Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA

(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro



Comentario

Capítulo 89
En este capítulo trata como se hizo el gran sacrifiçio çelebrado al Huitzilopochtli a onor y onrra de la coronaçión del emperador Monteçuma y senado mexicano, y como fueron despedidos los señores estranjeros muy contentos de aber bisto lo que nunca bieron de la gran crueldad

Aquella mañana benida, bió luego Monteçuma a dar de bestir al rrey de Aculhuacan primero que a otros. Diósele una trançadera de cauello con plumería muy rrica y beçolera de oro y orexera y una ancha banda (teocuitla matemecatl), muy bien dorada, y un collar de pies dorado y con canpanillas de oro como rrapazexos, y una manta azul de rred con mucha pedrería rrica los ñudos de la manta, y unos pañetes azules y como toalla, que las borlas traían canpanillas de oro de lo mesmo de la manta. Lo propio al rrey de tepanecas, como a hermas en armas y audiençia, y después de ellos a sus prençipales. De cada uno de estos señores salieron luego al baile al patio con mucha y suprema plumería y braçaletes de oro. Començaron luego a dançar lleuando la delantera los dos rreyes. Llamó Monteçuma al mayordomo mayor (Petlacalcatl), dixo trujese lo que se tenía en guarda para dar y rrepartir tre los prençipales forasteros, todo muy rrico y bistoso y costoso. E por sí llamó a los prençipales mexicanos y de mano de Çihuacoatl les dio otro tanto como a los rreyes, de todo género, que nengún prençipal quedó, todos fueron rricamente bestidos y adornados de oro, rropas, plumería. Dízeles: "Señores, bestíos de estas rropas, que, fin, tenemos la muerte a los ojos, que nros enemigos tenemos delante, que oy que mañana. [124r] Aprobechaos dello y tened la memoria lo que os digo. Agora descansen uros cuerpos, derrámense bestras lágrimas, sospiros, cantá y bailá, pues está al ojo todo". Y ansí como estauan bestidos todos los del baile, los más prençipales, dexando otros tocando y bailando, fueron a rresçibir y a traer a los prençipales tlaxcaltecas, Huexoçingo, Cholula, Tliliuhquitepec. Rrepartiéronse otros tantos mexicanos a traer a los prençipales, a los de Cuextlam y Meztitlan. Otros prençipales truxeron a los de Mechuacan y yupicas, los quales binieron detrás de las casas rreales por otra calle y trados en palaçio, por lo consiguiente, binieron los de la Guaxteca y Meztitlam. E les dixo que en donde estubiesen estos señores prençipales no ubiese lunbre más de sólo brazeros grandes con mucho carbón, no fuesen bistos por la gente baxa de los mexicanos, so graues penas de la bida y destruçión de sus casas y haziendas, sino todo muy secreto. Y así, benidos todos sus salas y estançias, muy bien adornados con sillas y estrados de cueros de tiguere, que es el señorío supremo de los señores, estando asentados, llamaron los prençipales de Tlaxcala y Huexoçingo y Cholula a los mexicanos prençipales y con muchas cariçias le dixeron que les rrogaua y suplicaua al rrey Monteçuma les diese liçençia para trar y besarle los rreales pies y manos y beerle y conosçerle. tendido, Monteçuma dixo que mucho de norabuena, biniesen. trados, le saludan con mucha rreberençia y umildad y házenle una oraçión muy eloquente de parte del rrey Maxixcatzin, de Tlaxcala señor, que beían la grandeza y magnifiçençia suya exçeder a todos los del mundo, porque debaxo de odio y cruel guerra çebil muy cotidiana les hazía aquella onrra y md de rregalarle a sus basallos su nonbre. Y así, señal de buena boluntad, le biaua un arco para su contento y unas plumerías bastardas y estas mantas de nequén y pañetes y cotaras, señal que es gente serrana, chichimeca yntitulado. Rrespondió Monteçuma con gra señorío, que en el propio grado estaua de la mesma umildad y rreuerençia, "y desde le saludo a mi buen sobrino el rrey Maxixcatzin, con acreçentamiento de muchos bienes". Y con esto, les hizo asentar sus lugares y estançias. Y luego traron los de Cuextlan, de la Guasteca y Meztitlan y le saludan con muchos caresçimientos de parte de sus prençipales y señores y le presentaron de lo que en los dhos sus pueblos se haze y labran de rropa, que es unas rropas manera de unos capisayos labrados y cañutillos pequeños de oro baxo, llaman acatlapitzalli, y unas cuentas gruesas de finas piedras como manípulas llaman matlapilolli, y unos como collares de gargantes de pie, anchos, llamam ycxipapa atl, que después de abrochada la garganta del pie lleua como una ala pequeña de abe, que por otro nombre le llaman tzicoyulli, ba rresonando como caxcabeles de oro muy