçibimiento los mayordomos y saçerdotes del templo, según que tre ellos usauan antiguamente y tenemos dho atrás, [90v] no se explican por su larga prolixidad. E de allí caminaron hasta la gran çiudad de Mexico y base Ahuitzotl, rrey, luego derecho a los pies del Huitzilopochtli, aconpañado de todos los prençipales mexicanos y prençipales de Aculhuacan y tepanecas y todos los demás prençipales y señores. Y aabiendo hecho rreuerençia y besada la tierra de sus pies, se lebantó y lo hizieron así todos uno a uno. Baxado del templo, fue a bisitar su antigua casa calmecac y de allí se ba al palaçio rreal. Sale a rresçibirle Çihuacoatl, y lleuauan en andas al rrey a los que llaman cuacuacuiltin, seruidores del templo de Huitzilopochtli, y lo propio hizieron a la persona de Çíhuacoatl por su mucha ansianidad, hera de más de çiento y beinte años, según que en aquellos tiempos biuían las gentes del mundo. Y llegado a él, le saluda y le abraça diziéndole palabras muy amorosas, rregaladas, como de abuelo berdadero, de muy larga y expléndida rretórica, trayéndole a la memoria los rreyes sus abuelos, padres, tíos, hermanos, antepasados y como más propinco heredero más abentaxadamente los seruiçios de los dioses Titlacahuan, Huitzilopochtli, Tezcatlypuca, Tlalocateuctli, Tlaaçolteutl Mictlanteuctli, que duró gran rrato, y el Ahuitzotl con cara muy serena, humilde, a la oraçión del biexo. Biene luego otra bez los biexos cuauhhuehuetque a manera de cuachicme, trançados los cauellos, betunados los labios de negro, las caras tisnadas de negro, bordones las manos. Tras ellos binieron los mayorales de los barrios y maestros achcauhtin, y estos fueron a rresçibir y contrar a los presos y cautiuos en guerras y contráronlos en la parte llaman Popotlam, y llegados los cuauhhuehuetques, les sahumaron con los ynçensarios y copal, les dizen: "Hijos del sol y tiempos, tierra, ayre, seáis bienbenidos a sauer y conosçer la cabeça de este ymperio y a lo sepáis y conozcáis". Y con esto, los presos pobres y mugeres y niños alçaron un dolorido y alto sonido y garganteando según su usanza, rremedando a los papagayos, que allí se crían y nasçen ynfinitos sus tierras, llamados toznenez; llegados a los pies de Huitzilopochtli, hazen su rreuerençia y besan la tierra como les fue señado, y de allí se ban derechos a la piedra rredonda, huauhxicalli, y rrodéanla, bienen rrodeando la parte y esquina llaman tzompantitlam y luego a temalacatitlan; llegados a la gran plaça, hállanla muy toldada de xunçia y tréuol montesino (tullin y ocoxochitl tzetzeliuhtoc), y ban a hazer rreuerençia a Çihuacoatl y por los nahuatatos dizen su oraçión y su llegada, pues bienen a morir seruiçio de Huitzilopochtli. Dízeles Çihuacoatl: "Guaxtecas, seáis muy bienbenidos. Descansad". Y danles luego aguamanos y comen muy cumplidamente de todas las comidas y cacao y rrosas y perfumaderos. Danles luego de bestir a todos de unas mantas llaman hecacozcayo, conforme como ellos eran, y las mugeres de la mesma manera de hueipiles, naguas; hasta las criaturas las pobres mugeres traíam [91r] a cuestas y los braços. Llama luego Çihuacoatl a los calpixques, mándanles que cada mayordomo lleue en guarda marido y muger y que sean de ellos muy bien tratados, que estén contentos y hartos para quando fueren menester y, sobre todo, mucha guarda de ellos. De a pocos días dixo Ahuitzotl a Çihuacoatl: "Parésçeme, señor, que es ya tiempo que se fenezca y acabe el templo de Huitzilopochtli, pues todo lo nesçesario a ello está ya acabado". Dixo Çihuacoatl: "Plega a los dioses sea el acabamiento de este templo por bos y por uro alto balor a cabo de tantos siglos de rreyes". Llamó Çíhuacoatl a todos los mayordomos, preguntóles si abían tre todos los tributos abundante de rropas para