Comentario
DOCUMENTO IV
CARTA DEL CONTADOR JUAN LÓPEZ DE RECALDE
AL OBISPO DE BURGOS, DÁNDOLE CUENTA DE
LA LLEGADA AL PUERTO DE LAS MUELAS DE
LA NAO "SAN ANTONIO."
Iltmo. Rmo. y muy magnífico Señor: En 1º del presente escribí a V.S.Y largamente de todo...; y lo que después ocurre es: que en miércoles seis del propio surgió en el puerto de las Muelas de esta ciudad la nao San Antonio, que es la mayor nao de las cinco que fueron en el Armada de la especiería, en la que ha venido por Capitán Hieronimo Guerra, pariente y criado de Cristóbal de Haro y por piloto Esteban Portugués, piloto de esta casa y con ellos hasta sesenta hombres entre marineros y sobresalientes. Trujeron preso en ella a un Álvaro de la Mezquita, primo, hijo de hermano de Magallanes, que fue con él e sobresaliente, y le puso por Capitán de esta nao en lugar de Juan de Cartagena, después que le prendió; y desde la mañana, día de la Ascensión, comenzamos a hacer preguntas y tomar los dichos de todos los que en la dicha nao vienen: hasta aquí no habemos hecho sino, sin alzar mano, tomarlos sus dichos por ante dos escribanos, tomando en nuestra compañía al licenciado Castroverde, letrado de esta casa y hasta anoche sábado, que son tres días, no habemos podido tomar los dichos de mas de veinte y uno de ellos, porque no hay ninguno de ellos que no necesitara medio día en tomarle su dicho, desde el día que de aquí partieron hasta el día que volvieron, cuya dicha información se sacará con toda brevedad posible para la enviar a la Corte en limpio, para que vista, S.M. mande proveer lo que más fuere de su servicio; y al dicho Álvaro de la Mezquita el día de la Ascensión, en la víspera le hicimos sacar de dicha nao preso como venía, y le pusimos en la cárcel del Señor Almirante, aprisionado; de lo cual el Alcalde Barbosa, suegro del dicho Magallanes, ha mostrado mucho sentimiento, diciendo que él debía ser suelto y los que le trajeron, presos. Acabada de recibir dicha información, veremos además de enviarla a S.M. en limpio como decimos a esa Corte, lo que demás provee en sus prisiones y soltura; y lo que yo he podido colegir de dicha información es lo siguiente*.
A Andrés de San Martín, piloto, le hizo dar tres tratos de cuerda con servidores de bombarda a los pies, en que le descoyuntó; y a un capellán, porque dicen que dijo que no tenían mantenimiento para seguir el viaje, y no le quiso decir las cosas que las gentes en confesión le decía, le dio otros tantos tratos como al dicho San Martín..., fueron hasta los cincuenta y cuatro grados y medio, y entraron en una bahía a veinte y tantos de Octubre del dicho año de veinte, donde Magallanes mandó a Álvaro de Mezquita, capitán de esta nao San Antonio y a Juan Serrano, piloto y capitán de la nao Concepción, que fuesen la dicha bahía adentro a descubrir y volviesen a donde ellos quedaban al cuarto día; la nao San Antonio volvió al tercer día, porque la nao Concepción no la siguió y creen se juntó con Magallanes y como no hallaron las otras naos donde las dejaron, anduvieron dentro de dicha bahía buscándolas como no las hallaron, acordaron tomar la vuelta a España; y sobre que dicha vuelta contradecía al dicho Álvaro de la Mezquita, vinieron a malas en que el dicho Mezquita dio una estocada por la pierna a Esteban Gómez, piloto y otra él al dicho Mezquita en la mano izquierda; y en fin prendieron al dicho Mezquita en ocho de Noviembre del dicho año veinte y vinieron directamente a este puerto.
Al juicio y parecer de estos que han venido no volverá a Castilla el dicho Magallanes, porque la vía que llevaba la juzgan ser inútil y sin provecho, por no querer volver la vuelta de Buena Esperanza e isla de San Lorenzo, como les decía algunas veces que irían y después les tornaba a decir que siguieran su guía, porque antes que la tomase se le habían de desaparejar las naos dos veces, de manera que ninguna buena esperanza del de él ni acá la tenemos por haberse detenido en catorce meses en la costa del Sur de más de la mala y perversa cuenta, y fin de los oficiales y capitanes de S. A., que en su compañía llevaba ha dado, de que las gentes quedaron espantadas.
Y porque por lo procesado que a V.S. se le enviará breve será mas largo avisado, no me alargo más en ésta.
Sevilla 12 de Mayo 1521. De V.S. Rma. muy humilde servidor que sus muy magníficas manos besa, Juan López de Recalde.
(De Fernández de Navarrete, Martín: Colección de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo XV, tomo II. B.A.E. Madrid, 1964, págs. 528-532). (Extracto del documento).