Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
VIAJE A LA AMÉRICA MERIDIONAL II



Comentario

Inca Huayna Capac


87 Huayna Capac succedió á su padre en el imperio y fue el duodecimo de los Incas del Perú; dieronle el nombre de Huayna Capac, que significa mozo rico, esto es, de proezas y virtudes, segun queda yá explicado en la significacion del nombre del primer Inca.



88 La primera cosa memorable que se refiere de este Inca fue la célebre cadena de oro que hizo fabricar para solemnizar la fiesta de poner nombre y cortar el pelo á su hijo primogenito; esta cadena, segun cree Garcilaso, tenia de largo 350 passos y el gruesso de una muñeca, siendo su uso para asirse de ella los Incas al tiempo de hacer su bayle en aquella celebridad. En las conquistas no quiso parecer menos que sus antecessores y, assi, passó al valle de Chimu con un exercito de 40 mil hombres y, continuando desde allí en adelante sin hallar oposicion, se hizo dueño de los valles de Chacma y Pacasmayu y tambien de los de Zaña, Collque, Cintu, Tucmi, Sayanca, Mutupi, Pichiu y Sullana, que median entre el de Chimu y Tumpiz ó Tumbez, y finalmente de este ultimo, cuyo exemplo siguieron las naciones que le caían comarcanas, es á saber, la chunana, chintuy, collonche, yaquall y otras por la misma costa. Desde aqui hizo comparecer ante sí las naciones que havian intervenido en la alevosa traycion y muerte de los ministros de su padre y, despues de una severa reprehension, les fue intimando la pena, reducida á ser diezmados en sorteo los autores y executores de ella y muertos aquellos en quienes recayesse la suerte y que á los curacas y gente principal de la nacion huancavillca y sus descendientes se les sacassen dos dientes de los de arriba y otros dos de los de abajo para perpetua memoria y escarmiento.



89 Otra de las expediciones de este Inca fue contra la isla de la Puná, cuyo señor, que se nombraba Tumpallá, tomado parecer de los curacas y demás principales de la isla, resolvió darle obediencia; no fue este acto efecto tanto de la sinceridad y buena fé como de la necessidad y de la malicia porque, vuelto el Inca á Tumpiz dexando ordenado que muchos ministros, jueces y soldados de los que quedaban en aquella isla passassen á las naciones inmediatas de tierra firme á castigar sus desacatos, al tiempo de transportarlos de la Puná en las balsas, los arrojaron todos al agua y en ella les dieron muerte, declarando su general sublevacion con el assesinato de los que havian quedado en su recinto para governarlos y providenciar en las comodidades de aquel país. Huayna Capac recibió con esta lamentable noticia un gravissimo pesar por ser la mayor parte de los muertos Incas de la sangre real y manifestó su sentimiento vistiendose de luto; passado el termino del duelo, volvió á entrar en aquellas provincias sublevadas y en ellas hizo el castigo que correspondia, dando á cada uno el suplicio mas exemplar y condigno.



90 Otra igual sublevacion sucedida en la provincia de los chachapuyas dió motivo á que para su castigo huviesse Huayna-Capac le volver á ella las armas con el designio de hacer en sus moradores un singular escarmiento. No obstante, desde los confines solicitó atraerlos al deber por los medios de blandura; pero, añadiendo ellos al primer yerro el mas culpable de la obstinacion, apenas dexaron otra esperanza á su propia conservacion que la de salirse de las poblaciones, abandonandolas totalmente y retirarse á los cerros y parages mas ásperos para librar las vidas de un castigo que con justa razon temian fuesse general en todos; los viejos y mugeres que havian quedado en los pueblos por no poder seguir á los demás, recelosos tambien de que á ellos les deberia alcanzar la generalidad de la indignacion, ocurrieron á valerse de una mamacuna, que havia sido concubina de Tupac Inca Yupanqui y era natural del pueblo de Cassamarquilla, para que saliesse á pedir perdon al Inca en nombre de todos, en la confianza de que Huayna Capac no negaba cosa que le fuesse pedida por muger, mucho mas siendo de tan alta recomendacion y circunstancias; esta lo executó acompañada de todas las demás mugeres que havia en el pueblo y, con sus ruegos y las razones que le hizo, esforzadas con las lagrimas y clamores de las demás, contuvo la resolucion del principe y, aplacada su ira, no solo le confirió la facultad de que en su nombre otorgarse á todos el perdon, sí tambien la de que les hiciesse las gracias y mercedes que le pareciessen; con ella, embió quatro Incas sus hermanos y hijos de la misma mamacuna que los assegurassen de su benevolencia y los ministros y jueces necessarios para el govierno pacifico de la provincia, que, reconocida desde entonces á lo singular del beneficio, procuró recompensarlo en los esmeros de una inalterable fidelidad.



