Comentario
Sobre el viaje de Pedro Texeira
La fuente principal para documentar el viaje que el capitán Pedro Texeira llevó a cabo, desde la desembocadura del Amazonas, aguas arriba, hasta llegar por una de sus cabeceras a la ciudad de Quito, es un texto existente en la Biblioteca Nacional de París. En la Biblioteca Nacional de Madrid se conserva una copia del mismo (Ms. 5859), que lleva anejo un mapa en el que puede verse una de las primeras representaciones del Gran Río, salvo las contenidas en algunos atlas de carácter general.
Aunque algunos autores atribuyeron erróneamente la autoría del manuscrito a D. Martín de Saavedra y Guzmán, presidente de la Audiencia de Santa Fe, Marcos Jiménez de la Espada, en el estudio preliminar de la primera edición de la obra, señala al P. Alonso de Rojas, de la Compañía de Jesús, como su autor más probable, en virtud de una afirmación de Antonio de León Pinelo21. El mismo erudito autor resalta el hecho de que el P. Cristóbal de Acuña, también jesuita, insertó varios párrafos de la relación del viaje de Texeira en su Nuevo descubrimiento del gran río de las Amazonas, publicado en Madrid en 1641, y argumenta que solamente podría haberlo hecho así a sabiendas de que su dueño era de la Compañía de Jesús y, por lo tanto, lo tomado, en cierto modo, propiedad común dentro de ella22. Por otra parte, C. de Melo Leitão, que realizó la edición brasileña de la relación, señalaba un párrafo de la misma, que apoya la idea de Marcos Jiménez de la Espada. Así, preguntado Fray Domingo de Brieva si había hallado muchos cristianos en las tierras que había visto, respondió: desengáñese, no hay cristianos en este gran mundo descubierto sino los que doctrinan los benditos Padres de la Compañía de Jesús23.
Acerca del mapa que acompaña la copia de Madrid, perdido en el manuscrito de la Biblioteca Nacional de París, Jiménez de la Espada creía que se trata de una copia del realizado por Bento da Costa, o Benito de Acosta, el piloto de la expedición de Texeira. Se apoya, para ello, en una afirmación del P. Laureano de la Cruz, pero además argumenta sobre su estilo y la concordancia con el texto del relato, así como sobre la intención, muy evidente en el dibujo, de resaltar la unidad de la red fluvial desde Quito a Pará24.
La copia manuscrita de la Biblioteca Nacional de Madrid se compone de 31 folios numerados, con letra bastante clara; probablemente se trata de una copia contemporánea del original. Lleva el título de Descubrimiento del Río de las Amazonas y sus dilatadas (sic) Provincias, que precede a una carta de D. Martín de Saavedra y Guzmán al conde de Castrillo, presidente del Consejo Real de las Indias; otra carta al rey; un capítulo de una carta del presidente de la Audiencia de Quito al del Nuevo Reyno, y la cédula de Felipe II al virrey del Perú, Marqués de Cañete. Seguidamente comienza la Relación del Descubrimiento del río de las Amazonas, hoy San Francisco de Quito, y declaración del mapa donde está pintado. Desde aquí el texto se divide en 29 párrafos sin numerar. Todos los folios llevan un doble perfil que enmarca el texto, con adornos en las partes superior e inferior.
La primera edición de esta obra es, como se ha apuntado más arriba, la de Jiménez de la Espada, Madrid, 1889, con un interesante estudio preliminar en el que se pone de manifiesto, entre muchas otras cuestiones, la incipiente rivalidad entre franciscanos y jesuitas por la evangelización de las poblaciones amazónicas. En la misma edición se incluye el relato que sobre la expedición de los dos legos franciscanos escribió Fr. Laureano de la Cruz, incluido en su obra Nuevo descubrimiento del río de Marañón, llamado de las Amazonas, hecho por la Religión de San Francisco año de 1651#25.
En 1941, C. de Melo Leitão edita su versión en portugués de la relación de Alonso de Rojas para la Colección Brasiliana de la Companhia Editôra Nacional, en São Paulo. En esa ocasión, Leitão incluyó también la Crónica de Carvajal y el relato del P. Cristóbal de Acuña. También tres obras reunió Cesare Malfatti, en su edición de Barcelona, de la obra de Alonso de Rojas, junto a la cual aparecen la relación de Pedrarias de Almesto y el relato de M. de la Condamine26.
