Comentario
CAPITULO XV
Dáse noticia de los dos goviernos ultimos de la
Audiencia de Charcas, el Paraguay y Buenos Ayres,
de las missiones de la Compañia que hay en ellos con
el methodo de su govierno y de su economía
384 El govierno del Paraguay ocupan las tierras que caen á la parte del sur de Santa Cruz de la Sierra y el oriente de las del Tucumán; por el sur linda con el de Buenos Ayres y, por el oriente, con la capitanía de San Vicente, en el Brasil, cuya capital es la ciudad de San Pablo. El primero que emprendió el descubrimiento de estas tierras fue Sebastian Gaboto, que, haviendo llegado el año de 1526 al rio de la Plata, subió con embarcaciones pequeñas por el rio Paraná y de él entró en el del Paraguay; despues se siguió en el de 1536 Juan de Ayolas, á quien havia conferido comission y dado la gente necessaria Don Pedro de Mendoza, primer governador de Buenos Ayres, de cuya orden fundó despues Juan de Salinas la ciudad de Nuestra Señora de la Asuncion, que hace cabeza á toda la provincia; pero como ninguno de estos concluyó enteramente el descubrimiento de toda ella ni la conquista de las naciones que la habitaban, la siguió Alvar Nuñez Cabeza de Baca, á quien por muerte de Don Pedro de Mendoza le fue dado el govierno de Buenos Ayres.
385 Las poblaciones de españoles que hay en el distrito de este govierno están reducidas á la ciudad de la Assuncion, Villa Rica y otros pueblos, cuyos vecindarios se componen de españoles, mestizos y algunos indios, aunque la mayor parte es gente de castas. La ciudad, y, á su corresponencia, la villa y demás pueblos, es reducida en capaciad y con poco orden; sus casas están interpoladas con huertas y arboledas sin formalidad; en ella reside el governador de la provincia; y aunque antiguamente pertenecian á su jurisdiccion parte de los pueblos que componen las missiones del Paraguay, desde pocos años acá se separaron de ellas y quedaron agregados al govierno de Buenos Ayres, no sucediendo lo mismo por lo correspondiente á la ecclesiastica porque esta subsiste en el pie que ha estado siempre. Hay en la Assuncion iglesia episcopal, cuyo cabildo se compone del obispo, quatro dignidades, dean, arcediano, chantre y thesorero, y dos canongias de presentacion.
El cuidado de las parroquias de la ciudad y villa y del numero de pueblos dependientes del govierno está á el cargo de los padres del orden Seraphico, pero los pueblos de missiones, á el de la religion de la Compañia; y porque estos hacen el mayor numero de los de aquella provincia, se dirá de ellos en particular, reduciendome á la brevedad que se ha guardado en las noticias de los demás corregimientos.
386 Las missiones del Paraguay no solo se estienden sobre los territorios de la provincia de este nombre sino tambien en gran parte á los de Santa Cruz de la Sierra, Tucumán y Buenos Ayres, logrando en cosa de siglo y medio que se entablaron reducir al gremio de la Iglesia muchas naciones de indios, que en los distritos de estos quatro obispados vivian hasta entonces en el ciego error de su idolatría y en las torpezas de las costumbres barbaras heredadas de sus passados. El celo de la Compañia y el apostolico fervor de sus individuos dió principio á aquella conquista espiritual por la predicacion de los indios guaranies, que habitaban unos en las orillas de los rios Uruguay y Paraná, y otros como cien leguas mas arriba, en las tierras que están al noroeste del Guayrá; para apartarlos de allí y de la inmediacion de los portugueses, que, atendiendo entonces solo al fomento de sus colonias, entraban á perseguirlos con el fin de llevarlos esclavos á sus chaparas ó haciendas, les fue preciso transponerlos á las tierras del Paraguay en numero de casi doce mil personas, que eran las yá convertidas entre grandes y pequeñas de ambos sexos, y otras tantas del Tapé á fin de que viviessen con mas seguridad y menos inquietud.
387 Estos pueblos crecieron tanto con los que despues se convirtieron y se iban agregando que, segun una relacion muy fiel que pude haber hallandome en Quito, el año de 1734 eran 32 las poblaciones de guaranies que se contaban, y en ellas passaban de treinta mil familias las que los habitaban; pero como continuamente se acrecentaban los que recibian la fé y se producian en los medios yá fundados, se pensaba entonces en hacer otros tres pueblos, siendo estos 32 parte del obispado de Buenos Ayres y parte del de Paraguay . De la nacion de los indios chiquitos pertenecientes al obispado de Santa Cruz de la Sierra havia aquel mismo año siete pueblos de mucho gentío y tambien se disponía la fundacion de otros, pidiendolo assi el crecido numero de indios recien convertidos que se havian agregado á ellos.