91 Dexando sossegada Huayna Capac la provincia de Chachapuya, continuó con su exercito á la reducion de los valles que le faltaban por conquistar, correspondientes á las tierras que por lo interior pertenecian al imperio. Llegó á los confines de las que se denominaban de Manta, las quales á los primeros requerimientos no tuvieron dificultad en admitirle; entre estas naciones, que en particularidad se distinguían con los nombres de apichichí, pichunsi, sava, pecllansimiquí y pampahuaci, havia algunas, ó las mas, tan barbaras que excedian en esto á todas las que los incas havian hasta entonces conquistado, pero mucho mas las que despues siguieron, nombradas saramissu y passau, tanto que, reconocida por el Inca su barbaridad, dixo, segun refiere Garcilaso , Volvamonos, que estos no merecen tenernos por señor.



92 Señaló por termino del imperio de aquella parte de valles la provincia de Passau y se retiró al Cuzco, haciendo visita de su imperio, y fue la ultima que executó. Estando en ella, recibió noticia de que los de la provincia de Caranque, reducidos á su dominacion, se havian sublevado con otros sus vecinos, aun no sujetos al imperio, y quitado la vida á todos los governadores y jueces puestos por él, que residian en Caranque; irritado de esto Huayna Capac, embió á aquella provincia un exercito con el fin de sujetarla y volverla á su obediencia, siguiendolo él en persona para qualquier ocurrencia; y no haviendo querido los sublevados admitir el partido de la misericordia, con que desde luego les brindaban los capitanes del Inca, entró este á la frente de su exercito, los conquistó con las armas y, en castigo de su atrevimiento y alevosía, hizo con los complices y prisioneros una tan severa demonstracion que mandó degollar un gran numero de personas en la laguna Yahuarcocha, que media entre los límites de aquellas naciones, y de este hecho quieren decir haversele originado su nombre, que significa lago de sangre, quedando por memoria de esta justicia.



93 Huayna Capac tuvo en su segunda muger legitima, Rava Ocllo, al principe heredero Huascar Inca y en la tercera, Mama Runtu, hija de su tio Auqui Amaru Tupac Inca, á Manco-Inca, el qual reynó tambien, despues de estar yá en aquellos paises los españoles; tambien tomó por concubina á una hija del rey Quitu y en ella tuvo á Atahuallpa, que fue rey de Quitu y despues, rebelado contra su hermano Huascar, se hizo reconocer emperador. Huayna Capac tuvo tanto amor á este su hijo Atahuallpa que consiguió del principe Huascar Inca permisso para colocarle en el reyno de Quitu con otras provincias de su inmediacion y, con este consentimiento, lo dexó declarado por legitimo heredero de él.



94 Estando Huayna-Capac en sus palacios de Tumipampa, le llegó noticia del arribo á aquellas costas de los primeros españoles con las señas de ser un navio con gente muy estraña; esto le puso en grandes cuidados porque al mismo tiempo se havian notado algunos casos tan raros en la tierra, en el ayre y en el cielo que estaban él y todos los de su imperio persuadidos á que se cumplian las predicciones del Inca Viracocha; assi lo declaró Huayna Capac en su testamento mas individualmente, diciendo que el aguero contenia que, despues de haver reynado doce Incas de aquella sangre real, iria allí nueva gente, la qual conquistarla y sujetaria aquel imperio, que sería tan valerosa que en todo les aventajaria y que, respeto á cumplirse en él el numero de los doce, presumia fuessen los que andaban en aquel mar y que, assi, para que se efectuasse lo que su padre el Sol queria, dexaba mandado que les obedeciessen en todo.



95 Murió Huayna Capac en Quitu, donde quiso passar los ultimos años de su vida por el amor que havia adquirido á aquel país desde que lo conquistó, mandó que se reconociesse á Atahuallpa por successor legitimo en aquel reyno y que su corazon y entrañas quedassen enterrados en la ciudad por muestra de su mucha inclinacion y su cuerpo llevado al Cuzco y puesto con los de predecessores.



