Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
LA CONQUISTA DE TENOCTILAN



Comentario

RELACIÓN DE MÉRITOS Y SERVICIOS
DEL CONQUISTADOR

BERNARDINO VÁZQUEZ DE TAPIA



VÁZQUEZ DE TAPIA Y SU OBRA





Su autor



Bernardino Vázquez de Tapia, persona prominente y rica según Bernal Díaz del Castillo1, nació al declinar el siglo XV2 en la localidad toledana de Oropesa. Sus padres, Pedro Sánchez Vázquez y Marina Alfonsa de Balboa, fallecieron tempranamente, encomendando la tutela del niño a unos poderosos parientes3.

Pasó a América con Pedrarias Dávila y sirvió cerca de tres años en Castilla del Oro. Tras abandonar Panamá, Vázquez de Tapia tomó parte en la pacificación de Cuba, obteniendo una importante encomienda como recompensa por sus servicios. Veterano de la expedición de Grijalva (1518), tomó parte en la conquista de México.

Finalizada la Conquista, que le reportó considerables beneficios económicos, Bernardino Vázquez de Tapia se convirtió en uno de los pilares de la nueva sociedad novohispana y, como suele suceder en casos semejantes, pronto se interesó por la vida pública. Regidor del Ayuntamiento de la Ciudad de México en 1524, ocupó la alcaldía en tres ocasiones4. En 1552 se le nombró alférez real y regidor decano del Ayuntamiento5. Su carrera política se caracterizó por los continuos enfrentamientos que sostuvo con Hernán Cortés y Antonio de Mendoza, máximos responsables de la Nueva España. Desconocemos la fecha de su fallecimiento; sólo sabemos que éste se debió a causas naturales.







La relación



Los factores que motivaron el escrito de Vázquez fueron de índole puramente administrativa. Es un hecho comprobado que la política europea del emperador Carlos tuvo desfavorables consecuencias para la economía de las Indias, que se vieron obligadas a financiar las continuas guerras que el césar libraba en el viejo continente. Cuando los recursos comenzaron a disminuir, la Corona planeó una seria reforma económica que se materializó el 20 de noviembre de 1542. Ese año, coincidiendo con una grave crisis militar, que se prolongaba desde 1539, Carlos firmó en Barcelona las famosísimas Nuevas leyes, que suponían el fin de las encomiendas6, pues se estipulaba que tales latifundios se declararían vacantes y regresarían al erario público apenas falleciese el titular.

La nacionalización levantó una oleada de protestas que culminaron con la sublevación de Gonzalo Pizarro en el Perú. Sin embargo, la ira popular no llegó a tales extremos en Nueva España, pues el virrey Mendoza, hombre dialogante y comprensivo, aceptó diferir el cumplimiento de las ordenanzas hasta que el emperador resolviese la apelación preparada por los munícipes de la Ciudad de México; apelación que incluía infinidad de relaciones de méritos y servicios. El Consejo de Indias, asustado por el rumbo de los acontecimientos, derogó la polémica disposición el 20 de octubre de 15457.

De lo arriba expuesto se deduce que nos encontramos ante un documento oficial escrito entre 1542 y 1546. Quiere ello decir que la relación carece de sentido histórico y, consecuentemente, no merece el calificativo de Crónica de la conquista de México que le ha aplicado algún exégeta. La obra, redactada con el plúmbeo lenguaje de los leguleyos, carece de datos etnográficos, presenta una cronología confusa e incorrecta y, sobre todo, prescinde de cualquier descripción. El ego predomina sobre el acontecimiento, y la acción no es sino un mero escenario, un telón de fondo que ensalza y agiganta la figura de un encomendero celoso de sus derechos.









Ediciones



Según los datos que obran en mi poder, la crónica de Bernardino Vázquez de Tapia fue publicada por primera vez en 1939. Su editor, el académico Manuel Romero de Terreros, completó el valioso documento con un apéndice que incluía la Cédula de concesión de escudo de armas, la ficha correspondiente al toledano inserta en el Diccionario autobiográfico de conquistadores, y el pasaje que Bartolomé Dorantes de Carranza dedicara al regidor en su pintoresca Sumaria relación8.

En 1953, la editorial Porrúa reeditó el texto de Romero, ampliando el corpus documental con los testimonios prestados por Bernardino Vázquez en los juicios de residencia incoados contra Hernán Cortés y Pedro de Alvarado9. Dos décadas después, la Universidad Nacional Autónoma de México patrocinó una nueva edición a cargo de Jorge Gurría Lacroix10.







Criterio editorial



La presente edición reproduce la efectuada por don Manuel Romero en 1939, aunque se han introducido ligeras modificaciones con objeto de adecuar el texto al carácter colectivo del volumen. Los cambios se limitan a la modernización de aquellos arcaísmos cuya transcripción podría confundir al lector y a las contracciones, que se destraban por sistema. Asimismo me he tomado la libertad de incluir entre corchetes la palabra o palabras necesarias para la cabal comprensión de determinadas frases. Sin embargo, respeto la división del original dado su carácter jurídico.

Por lo que respecta a los vocablos nahua, conservo la grafía utilizada por Vázquez de Tapia, quien --dicho sea al paso-- transcribe los fonemas mexicanos de forma similar a Bernal Díaz del Castillo. Cabe añadir que el regidor es bastante menos anárquico que su antiguo conmilitón, pues jamás altera los topónimos que emplea por primera vez, salvo en un par de ocasiones que troca Temistitlan por Tenuxtitlan y Guaquichula por Guaquechula.