388 Están las missiones del Paraguay cercadas por todas partes de indios gentiles, unos que viven en amistad con los que habitan en los pueblos y otros que los amenazan siempre con sus acostumbradas correrias, y en estas es en donde los padres missioneros hacen sus frequentes entradas para predicarles y persuadirles á que conozcan la razon y reciban la ley de Jesu Christo, no dexando de sacar mucho fruto porque siempre los mas racionales abren los ojos para conocer al Dios verdadero y salen de sus tierras á los pueblos de los christianos donde, despues de cathequizados, reciben el bautismo.
389 A cosa de cien leguas distante de las missiones, hay una nacion de infieles llamados guanoas, los quales son dificiles de atraer á la luz del Evangelio assi porque aman mucho la vida licenciosa como porque se han mezclado con ellos muchos mestizos y aun algunos españoles huidos por sus maldades de los pueblos de christianos, librandose por este medio de las penas que correspondian á sus delitos; el mal exemplo de estos indispone aquellos indios á prestar la atencion á lo que se les predica, agregandose el ser ellos de su natural ociosos y holgazanes, pues, aun para su sustento, no cultivan las tierras y viven de lo que pueden cazar; y como recelen que si se convierten y subordinen á los missioneros los harán trabajar, resisten el beneficio de la conversion por no perder el de su ociosidad; no obstante, suelen algunos entrar en los pueblos de christianos para visitar á sus parientes y ver como viven, y de estos quedarse entre ellos muchos que abrazan la religion.
390 Lo mismo casi sucede con los charrúas, los quales habitan en las tierras que median entre el rio Paraná y el Uruguay. Los que habitan en las orillas del rio Paraná desde el pueblo del Corpus arriba, llamados quañañas, son mas reducibles, y la predicacion hace en ellos algun mas fruto porque tienen aplicacion al trabajo y cultivan las tierras, coadyuvando tambien el no tener comercio ó comunicacion con los que se huyen de los antiguos pueblos. Cerca de la ciuad de Cordova, hay otra nacion de infieles llamados pampas, los quales, aunque frequentemente van á la ciudad á comerciar llevando algunas cosas comestibles, son dificiles de reducir, y estas quatro naciones de indios infieles que acaban de nombrarse son de paz. 391
391 Cerca de la ciudad de Santa Fé, que pertenece á la provincia de Buenos Ayres, hay otras varias que están continuamente en guerra, passando á tanto su ossadía que han solido llegar hasta las cercanías de las de Santiago y Salta, en el govierno de Tucumán, haciendo grandes estragos en las haciendas y poblaciones. Las otras naciones que habitan desde los confines de estos hasta los chiquitos y lago de Xarayes son poco conocidos; en años passados entraron missioneros de la Compañia para descubrirlos por el rio Pilcomayo, que atraviessa desde el Potosí hasta la Assuncion, y no lograron encontrarlos, contribuyendo á ello lo muy dilatado del país, el ser ellos errantes y sin poblaciones fixas y no ser en gran numero. Lo mismo que en esta ha sucedido en otras ocasiones en que se ha repetido la diligencia.
392 Los indios gentiles que habitan en las tierras desde la Asuncion para el norte son muy pocos; algunos han solido encontrar los missioneros, haciendo sus peregrinaciones para descubrirlos, y con facilidad los han reducido y llevado en su compañia á los pueblos de christianos, donde sin repugnancia han abrazado la religion. Los chiriguanos, de quienes yá se ha hablado, habitan tambien por aquella parte pero son dificiles de atraer á vida menos libre que la que ellos tienen en las montañas.
393 Las tierras que ocupan las missiones del Paraguay son, como puede inferirse por lo antecedente, bastantemente dilatadas. El temperamento, por lo general, en buena proporcion y humedo, sin que esto se oponga á que tambien haya algunos parages mas frios que templados; assi, los fértiles aquellas tierras y abundantes en toda suerte de mantenimientos tanto de los del país como de los llevados de Europa. Los frutos particulares que se cogen y con los que se comercia son algodón, cuya cosecha es tan abundante que en cada pueblo passa todos los años de dos mil arrobas; con este, hacen los indios texidos de lienzos y otras cosas, y despues salen á venderse fuera; cogese, assimismo, mucho tabaco, algun azucar, y excede á todo la labor de la yerva que llaman del Paraguay, cuyo renglon solo bastaria á hacer quantioso el comercio de aquella provincia, pues, siendo esta la unica donde se produce, passa de allí á todas las del Perú y Chile, y su consumo es de los mayores que se hacen en aquellos reynos por lo m uy introducido de su uso en todas partes, especialmente la que llaman caminí, que es de pura hoja, porque la otra, que dicen de palos, como menos fina y no tan á proposito para la bebida del mate, no tiene tanta estimacion.