Inca Inti Cusi Huallpa, por otro nombre Huascar Inca



96 Huascar Inca tomó en el Cuzco como el decimotercio rey de aquel imperio la borla colorada luego que murió su padre; y aunque su propio nombre fue Intu Cusi Huallpa, que significa sol de alegria, siempre le llamaron Huascar Inca en memoria de la célebre cadena de oro que su padre mandó hacer para solemnizar la imposicion de su nombre y ceremonia de cortarle el pelo.



97 Passados muy pocos años de haver ascendido al trono, Huascar Inca empezó á echar menos entre las piedras de su corona la del reyno de Quitu y demás provincias que le havian quedado á Atahuallpa por via de patrimonio, aunque á su separacion havia condescendido él mismo en tiempo de su padre. Ansioso, pues, de recuperarlo, embió embaxador á su hermano Atahuallpa, reconviniendole para que le diesse la obediencia porque solo en la calidad de vasallo podria gozar aquel reyno, el qual le pertenecia á él legitimamente; Atahuallpa, con encubierta malicia y mas que sobrada astucia, le correspondió diciendo que estaba pronto á hacerlo; con cuyo motivo y el de passar al Cuzco á hacerlas exequias de su padre, tuvo arbitrio de introducir un exercito de mas de 30 mil hombres al comando de dos capitanes de su mayor confianza, llamados Challcuchima y Quizquiz, los quales se fueron acercando dissimuladamente al Cuzco, donde Huascar se mantenia al principio sin recelo; pero quando advirtió la malicia del hermano, yá no era tiempo de juntar exercito suficiente para hacerle oposicion, y assi salio á recibir los contrarios con la gente que pudo, y aunque bastante en numero, no de igual experiencia en la guerra; dióse una cruel batalla entre los dos exercitos en unos campos al occidente del Cuzco cosa de dos á tres leguas, y, después de haverse disputado la victoria todo un dia, quedó el exercito de Huascar Inca vencido, y este principe, prisionero, siendo tratado de los capitanes de su hermano con el mayor rigor y desatencion que se puede imaginar.



98 Atahuallpa, viendose vencedor, no pudiendo como bastardo gozar el imperio haviendo tantos legitimos de la sangre real, se valió de un ardid para que todos los mas ocurriessen al Cuzco y, teniéndolos allí juntos, los mandó dar muerte sin excepcion de sexo ni edad, durando casi dos años y medio la crueldad de derramar la sangre real de los Incas, siendo muy raros los que escaparon de tan grande persecucion; no mandó quitar la vida á Huascar Inca porque, para aumentarle el tormento, quiso que viesse perecer antes á todos los de su familia y que fuesse testigo ocular de la crueldad con que se executaba, pero dispuso que se mantuviesse preso y oprimido con buena guardia, interin que él se hallaba en Cassamarca entendiendo en el establecimiento del govierno, para colmar con su muerte la tiranía después de estar assegurado en el trono.



99 Poco tiempo pudo gozar Atahuallpa de la dignidad soberana que tan injustamente havia usurpado porque, llegando Don Francisco Pizarro y, con él, los primeros españoles que hicieron las conquistas del Perú, fue preso en Cassamarca por Pizarro. Pagó con la vida el delito de haverla mandado quitar á su hermano, estando él yá prisionero; pues recelandose que si los españoles llegassen á instruirse de ser Huascar el legitimo soberano le havian de despojar á él del imperio, ordenó á los capitanes que lo conducian preso del Cuzco á Cassamarca, y se hallaban entonces en Sausa, que lo matassen, fingiendo luego á Pizarro que se havia executado la muerte sin intervencion ni noticia suya; no fue bastante disculpa esta para que, fulminandosele á Atahuallpa por Pizarro processo y acomulandole tambien el que conjuraba secretamente sus tropas para que viniessen á libertarle y matar á los españoles, dexasse de ser sentenciado á muerte, la que se executó dandole garrote, sin que le huviesse valido haver antes entregado el oro que por su rescate havia ofrecido y que por su gran cantidad fue una de las mas calificadas pruebas que han hecho memorable la riqueza de aquel imperio y el sucesso de esta prision; antes de morir, á persuasion de los que le llevaban, pidió el bautismo, y en él le dieron el nombre de Juan; fue el decimoquarto rey ó Inca que tuvo aquella monarquia porque tomó la borla colorada despues de haver puesto en prision á Huascar Inca y el ultimo soberano de la sangre real de los Incas en el Perú, recayendo desde entonces la dominacion de él en los reyes de España, cuya succession es la que se continuará.