pequeñitos, y unos como medio guante llaman çoatezcatl, con mucha plumería muy menudita que rrelumbra mucho. Ofresçido, danle las graçias y saludes de parte de todos los prençipales de la Guaxteca. Rrindióles las graçias a sus prençipales y a ellos [124v] e hízoles asentar sus lugares y estançias, adonde fueron serbidos de todo lo nesçesario muy cumplidamente. Acabados estos, tran los de Mechuacam, los quales a su modo y usança hiziéronle a Monteçuma gran rreçibiento. Con muchas rreuerençias, umillaçión dieron su baxada y oraçión breue a la usança y presentaron lo que de parte del rrey CalCacçolzin y prençipales biaron, heran como a manera de hueipiles o como manteos de clérigo por el pescueço abrochachado y hasta la espinilla, braços rremangados, "y estas nras mantas cortas llamamos tzanaton, muy bien labrados lo uno y lo otro, y unos arcos con sus carcajes de flechas dorado, con cada çien baras tiraderas en cada carcax, y luego el rrenombre del pueblo Mechuacan traemos estos géneros de pescado barbacoa adobado". Rrespondió Monteçuma dándole muchas saludes al rrey Cacçoltzin y a todos sus prençipales y señores de Mechuacan y con esto les hizo asentar sus lugares y estançias de su palaçio aposentado, y fueron serbidos conforme a tal rrey era, tan temido, más que otro nengún rrey pasado. traron luego los de Yupiçingo. Hecha su gran rreuerençiada y la baxada que sus prençipales y señores biaron, sus prençipales, y dieron las cosas que de allá traían, heran unas piedras muy rricas de diferentes colores y unos cañutillos de pluma llenos de oro en poluo y unos cueros de tigueres adouados y de leones y lobos. Y Monteçuma les dio y rrindió las graçias y con esto se fueron a su sala, adonde se les dio la comida, tan cunplida como a tal rrey pertenesçía darla. Y luego les dieron a todos las mexores y más altas de balor mantas rricas llaman xahualcuauhyo, con labores azules y otras labradas de colores llaman yxnextlacuilolo, y mantas de color de cuero de tiguere con las más labores llaman oçelotilmatli, y otras de labor de culebras (ytzcoayo), y pañetes de muchas y diuersas maneras de labores y nombres de ellas, les nombran yopimaxtlatl y tzohuatzalli maxtle y cuayahualiuhqui. E luego, por mandado de Monteçuma, les dieron rrodelas muy rricas y espadartes y diuisas con mucha plumería rrica, y dieron luego a los tlaxcaltecas diuisas muy rricas y diuisas y señal de armas ençima de la plumería, cabeças de cuaxolotl, que es como cabeça de perro de oro, sin orexas. Y a los de Huexoçingo de otro género de armas y diuisas diferentes llaman tozcocolli, como rrío corriente, el rrío de oro o dorado. Y a los de la Guasteca de otro diferente género, con la diuisa de una muerte figurada llaman tozmihuiztli. Y a los de Mechuacan dieron las diuisas y armas de mariposas de oro, con alas azules las mariposas. Y a los yupicas les dieron de otro género de armas de mariposas sobre las diuisas de color de nauaja negra y leonada y espadartes de lo mesmo. Dado a todos, les dize Çihuacoatl Tlilpotonqui a todos comúm una larga oraçión en olor del bien y md rresçibida de benirles a beer de tan lexos tierras y de darles, llegando a sus casas y tierras, sus comiendas a todos sus prençipales [125r] y señores de parte del rrey Monteçuma y de todo el senado mexicano, y que en el ynter se holgasen, cantasen y bailasen en el gran patio de Huitzilopochtli. Y así, saliendo todos del palaçio, ban al patio bien adornados y tram todos a la dança. Y luego apagaron las lumbreras que estauan en el patio para ubiese lugar para todos, heran más de dos mill la dança. Y antes de trar la dança los estrangeros les dieron a comer hongos montesinos, se briagan con ellos, y con esto traron a la dança. trando otra bes sus salas a descansar, tornaron luego las lumbreras grandes del patio y todas las bezes que començaban el canto baxauan los forasteros a cantar y dançar. Y esto era por muchos días, que nadie los bía, por ser sus danças de noche y para que no los conosçiesen les ponían cabelleras largas. Acabados los quatro días de la boda, se despiden todos ellos para sus tierras. Hablan a Monteçuma con mucha mesura y criança. Les habló en su rrespuesta el Çihuacoatl dándoles a sus señores y prençipales las saludes de Tlacateeccatl Monteçuma. Y así, el Monteçuma les dio lo que llaman teocuitlayxcuaamatl ytzolli, llamado corona o media mitra de los señores, y amoxqueadores para sus señores. Y con esto, fueron todos despedidos y se fueron cada uno a sus tierras contentos, y fueron con ellos muchos mexicanos prençipales hasta mitad de los montes.