394 Estos generos se llevan á vender á las ciudades de Santa Fé y Buenos Ayres, en donde tiene la Compañia un procurador particular que cuide de ellos, porque el encogimiento y cortos alcances de los indios, particularmente los guaranies, no es capaz de tales encargos. Estos procuradores reciben lo que se les remite del Paraguay y, expendido, emplean su importe en generos de Europa, segun lo necessitan los pueblos, assi para el beneficio de los propios indios, á quienes se les provee de todo, como para la decencia y adorno de las iglesias y manutencion de los curas que los assisten, y principalmente se separa de lo que cada pueblo embia el monto de tributos de sus indios, cuyo entero se hace en las Caxas reales adonde pertenece sin la mas leve demora, atrasso ni otro descuento que los estipendios ó synodos de los curas y pensiones de caciques.
395 Los demás frutos que se producen en aquellas tierras y los ganados que en ellos se crian sirven para la manutencion de sus moradores, distribuyendose todo con tanto orden y buen methodo que sería hacer agravio á la conducta sabia de los que dirigen aquellas missiones el omitir sus noticias y las de la formalidad en que están y se goviernan los pueblos.
396 Tiene cada una de los de las missiones del Paraguay, á semejanza de las ciudades y pueblos grandes de españoles, un governador, regidores y alcaldes. El governador es elegido por los mismos indios con la aprobacion de los curas para que assi no pueda recaer un empleo de graduacion entre ellos en persona que no sea digna de él y capaz de desempeñar cumplidamente las obligaciones en que se constituye; los alcaldes se nombran annualmente por los regidores, y el governador junto con ellos celan el buen régimen de los vecinos, y, para que ni unos ni otros puedan, conducidos de la propia passion ó ciegos de la ira, como gente en quien no concurren las mayores alcances usando de la autoridad de los empleos, cometer alguna tropelía ú ofensa contra los demás indios, les es prohibido el castigar á ninguno sin dar parte primero al cura para que este examine el delito y vea si es justa la pena; instruido el cura de ello y visto ser culpado el que lo cometió, dexa que le prendan, y luego á proporcion es castigado, á veces con el encierro en una prision por mas ó menos dias, á veces haciendolo ayunar, y, quando el delito es grande, dandole algunos azotes, que es el mayor castigo que allí se vé porque los excessos de aquellas gentes nunca llegan á tanto grado de malicia que necessiten mayor severidad, y esto porque, desde los principios de entablarse aquellas misszones, fue con tan buenas reglas que les hicieron abominar los homicidios, assesinatos y otros delitos de esta gravedad. Antes que se execute algun castigo, precede una platica que el cura con suavidad y agrado hace al delinquente, poniendole presente su culpa y la fealdad de ella, de modo que, convencido, llega á conocer la justicia del castigo y que la piedad con que se le trata le dispensa el passar por otro mayor; assi, aunque lo siente, como es natural, quando llega la execucion, lo recibe con humildad y resignacion conociendo que es él mismo quien se lo ha impuesto; y no llega el caso de que cobren odio á los curas ni de que se alboroten contra ellos, antes bien, por el contrario, es tanto el amor y veneracion que les tienen que, aun quando sin razon les impusiessen alguna pena, la tendrian por merecida segun la confianza y seguridad de que no los han de hacer castigar sin bastante causa.
397 Cada pueblo tiene una armería articular, y en ella están recogidas todas las armas de fuego y de corte con que se arman las milicias cuando llega el caso de salir á campaña, bien sea contra los portugueses ó contra los indios infieles de las naciones comarcanas; y para estar diestros en su manejo, hacen exercicio las tardes de los dias de fiesta en las plazas de los mismos pueblos, que son de bastante capacidad para ello. La gente hábil para tomar armas está compartida en cada pueblo en varias compañias con el numero de oficiales correspondiente, que son aquellos mas benemeritos por su juicio y conducta; y á proporcion del caracter, tienen vestidos muy lucidos galoneados de oro y de plata y con la divisa de sus pueblos; con estos lucen los dias de fiesta y quando assisten al exercicio militar. A este respecto, el governador, los alcaldes y regidores tienen vestidos de gala distintos del ordinario con que andan y correspondiente á su caracter y ministerio.
398 Hay escuelas de leer y escrivir en todos los pueblos y tambien de musica y de danza para la enseñanza de los muchachos, en cuyas artes suelen salir muy diestros porque, segun es la particular aplicacion de cada uno, assi lo aplican, y muchos que tienen genio para ello aprenden la latinidad y salen hábiles en ella. En uno de los patios de la casa que el cura de cada pueblo tiene, hay varios talleres de pintores, escultores, doradores, plateros, cerrageros, carpinteros, texedores, reloxeros y, assi, de toda suerte de artes y oficios mecanicos, donde trabajan diariamente los que son de cada uno de ellos para beneficio del pueblo baxo la direccion de algunos de los coadjutores, y entran al mismo tiempo á aprender los muchachos segun su particular aficion.