Don Carlos I de este nombre



100 Don Carlos I de este nombre, rey de España, V emperador de Alemania y XV monarca del Perú, nació hijo de Don Phelipe, archiduque de Austria y primero rey de este nombre en Castilla, y de Doña Juana, su muger, hija de los Reyes Catholicos y succesora de esta monarquia. Por la muerte de su padre el rey Phelipe I, sucedida en Burgos á 25 de septiembre de 1506, y enfermedad de su madre, entró Carlos V en el govierno, possession y goce de todos los estados de Castilla y, luego que falleció en 1516 á 23 de enero el rey Catholico Don Fernando su abuelo, que en nombre de la princesa Doña Juana los administraba, fue jurado por rey de Castilla y Aragon, conservandose no obstante en las provisiones reales el nombre de su madre como reyna propietaria. Los grandes cuidados de que se vió agitado este principe desde su exaltacion al trono imperial no fueron bastantes para que dexasse de emplear su atencion á la conquista y mas acertado govierno de los Indias, cuyo descubrimiento se havia debido á los señores Reyes Catholicos; y omitiendo aqui como no tocantes á nuestro assunto los progressos que hacian sus armas en la parte septentrional de aquel Nuevo Mundo y cumpliendo con las leyes del resumen historico que hemos ofrecido, se tratará solamente de los que sus capitanes y oficiales hicieron en la parte meridional, conocida con el nombre general del Perú.



Don Francisco Pizarro



101 Este célebre capitan, natural de la ciudad de Truxillo, en Estremadura, y hijo natural del capitan Pizarro, passó á las Indias en los primeros años de su descubrimiento con Alonso de Ojeda y, siguiendo en Tierra Firme y el Darién la fortuna de aquellas guerras, tuvo bastantes ocasiones de mostrar su valor y conducta; pero como regularmente los sucessos felices suelen ser estímulo para acometer nuevas y mayores empressas y á los primeros del descubrimiento de aquellas vastas provincias subsiguiessen con tantas ventajas las de las conquistas, apenas se acababan unas quando aspiraban á otras, á que no poco les alentaba la concebida esperanza de mayor comodidad, mando y riquezas. Llevados, pues, de este incentivo y del de la gloria, á que yá estaban acostumbrados, Don Francisco Pizarro y Don Diego de Almagro hicieron compañia con Hernando de Luque, maestre de escuela de la ciudad de Panamá, y obtuvieron licencia de Pedrarias Davila, governador de Castilla del Oro, para hacer descubrimientos acta el medio dia por las costas del mar del sur, de donde yá havia algunas vagas noticias de la riqueza y extension del país.



102 Haviendo salido de Panamá Don Francisco Pizarro en el año de 1525, llegó á Tumbez, que los indios llamaban Tumpiz, y cabo Blanco en el de 1526 y tomó posesión de aquellas tierras en nombre de la Corona de Castilla y Leon; siguióle su compañero Don Diego de Almagro en otras embarcaciones, y ambos tuvieron varios reencuentros con los indios y no pequeños trabajos, empleando en este descubrimiento el tiempo de tres años.



103 Con la noticia ya mas individual que adquirieron en Tumbez de las riquezas del Perú, determinó Pizarro venir á la Corte en el año de 1528 y obtuvo despachos del emperador, concediendole titulo de adelantado mayor y la gracia del governador y capital general de todas las tierras que en aquel vasto imperio conquistasse.



104 Despachado tan favorablemente, se restituyó en el año de 1529 á Panamá, en donde con un segundo armamento volvió á navegar en el de 1530, llegando á Tumbez, fundó la ciudad de San Miguel de Piura; passó luego á Caxamarca ó Cassamarca; y viniendo allí á verse con él el Inca Atahuallpa, quedó hecho prisionero por los españoles, y, siendole fulminada causa y sentenciado á muerte, fue esta executada, segun queda yá advertido.



105 Unido en Caxamarca Pizarro con su compañero Don Diego de Almagro, que con nueva gente le fue á encontrar y libre yá de los cuidados en la custodia de aquel principe, se encaminaron ambos al Cuzco, en donde fueron recibidos de paz con el concepto de ser los españoles las deydades profetizadas por su Inca Viracocha, y se hicieron dueños de aquel imperio sin dificultad alguna.