los señores comarcanos, y los mexicanos rrespondieron que estauan rrepresados tributos de dos años. Dixo Çihuacoatl: "Pues todo cumplimiento ay en eso". Hizo luego llamar a los baxadores para que fuesen a Aculhuacan y Tlahuacpan, Tacuba y los demás pueblos comarcanos para biniesen yndios y subiesen los dioses, signos y planetas al templo alto, llaman tzitzimime, y asentáronlos alrrededor del Huitzilopochtli y le pusieron a Huitzilopochtli la frente un espexo rrelumbrante. Tanbién añidieron una diosa más a ymitaçión de la hermana de Huitzilopochtli se llamaua Coyolxauh, pobladora de los de Mechuacan, que atrás está dho esta rrelaçión, y asimismo los antiguos deudos, abuelos binieron primero de estas partes de Aztlam Chicomostoc mexitin chaneque, la antigua casa de donde deçienden y saliero, llamaron petlacontzitzquique (tenedores de la silla y asiento del señor), y de los otros llamados Tzohuitznahua y Huitzitznahuatl y Coatopil, los quales con rrodelas figurados en piedras alrrededor del çerro del templo. Y acabado esto, dixo Ahuitzotl a Çihuacoatl: "Parésçeme, señor, todo lo que se abía de hazer está hecho y acabado. Será bien que biéis uros mensajeros a los dos rreyes nros hermanos y braços baledores y a todos los demás señores y prençipales de los pueblos chinanpanecas, Culhuacan, Cuitlahuac, Mizquic, Chalco, Xochimilco y los llaman Nauhteuctli, quatro pueblos çercanos de Mexico, Coatlalpan, Xocotitlan, Maçahuacan, Xiquipilco, Cuahuacam, Chiapan, Xilotepec, Matlatzinco, Tzinacantepec, Callimaya, Tlacotepec, Tepemaxalco, Teutenango, Çoquitzinco, Xochihuacan, Coatepec, Capoloac, con todos los suxetos de Matlaçingo". Dixo Çihuacoatl Tlacaeleltzin: "Llamen a Cuauhnochtli". "Llamá a todos uros hermanos, Tlacateccatl, Tlacochcalcatl, Ticocyahuacatl, Ezhuahuacatl, Acolhuacatl, Tezcacoacatl, Tocuiltecatl, Tlilancalqui, con todos los demás". Abiéndoles propuesto una oraçión breue al llamamiento de todos los señores comarcanos sujetos a la corona de Mexico Tenuchtitlan, començando el uno baxador a dar priesa el rreal tributo y a conbidarlos para la coronaçión del rrey Ahuitzotl, desde Tepeaca, Cuauhtinchan, Tecaltzinco, Acatzinco, Oztoticpac, Tecamachalco y Quecholac, los quales traían todos sus esclauos naturales de Tlaxcalam, los quales benían llorando, diziendo: "Ya bamos a fenesçer nras bidas a Tenuchtitlan en el templo de Huitzilopochtli, a morir cruda [91v] y desastrada muerte seruiçio del gran diablo Huitzilopochtli", los quales tlaxcaltecas eran de los más balientes, llamados otomis de Tecoac. Y de allí fueron a Acapetlahuacan, los quales, oydo la baxada, començaron de benir con su tributo y con sus esclauos. Y de allí binieron los mensajeros a Chalco y, hecha su baxada, llegan a Tlatlauhcan y explican su baxada. Parten luego con su tributo y esclauos. Llegados los baxadores de buelta a Mexico, dan cuenta de su baxada, como todos los beinte y ocho pueblos de señores bienen con sus tributos y sus esclauos por delante, que tendía que abrían más de dos mill esclauos por todos, de que holgaron los crueles berdugos carniçeros, obligados del diablo Ahuitzotl y Çihuacoatl. Llegados los otros mensajeros fueron por la parte de Malinalco y hasta Meztitla, serían otros treinta y dos pueblos, los quales explicaron la mesma baxada que los primeros, començaron de traer de los montes sujetos de Mexico por parte de Chalco, Xuchimilco, Cuyuacan, Tacuba, Aculhuacan, un millón de cargas de tea, sirben de candelas, quatro millones de cargas de leña y carbón, çincuenta mill hanegas de maíz, beinte mill de frisol; finalmente, todo lo nesçesario, en espeçial abes, huexolome (gallipauos) y pauas (çihuatotoltin), codornizes, conexos, liebres, gallinas del monte, palomas torcasas, benados, tigueres, leones biuos.