399 Las iglesias, además de su capacidad, son muy bien fabricadas y tan lucidas y adornadas que no embidian nada á las mas ricas del Perú, y hasta las casas de los indios son tan bien dispuestas, asseadas y proveidas de los adornos y muebles necessarios que sería de gran satisfaccion el que les igualassen las de muchos pueblos de españoles que hay en aquella America. Las mas son de tapia, otras de adoves y algunas de piedra, pero todas cubiertas de texas. La providencia de estos pueblos se halla tan adelantada que aun hasta casa particular tienen, donde se fabrica polvora para que no les falte la necessaria quando se ofrece tomar las armas y hacer los fuegos de artificio con que se solemnizan las funciones de Iglesia ú otras semejantes, siendo tanta la formalidad que guardan en estas que no se omite ceremonia alguna de quantas, para hacerlas mas plausibles, se practican en las grandes ciudades; y en la proclamacion de los reyes de España se disponen galas de nuevo distintas en la invencion de las que hasta entonces han servido para los regidores, alcaldes, governadores y oficiales de la milicia que deben concurrir á ella, como que assi lo pide la mayor recomendacion de tal assunto y lo requiere la mayor obligacion á manifestar los esmeros del afecto en las demostraciones del júbilo.
400 Las iglesias tienen su capilla de musica, compuesta de crecido numero de instrumentos de todas especies y cantores; celebrase en ellas el culto divino con la pompa y seriedad que en las cathedrales; y del mismo modo se hacen las processiones publicas, entre las quales se particulariza la del Corpus, á que acompañan el govierno, alcaldes y regidores con las galas reservadas para tales dias y las milicias en cuerpo de tropa, quedando para alumbrar la demás gente, que toda vá con buen orden y mucha reverencia. Disponense para ella danzas muy lucidas y bien distintas de las que se descrivieron en la primera parte tratando de la provincia de Quito, para las quales hay tambien vestidos muy costosos y galanos, no echandose menos nada de lo que hace magestuosa y grave esta funcion en las ciudades, donde procura distinguirse mas la devocion y la reverencia.
401 Tiene cada pueblo una casa á modo de beaterio, donde se pone á las mugeres que viven mal, y se retiran tambien á ellas las casadas que no tienen familia quando sus maridos están ausentes; para la subsistencia de esta casa, para la manutencion de los viejos y huerfanos y para los que por impedidos no pueden ganar el alimento, están destinados dos dias de la semana, y en ellos trabaja toda la gente de cada pueblo en una siembra comun que se nombra labor de la comunidad, y lo que sobra de lo que produce se aplica para los ornamentos y adornos de la iglesia y para los vestuarios de los mismos indios viejos, huerfanos ó impedidos, con cuyo govierno y régimen de nada carecen aquellos habitadores. Los tributos reales están pagados con puntualidad sin quiebras ni menoscabos, y en todo parece que reyna allí la felicidad, efecto de la paz y union de sus vecinos; y todo es debido á la vigilancia y cuidado con que se observan las prudentes y sabias maximas con que se estableció la policia en aquella nueva republica.
402 Los padres de la Compañia, curas de estas missiones, cuidan solamente de los efectos y generos que en ellas se fabrican ó producen, y sirven para comerciar por lo que corresponde á las de los indios guaranies, por ser el genio de ellos naturalmente amante de la ociosidad y desperdiciado, no sabiendo guardar lo que adquieren, y sin el cuidado de los padres, se dexarian abandonar á la pereza y carecerian de un todo. No sucede lo mismo con las missiones de los chiquitos porque son trabajadores, guardosos, aprovechados, y gastan lo que tienen con economía, tratando por sí sin necessidad de que otros intervengan en sus negociados. Los curas que assisten en los pueblos de esta nacion no tienen synodo por el rey, y los mismos indios los mantienen, labrando entre todos una chacara con toda suerte de simientes y frutos para el cura, la qual dá lo bastante para su regular gasto; y vendido lo que sobra, queda tambien para el adorno de las iglesias.
403 Para que á los indios no les falte nada de lo que pueden necessitar, tienen los curas el cuidado de proveerse de herramientas, ropas y otras mercancias; y quando aquellos las han menester, ocurren á él llevando por la permuta cera, de la mucha que se coge allí, y otros frutos del país, observandose en el cambio ó permuta una buena fé inalterable y gran legalidad para que assi no padezcan agravio los indios ni descaezca de su estado la alta reputacion de la justicia en que tienen á sus curas; estos remiten lo que reciben al superior de las missiones, que es distinto del de los guaranzes, y con su producto se vuelven á surtir de nuevos generos, evitandose assi el que los indios tengan que salir de sus tierras para proveerse de ellos y el grave perjuicio de que, passando áotras, contrayendo con la comunicacion los vicios de que están essentos.