106 Haviase libertado de la crueldad de Atahuallpa Manco Inca, hijo de Huayna Capac y, declarandose pretendiente de aquel imperio como successor legitimo y mas inmediato, passó con esta solicitud al Cuzco, donde fue muy bien recibido de Pizarro, concediendole este que tomasse la borla colorada mas no el libre govierno de sus dominios y vassallos, diciendole ser necessario para ello esperar á que las capitulaciones se aprobassen en España por el emperador. En este intermedio se ofrecieron algunas diferencias entre Pizarro y Almagro sobre los limites de sus governaciones pero, apaciguadas por entonces, pudo Pizarro volver acia la costa para entender en la fundacion de Lima y dar fixo assiento á las cosas de aquellas tierras, y Almagro passar en el año de 1535 á la conquista del reyno de Chile, en donde fue recibido sin dificultad, facilitandole la empressa los socorros con que Manco Inca solicitaba ganar las voluntades de los españoles á fin de obtener de este modo la restitucion de su imperio.



107 Reconociendo este principe ser vanas las esperanzas de recuperarlo por los medios amigables, dispuso con los suyos una conjuracion general en que poder lograrlo con las armas y acometió al Cuzco cargando repentinamente sobre esta ciudad con doscientos mil indios, resueltos á dar muerte á todos los españoles que allí havia y que apenas llegaban á 200, los 120 de infanteria y los 80 restantes de cavalleria, comandados todos por Hernando Pizarro, á cuyo cargo havia dexado su hermano Don Francisco el govierno de aquella capital. Los indios, con repetidos assaltos y escaramuzas incessantes, tuvieron tan estrechados á los españoles, ganada la mayor parte de la ciudad y su fortaleza, que casi los reduxeron al extremo de abandonarla si el empeño de la propia honra no les huviesse dictado el mejor partido de defenderla, recuperar la fortaleza aunque con la pérdida de Juan Pizarro, hermano tambien del adelantado, y obligar á los indios despues de 17 dias de porfiados reencuentros á que, afloxando en el vigor de sus acometimientos, reduxessen el sitio á menos estrechez. Al mismo tiempo, se lo havian puesto á Lima pero fueron obligados á levantarlo por la mayor comodidad y numero de gente castellana que havia en su defensa. Un año duró el del Cuzco sin haver podido llegar los socorros embiados por Don Francisco Pizarro porque, esperandolos los indios en un estrecho passo llamado de Parcos, lograron destruirlos; pero volviendo de Chile Don Diego de Almagro y experimentando siempre Manco Inca pocos adelantamientos en su empressa, se reduxo á abandonarla, retirandose á vivir con algunos que le siguieron en lo mas fragoso de los Andes por no causar en sus subditos mayores estragos en la continuacion de la guerra eligiendo para ello el sitio nombrado Villcapampa.



108 Pretendia Almagro que, por la ultima gracia que la magestad imperial le havia hecho concediendole doscientas leguas de governacion, que se havian de contar desde los terminos de la de Pizarro acia el sur, le pertenecian las ciudades de los Reyes y el Cuzco, mediante que, debiendose contar las de Pizarro desde la equinocial y siendo doscientas las que primero se le havian concedido y setenta mas las que se le havian ampliado, todas se completaban segun los rodeos del camino antes de la ciudad de Lima; y este fue el motivo de dexar á Chile y passar al Cuzco para hacerse recibir allí de governador. Hernando Pizarro, que lo era por nombramiento de su hermano, no quiso darle la obediencia pero Almagro con su gente se apoderó por fuerza de la ciudad y puso preso á Pizarro con otros muchos de su partido, y de aqui se originó una civil guerra que no terminó hasta la sangrienta batalla de las Salinas ó Cachipampa, á una legua al sur del Cuzco, dada en el 6 de abril de 1538. El exercito de Almagro, compuesto de menor numero que el otro, quedó vencido y derrotado, y Almagro, compuesto de menor numero que el otro, quedó vencido y derrotado, y Almagro fue hecho prisionero del mismo Hernando Pizarro, á quien pocos dias antes havia dado libertad; posseido este de la ira y del deseo de vengarse, pospuestos todos los motivos que recomendaban la vida de Don Diego de Almagro, le fulminó causa y le hizo dar muerte por el medio de un garrote dentro de la misma carcel.



109 Los del partido de Almagro, resentidos de semejante violencia y de verse tratados como rebeldes y desposseidos de los repartimientos de tierras y indios, ocurrieron á España con la quexa; Hernando Pizarro los siguió para justificarse, pero, como fueron poderosas las acusaciones, á poca tiempo de haver llegado, fue puesto en prision, en la qual permaneció por espacio de veinte y tres años.