Algunas otras fuentes se refieren al viaje de Texeira. Como ya se ha anotado, el P. Acuña incluye varios párrafos de la obra de Alonso de Rojas en su Nuevo descubrimiento#; concretamente los números XX, XXI, XXII, XXIII, de esta última obra, reproducen los párrafos 2.°, 3.°, 5.°, 7.° y 8.° del viaje del capitán Texeira. A Fr. José de Maldonado se debe la Relación del primer descubrimiento del río de las Amazonas, por otro nombre Marañón, hecho por la Religión de San Francisco, por medio de los religiosos de la Provincia de San Francisco de Quito; para informe de la Católica Majestad del Rey Nuestro Señor y su Real Consejo de Indias, en la cual se dedican algunas páginas a la expedición de Pedro Texeira; la obra fue publicada en Madrid en 1641. En 1942 se han reunido este último relato y el de Cristóbal del río de las Amazonas. Esta nueva edición lleva notas de Juan B. Bueno Medina, quien también se ha encargado de la revisión de los textos. En la primera parte del libro, que corresponde a la relación de Fr. José de Maldonado, se incluye el capítulo relativo al viaje del capitán Texeira, con el título Descubrimiento cuarto que hicieron del río de las Amazonas dos religiosos de Nuestro Padre San Francisco, el uno de la Provincia de Quito, y el otro de la Rávida, al año de mil y seiscientos y treinta y ocho. Otra fuente para el conocimiento del viaje que remontó el Amazonas desde Pará hasta Quito es la obra, ya mencionada, de Fr. Laureano de la Cruz, en la cual, además de relatar su propio viaje, se detiene en referir diversos pormenores de las expediciones precedentes, entre ellas la de los dos legos franciscanos, pero también el viaje de Texeira27.
Obras que componen esta edición
Las relaciones que ahora se editan se refieren a las expediciones llevadas a cabo en tres momentos distintos del período español del descubrimiento del Amazonas. Su relativa brevedad permite incluirlas en un solo volumen, pero además hay otras razones que animan a reunirlas en una misma edición.
Los textos seleccionados responden a la finalidad de ofrecer al lector las fuentes más importantes, tanto por su veracidad como por la información que contienen, de los acontecimientos que constituyeron las líneas maestras del proceso descubridor en la cuenca amazónica. En el caso de las relaciones que se refieren a las expediciones de Orellana y Pedro Texeira, la elección de las fuentes no ofrece demasiadas dudas, ya que se publican aquí precisamente los relatos más significativos desde el punto de vista histórico. En lo concerniente a la expedición de Ursúa y Aguirre, la selección no es tan fácil. En primer lugar, existen algunas fuentes aún inéditas; otras, ya publicadas, lo han sido en ediciones relativamente reducidas y antiguas y, por tanto, son de difícil acceso para el lector. Se trata, sin embargo, de ofrecer alguna de las obras más representativas acerca de la expedición de los marañones, teniendo en cuenta que la finalidad no es una edición decididamente crítica de las fuentes que se refieren a un mismo conjunto de acontecimientos. Se ha preferido, por tanto, reeditar la relación de Pedrarias de Almesto, que, junto con la de Francisco Vázquez --su modelo--, constituye un buen ejemplo de los relatos sobre dicha expedición. Es además una de las más detalladas, y existen dos publicaciones en que pueden cotejarse sus variantes con el texto de Vázquez28. Por todo ello, parece el relato más apropiado para esta ocasión.
En otro orden de cosas, las relaciones que aquí se reúnen se refieren a acontecimientos que, al inscribirse en un mismo proceso histórico, muestran múltiples rasgos comunes. Puede afirmarse, por ejemplo, que cada una de estas obras contiene un segmento significativo del conjunto de rasgos que caracterizan la mentalidad descubridora. Pero, además, estos rasgos están orientados por lo que puede denominarse el modelo hispánico de conquista, que se caracteriza por el establecimiento de núcleos de población, a partir de los cuales se desarrollarán las expediciones para ampliar el ámbito de influencia. Siempre sobre la base de, al menos, tres tipos de acción: la dominación político-militar, la evangelización y la expansión económica. El modelo permite integrar las tradiciones indígenas locales, y por eso es proclive al mestizaje cultural.
Las expediciones descubridoras se sitúan en un momento concreto de este modelo procesual, precisamente entre el establecimiento del núcleo de población y el inicio de la dominación política del área de influencia. La empresa de Pizarro y Orellana parte del núcleo establecido en Quito y sus mitos impulsores tienden a cumplir los otros elementos del proceso. La expedición de Ursúa y Aguirre se origina en el núcleo cuzqueño, y aunque la muerte de Ursúa y las ansias de rebeldía de Lope de Aguirre son factores que modifican sustancialmente los fines inmediatos de la expedición, el viaje de los marañones se ajusta en términos generales al mismo modelo de conquista.
El caso del viaje de Texeira parece diferente. Los asentamientos europeos en la costa brasileña fueron factorías destinadas a la explotación de recursos más que núcleos de expansión. Durante el período en que Portugal y España se situaban bajo una misma monarquía, los asentamientos portugueses del nordeste y norte brasileño se vieron amenazados por otros países europeos que competían por el control de la extracción de los productos naturales. La llegada de los legos franciscanos será un indicio de la posibilidad de intensificar las relaciones con el núcleo de Quito. La expedición de Texeira solamente tendrá que verificar la viabilidad del río aguas arriba y señalar los lugares apropiados para levantar fortalezas que defiendan la ruta. En otras palabras, el viaje de remonte del Amazonas viene a significar, siquiera de un modo somero, la adopción del modelo hispánico de colonización, en la medida en que a partir de él se inicia una ampliación del área de influencia de ciudades como Ntra. Sra. de Belén de Pará, a partir de la cual comenzara la efectiva colonización del Bajo Amazonas.