404 No es menos particular que el govierno civil, politico y economico de estos pueblos su régimen espiritual; para este fin importantissimo, tiene cada uno su cura particular, á el qual acompaña otro sacerdote de la misma Compañia, y muchas veces dos, segun lo pide la capacidad y vecindario del pueblo. Entre estos dos ó tres sacerdotes, con seis muchachos que les sirven y assisten á la iglesia, forman una especie de pequeño colegio en cada pueblo, donde tienen arregladas todas las horas y exercicios con la misma formalidad que en los colegios grandes de las ciudades. El mas pesado exercicio de los curas es celar las chacaras de los indios, passando personalmente á visitarlas porque no las entreguen al descuido y abandonen, pues, es tal la desidia de los guaranies, que si faltara esta diligencia cessarian de darles el cultivo y beneficio que necessitan; assiste, igualmente, á la carnicería, publica, donde, matandose diariamente las reses necessarias de las que se hacen criar á los mismos indios, se reparten raciones de ella á todo el pueblo, proporcionandolas al numero de personas que compone cada familia, de modo que á ninguno falte lo necessario ni tenga cosa que sirva al desperdicio; visita igualmente á los enfermos para ver si se les assiste con caridad y amor; y estos exercicios le tienen tan ocupado casi todo el dia que le dexan tiempo para que ayude al coadjutor ó padre compañero en los oficios espirituales que corren á su cargo. Este debe hacer doctrina en la iglesia todos los dias de la semana, á excepcion de los jueves y sabados, para instruir en ella á los muchachos varones y hembras, siendo tantos los que hay en cada pueblo que passan de dos mil de ambos sexos; los domingos concurre todo el vecindario á la doctrina. Y demás de estas ocupaciones, tienen la de ir á confessar los enfermos y subministrarles el viatico quando están de cuidado, á que se agregan las otras funciones que son propias de los curas.
405 Estos, en todo rigor, deberian ser presentados en nominas de tres al governador, como á vice patrono, y habilitarse para el exercicio de curas por el obispo; pero atento á que siempre entre los tres comprehendidos en cada nomina hay uno mas benemerito y propio para él, y á que es este un assunto en el qual ninguno puede conocer mejor la aptitud de los sugetos que los provinciales de la religion, tienen tanto el governador como el obispo cedidas sus veces en él, y assi este las provee por sí y los promueve quando lo pide la ocasion.
406 En las missiones de los guaranies hay un padre superior de todas ellas, el qual nombra por sí los coadjutores ó curas compañeros de los demás pueblos. El lugar de su residencia es el pueblo de la Candelaria, que está en medio de todas las missiones, pero anda continuamente visitando los otros pueblos para cuidar de su buen govierno y procurar su aumento, disponiendo al mismo tiempo que algunos padres hagan entradas en los paises de infieles para irlos atrayendo y ganando la voluntad. No pudiendo, pues, él solo atender á tanto como está á su cargo, hay dos vice superiores que residen el uno en el Paraná y otro en el rio Uruguay, de modo que todas estas dos doctrinas vienen á ser como un colegio muy esparcido, de quien el superior es rector, y cada pueblo, una casa de familia bien cuidada y atendida por su padre, que es el cura.
407 En los pueblos de las missiones guaranies, dá el rey la congrua ó synodo á los curas, siendo el de cada uno 300 pesos al año, comprehendido el estipendio del ayuda de cura. Esta suma entra en poder del superior, el qual les subministra mensualmente lo que necessitan assi para su manutencion como para el vestuario; y siempre que han menester alguna cosa fuera de lo ordinario, ocurren á él, y se les acude con puntualidad.
408 Las missiones de los indios chiquitos, como ya se dixo, tienen superior aparte, cuyas funciones son las mismas que las de los guaranies; y por el mismo termino y methodo, las de los curas, si bien no de tanto trabajo porque la aplicacion de los indios les exime de la pension de haver de celar en los assuntos que se dirigen á su propia utilidad.
409 Todos estos indios son muy propensos á padecer algunas enfermedades contagiosas, como viruelas, fiebres malignas y otras, á que dan el nombre de peste vulgarmente por el grande estrago que causan en ellos, y estos accidentes son causa de que aquellas poblaciones no se aumenten como sería correspondiente al mucho gentío que hay en ellas, á el tiempo que ha passado de su reducion y al descanso y conveniencias con que viven. Quando reynan estas enfermedades, se aumenta considerablemente el trabajo de los curas y coadjutores, y entonces acuden otros mas de los regulares á ayudarles en la assistencia de los enfermos.