110 Don Francisco Pizarro, á quien el rey havia hecho merced del titulo de marqués de los Atabillos, viendose yá absoluto governador de aquel imperio, dispuso que su hermano Gonzalo Pizarro passasse con otros españoles á hacer la conquista del Collado y los charcas, en la qual no dexaron de ofrecerseles dificultades porque los indios de estas provincias les hicieron grade oposicion, y tal que, cercados por ellos los españoles, llegaron al extremo de verse casi perdidos en Chuquisaca, pero al fin consiguieron la empressa y, hechos dueños del país, fundaron en aquel sitio la ciudad de la Plata, distante de las minas del Potosí ó Potochí, hasta entonces no descubiertas, de 20 á 25 leguas.



111 Considerando el marqués Francisco Pizarro la grande extension de su governacion, determinó ceder la de Quito al mismo Gonzalo Pizarro por haver obtenido real cedula y facultad de poder dar á sus hermanos parte en ella; luego que Gonzalo Pizarro fue recibido por governador en Quito, empezó á disponerse para la expedicion de los canelos, en la qual estuvo desde principios del año de 1539 hasta junio de 1542, passando imponderables trabajos, necessidades y conflictos tales que fueron muy pocos los que salieron vivos de allá; entre los sucessos que hicieron famosa esta expedicion, fue el haver Francisco de Orellana navegado hasta salir al mar por el rio Marañon, de que yá queda hecha mencion, por lo que escusamos el repetirla aqui mas individual.



112 Durante esta expedicion, fue violentamente muerto en Lima el marqués Don Francisco Pizarro por los del bando de Almagro, los quales, viendose despreciados de todos, destituidos de los repartimientos y hacienda y siendo los mas míseros y pobres de la ciudad, se havian juntado con Don Diego de Almagro el mozo, del adelantado, y en su compañia dispusieron la sublevacion, que tuvo efecto mas por el desprecio que hizo el marqués de las noticias de ella que por la cautela con que la tramaron ni por las fuerzas que tenian para sostenerla; y poniendola en execucion el dia 26 de junio de 1541 al medio dia, passaron trece de los almagros á la habitacion del marqués, en la qual le dieron muerte y á los que le acompañaban. De este modo, tuvieron desgraciado fin aquellos dos grandes caudillos primeros conquistadores del Perú y, por tan poco tiempo, pudieron gozar del fruto de sus victorias y del honor adquirido en sus conquistas.



113 Quando Pizarro y Almagro se encaminaron á tomar la possession del Cuzco, dexaban yá subordinado todo el país que se estiende desde Caxamarca á Tumbez porque á pocas diligencias daban los pueblos la obediencia á los españoles, y, llegados al Cuzco, empezaron á hacer repartimiento de las tierras y poblaciones conquistadas entre la gente que les acompañaba y havia ayudado en la empressa.



114 El reyno de Quito, como mas distante y que, á proporcion del menos tiempo que estaba sujeto al imperio de los ingas, conservaba mas vivas las memorias de sus particulares señores, á vista de tanta novedad, tuvo ocasion de que levantassen varios curacas pretendiendo su soberanía y defender la antigua libertad contra los esfuerzos de los españoles; entre estos, havia un indio llamado Rumiñavi, que fue uno de los primeros generales de Atahuallpa, el qual, mas atrevido que los demás, haviendo dado muerte tyranicamente á los descendientes de este principe, solicitó hacerse rey; con este motivo y haverse sabido en el Cuzco que Don Pedro de Alvarado iba á hacer la conquista de aquel reyno en virtud de licencia que el emperador le havia concedido el año de 1535, dispuso Pizarro que Almagro y Sebastian Belalcazar passassen con gente á recibir á Alvarado y hacer con él algun convento.



115 Alvarado con su gente havia tornado tierra en la costa de Puerto Viejo y, despues de grandes trabajos en atravesar la cordillera, llegó al reyno de Quito; sobrevino poco despues Almagro, y los dos exercitos estuvieron para darse batalla en los llanos de Riobamba, pero se escusó conviniendose Alvarado en dexar su armada, cavallos y pertrechos por la suma de 120 mil pesos que le havian de dar en oro, con lo que se volvió á su governacion de Guatemala. Sebastian Belalcazar, que havia antes empezado la misma empressa de orden de Pizarro, continuó en sossegar aquellas provincias y traerlas á la obediencia, quedando assi conquistada en el corto tiempo que governó Pizarro y con pequeña costa de gente y caudales la mayor parte ó casi todo lo que pertenecía al imperio de los ingas. No debemos contar al marqués de los Atabillos entre los virreyes del Perú porque no tuvo titulo de tal y, assi, diremos haver solo sido el primer governador de aquel imperio.