410 Los padres missioneros no consienten que ninguno de los que habitan el Perú, españoles ó de otra nacion, mestizos y ni aun indios, entren en las missiones que están á su cargo en el Paraguay, no por embarazar el que se reconozca y sepa lo que allí se comprehende ni porque se recelen perder la oportunidad de ser los unicos en el comercio de los frutos que allí se producen ni por ninguna otra de las causales que aun con menos fundamento presumen muchos de sus émulos, adelantando la malicia hasta cerrar el passo á la razon, sino porque aquellos indios que no hicieron mas que salir de la rusticidad de las selvas y entrar en la doctrina y documentos que les enseñaron se mantienen en tal estado de inocencia y simplicidad que no tienen noticia de otros vicios que los comunes entre ellos, y aun estos los han ido abominando con las continuas amonestaciones, consejo y direccion de los padres, de tal modo que muchos los han olvidado enteramente y los demás los reparan con horror en los antiguos y los notan en ellos con verguenza. Estos indios no conocen la inobediencia, el rencor, la embidia ni otras passiones que son la lima sorda con que se destruyen y aniquilan los pueblos; si entraran allí otras gentes, no bien havrian dado los primeros passos en la tierra quando les empezarian con el exemplo á dar lecciones de lo que ignoran; y perdida la verguenza y el respeto con que ahora miran los documentos de sus curas, dentro de muy breve tiempo se perderia el florido fruto de tantas almas como dan el mas debido culto al verdadero Dios y de tantos vassallos como reconocen al soberano sin violencia por unico señor natural.
411 Estos indios viven ahora con una total confianza de que todo lo que sus curas les aconsejan es bueno y malo todo lo que les reprehenden, lo que no sucederia tan fácilmente si viessen otras gentes en quienes hacía menos efecto la doctrina del Evangelio y que sus operaciones eran opuestas á lo que se les predicaba. Están al presente persuadidos á que en los tratos y comercio se debe obrar con legalidad y no conocen el engaño, la falta de correspondencia ni la mala fé, siendo cosa cierta que, si se permitiesse el que todos entraran á tratar con ellos, sería el primer efecto de este comercio que, procurando unos tener los efectos que comprassen por menos precio y vender los suyos con la mayor reputacion, dentro de poco los harian caer en esta malicia y con ella en otras muchas que le son accesorias, á cuyo respeto sucederla lo mismo en todos los demás assuntos de otra naturaleza; y perdido una vez el pie del buen govierno, nunca lo volverian á recuperar. No es mi animo en manera alguna ofender con lo que acabo de exponer la buena reputacion de los españoles ú otras gentes de aquellas partes que están en proporcion á poder entrar en el Paraguay, dandoles el carácter de viciosos ó de costumbres pervertidas, pero, como es, sin duda, que entre muchos no dexa de haver alguno que sea comprehendido en ellas, y baste uno de estos para inficionar todo un país, ¿quien podrá assegurar que, de consentirse allí la entrada de forasteros, no irá entre ellos alguno que las lleve y las comunique? O que quizás, ¿no será este el primero que entre? Nadie lo assegurará, y este es el fundamento que los padres de la Compañia han tenido siempre y conservan para no admitirlos allí, en que los debe confirmar la lastimosa experiencia de lo que por iguales causas se padece en otras doctrinas del Perú.
412 Aunque no hay minas de oro ni de plata en aquella parte del Paraguay que siempre han ocupado las missiones, las hay en tierras de su pertenencia y dominios de los reyes de España, las que disfrutan los portugueses por haverse introducido hasta el lago de Xarayes, en cuya inmediacion ha poco mas de 20 años que se descubrieron unos minerales ricos de oro; y apropiandoselos sin mas fundamento que la ocupacion, se han mantenido en ella desentendiendose del remedio los ministros de España por no alterar con alguna expedicion la paz y buena correspondencia que se guarda entre dos naciones tan vecinas y parciales.
413 Estiendese la jurisdiccion eclesiastica del obispado de Buenos Ayres á los paises que son del govierno del mismo nombre, el qual, teniendo principio por el oriente en las costas maritimas orientales y meridionales de aquella America, confina por el occidente con las tierras del Tucumán; por norte, con las del Paraguay; y por el sur, con las tierras magallanicas, siendo las de su pertenencia las que forman las orillas del gran rio de la Plata, cuyo descubrimiento se debió á Juan Diaz de Solís, que, saliendo el año de 1515 de España con dos embarcaciones á este fin, arribó á sus orillas y tomó possession el rey de España, bien que, engañado de las aparentes demostraciones de paz que daban los indios, salió á tierra, y, alexandose de la playa, á muy corta distancia cargaron sobre él y le dieron muerte. El mismo viage repitió en el año de 1526 Sebastian Gaboto, el qual, entrando en el rio, descubrió la isla de San Gabriel, cuyo nombre le impuso, y, passando adelante, descubrió otro rio que desaguaba en el de la Plata, á quien impuso el de San Salvador, y en él hizo que entrasse su armada y la descargó, á que contribuyó el ser fondable; y haviendo fabricado una fortaleza y dexado en ella parte de su gente, continuó con la restante su navegacion por el rio Paraná cosa de 200 leguas, descubriendo tambien el del Paraguay. Gaboto, haviendo rescatado algunas planchas de plata de los indios que encontró, y particularmente de los guaranies, quienes la llevaban de las otras provincias del Perú, persuadido á que las sacaban de las inmediaciones de aquel rio, le dió el nombre de la Plata, y este ha prevalecido á el de rio de Solís, que antes tuvo, tomandolo desde su primer descubridor, el qual solo se conserva en un pequeño rio que está al occidente de la bahía de Maldonado como de 7 á 8 leguas.
414 Hace cabeza en este govierno la ciudad de Nuestra Señora de Buenos Ayres fundada el año de 1535 por Don Pedro de Mendoza, que fue el primero á quien se le confirió aquel empleo. Este la dispuso en un sitio llamado cabo Blanco, en la costa austral del rio de la Plata y junto á un riachuelo que hace su curso por allí; su latitud, segun la determinó el padre Feville por observacion, es de 34 grados 34 minutos 38 segundos austral; diósele el nombre de Buenos Ayres por serlos efectivamente los de aquella atmosphera. La planta de la ciudad es en un espacioso llano, algo elevado del plano, por donde corre el pequeño rio que le hace vecindad, siendo bastante su extension, pues se regula de hasta tres mil casas, donde habitan assi los españoles como la demás gente de castas que residen allí. La poblacion es prolongada y angosta; las calles, derechas y de proporcionado ancho, y la plaza principal, muy espaciosa y vecina al pequeño rio, ocupando la fachada que corresponde á este una fortaleza donde hace su continua residencia el governador, y la guarnecen con las demás fortalezas hasta mil hombres de tropa reglada. Las casas, aunque en lo antiguo eran por la mayor parte de tapias, cubiertas de paja y baxas, modernamente se han mejorado contruyendolas de cal y ladrillo con un alto, y casi todas están yá cubiertas de texa.
415 La iglesia cathedral, que es muy buena, sirve de parroquia á la mayor parte del vecindario pues, aunque hay otra á los extremos de la ciudad, es particular para los indios ó naturales. El cabildo se compone del obispo, dean, arcediano, una canongia de oposicion, que es la magistral, y otra de presentacion. Además de las dos iglesias referidas, hay varios conventos y una capilla real en la fortaleza. El govierno economico, politico y civil y el cuerpo de ciudad es en todo conforme á lo que queda dicho de otras.
416 El temperamento no tiene diferencia al que es regular en España. Las estaciones del año se distinguen en la misma conformidad; en el ibierno son frequentes y grandes los aguaceros, acompañandolos grandes tormentas de truenos y rayos que ponen horror á los habitadores; y en el verano se mitiga la fuerte influencia de los rayos del sol con algunos vientos suaves que se levantan desde las 8 ó 9 de la mañana en adelante.
417 Circundan á la ciudad unas campañas muy dilatadas y amenas, donde se estiende la vista sin embarazo para lograr el recreo de la verde yerva que las viste con igualdad. Su fertilidad hace sean las carnes tan abundantes que su valor por lo inferior no puede compararse con el que tienen en la ciudad mas abastecida y comoda de Europa ó de las Indias, siendo el cuero de las reses el que ordinariamente se compra; á esto se agrega el buen gusto porque, estando siempre gordas, nunca dexa de ser delicado. Las campañas que se estienden de Buenos Ayres para el occidente y sur y acia el norte estaban ahora 20 años tan poblados de ganados bacuno y cavallar silvestre que su mayor costo consistia en el trabajo de irlo á coger, y despues se vendia un cavallo por un peso de aquella moneda, y una baca, escogida en tropa de 200 á 300, por quatro reales. Aunque en los tiempos presentes no faltan, no es con aquella abundancia, y están algo mas retirados por las crecidas matanzas que tanto los españoles como los portugueses han hecho para aprovecharse de la corambre, principal renglon de aquel comercio.
418 A proporcion de las carnes, es abundante de caza y no menos de pescado, el qual se logra en aquel rio de varias especies, particularizandose la de los pexe reyes, que los hay de media vara y aun algo mas de largo. En frutas es tambien muy abastecida, lograndose de las europeas y criollas. Y por todo lo que se ha referido, es un país de los mas regalados que se pueden imaginar para las comodidades de la vida, haciendo excesso sobre todo la sanidad del ayre que en él corre.
419 Dista esta ciudad del cabo de Santa Maria, que está á la entrada del rio de la Plata por la costa del norte, 77 leguas. Y como el fondo del rio no es suficiente para que los navios grandes entren hasta Buenos Ayres, se quedan en una de las dos bahías que hay en la misma costa; la mas oriental dista de aquel cabo 9 leguas, á quien dan el nombre de Maldonado; y la otra, llamada Monte Video, tomandolo de un cerro alto que le está inmediato, como 20 leguas ó poco mas del mismo cabo.
420 A la governacion de Buenos Ayres son pertenecientes otras tres ciudades nombradas Santa Fé, las Corrientes y Montevideo. La fundacion de esta ultima es muy moderna, hallandose situada en los bordos de la bahía, de quien toma el nombre. Santa Fé cae al noroeste de Buenos Ayres, de cuya ciudad dista como 90 leguas, y su situacion es en la orilla del rio de la Plata, entre este y el rio Salado, que, passando por las tierras del Tucumán, entra en aquel; es de capacidad reducida, y sus casas guardan poca formalidad, provenido en parte de los insultos que en los tiempos passados y aun en los presentes ha padecido de los indios infieles, los quales, saqueandola con muerte de los moradores de aquellas campañas inmediatas, la han tenido en continua zozobra; por medio de esta ciudad, se hace el comercio de la yerva caminí y de palos entre el Paraguay y Buenos Ayres, segun antes queda dicho. La ciudad de las Corrientes, cuya situacion es en la costa oriental del rio de la Plata, entre este y el Paraná, dista de la de Santa Fé acia la parte del norte como cien leguas y hace frente á la governacion del Paraguay; su capacidad y disposicion aun es mas reducida y mal dispuesta que la de Santa Fé, no teniendo de ciudad mas que el titulo. En cada una de estas dos hay corregidor particular, que es theniente del governador, y la gente de sus vecindarios, no menos que la que tiene su demora en las campañas esparcidas en casas de campo ó poblaciones pequeñas, forman distintos cuerpos de milicias, que, uniendose quando los insultos de los indios amenazan, les hacen frente para defenderse de sus acostumbradas correrias. Parte de los pueblos de las missiones del Paraguay, como queda dicho, pertenecen á este obispado; y en quanto á la jurisdiccion real, son al presente dependientes del governador de Buenos Ayres todas las missiones del Paraguay por haverse segregado de aquel govierno las que antes estaban unidas á él.
421 Haviendose dado fin con el govierno de Buenos Ayres á las noticias de los que pertenecen á las dos Audiencias de Lima y Charcas y á las de los corregimientos comprehendidos en sus obispados, solo resta para concluir con las de todo el virreynato del Perú dar razon del reyno y Audiencia de Chile; pero debiendose tratar de ella con alguna mas extension, me ha parecido conveniente reservarlas á el siguiente libro. Las que se han incluido en este, segun he advertido en su lugar, eran dignas de mayor obra pues, por lo que se ha dicho en la primera parte de la provincia de Quito, se podrá inferir lo que serán las dos de que vá hecha aqui mencion, tanto por lo tocante al numero crecido de pueblos y gentío que estos encierran quanto por lo correspondiente á su comercio y tráfico. Y para formar un juicio mas completo, podrá fixarse la atencion; lo uno, en que la provincia de Quito está reducida á un obispado y parte de otro, comprehendiendo por el contrario la de Lima un arzobispado y quatro obispados, y la de Charcas, un obispado mas; y lo otro, que en la provincia de Quito son pocos los minerales que se trabajan y estos con ningun fomento, quando en las de Lima y Charcas están corrientes los mas por su mayor opulencia; y siendo estos el atractivo de la gente y el embeleso del comercio, corresponde en ellas mayor riqueza, mas crecido numero de habitadores, mas frequente tráfico y mas pronto y regular expendio de los generos que á ellas se conducen. Con todo, no es proporcionada la gente que hay en aquellas provincias á el dilatado espacio que ocupan, y se dice con bastante fundamento estar muchas despobladas porque no contradice á esto el que un corregimiento contenga veinte pueblos quando sus tierras se dilatan por partes treinta ó mas leguas y quince por donde menos, pues, si se forma una area quadrilonga con estas proporciones, contendrá quatrocientas y cinquenta leguas quadradas de territorio, en cuya suposicion corresponderán á cada uno de los 20 pueblos á razon de veinte y dos leguas y media quadradas, y esto es formando el cálculo por las menores distancias respeto de que, como queda visto por las noticias particulares de cada corregimiento, hay muchos que exceden considerablemente estas proporciones como tambien otros que, sin ser menores en extension, no llegan sus pueblos al numero de veinte.
422 Por lo correspondiente á lo que se produce y fabrica en cada uno de estos corregimientos, debe entenderse que solo se ha dicho aquello mas general y que además hay otras cosas particulares que se hacen ó crian en algunos pueblos, no siendo comunes á los otros, á semejanza de lo que sucede en los de la provincia de Quito, cuyas noticias podrán servir de modelo para formar concepto de lo que son aquellos paises, los quales se hacen dignos de la mayor atencion no solo por sus riquezas, por su fertilidad, por su vasta extension y por tantos otros motivos que concurren en ellos, correspondiendo agradecidos á los cuidados de su conversion y siendo los mas leales á la real corona, sino mas principalmente por la felicidad con que se ha establecido en ellos la religion, dando adoracion á Dios y obediencia al Romano Pontifice, su vicario, tantas almas sacadas del gentilismo é idolatría á esfuerzos del catholico celo de nuestros monarcas y cuidados del Supremo Consejo de las Indias.