Comentario
CAPITULO X
Que trata de la fundación de la cabecera de Quiahuitztlan
y de sus señores y gobernadores
Hemos tratado de la sucesión de los Xicotencas largamente; razón será que tratemos de la cuarta parte de Tlaxcalla, que será de la cabecera de Quiahuitztlan, que no menos valor tuvo que las demás cabeceras, ni menos origen ni principio.
Es de saber que [cuando] los chichimecas, primeros pobladores, vinieron poblando por Amaquemecan y vinieron rodeando las faldas de la Sierra Nevada y Volcán, algunos de ellos siguieron el rumbo del Norte y fueron a poblar las tierras de Tullantzinco y demás provincias de aquella sierra, como atrás dejamos referido. [Mas] algunas cuadrillas y legiones se quedaron en la provincia de Tepetlaoztoc, que en una legua de Tetzcuco hacia la parte del Norte, donde hallaron muy grandes cuevas en que vivir, y ansí se llama Tepetlaoztoc, porque quiere decir en lengua nahuatl mexicana. "En las cuevas de la Tezca". Y allí poblados, pasaron adelante sus capitanes más principales y, caminando, llegaron a la provincia de Tlaxcalla, en la cual hallaron poblados a sus amigos los chichimecas, que vinieron rodeando las Sierras Nevadas y Volcán, y hallando pobladas y ocupadas tan buenas y fértiles tierras, trataron con Culhuatecuhtlicuanez [para que] les acomodase en alguna parte de lo mucho que tenía como Señor Universal de toda la provincia de Tlaxcalla y Texcalticpac. Dióles cómodamente lo que fue necesario para su poblazón; de suerte que tuvieron conocido lo que habían de poseer. Y esto les sucedió antes del gran cerco que se les hizo por los huexotzincas, porque se hallaron en Texcalticpac a la defensa de su patria. Luego de como pasó la refriega, se fueron a poblar la parte de Quiahuitztlan, que es la cuarta cabecera de Tlaxcalla, que dicen de Citlalpopocatzin. El primer Señor de ella fue Mizquitl, al cual le sucedió Timaltecuhtli. A éste le sucedió Tozcoyohuatecuhtli; a éste, Cohuatzintecuhtli; a éste, Quetzalhuitzin; [y] a éste, Zacancatzin, que no reinó más de un año. Y por su muerte, le sucedió Iyactzin; y a éste, Citlalpopocatzin. Llamose ansí, porque cuando nació se vio en el cielo una cometa muy grande y espantoso que echaba muy grande humo de muy grande cola. En el tiempo en que éste reinaba vino Hernando Cortés, que, ansímismo, le fue leal amigo y de todos los cristianos y ayudó en la conquista contra los mexicanos valerosamente. Después de sus días, quedó en el gobierno de esta cabecera Quetzalcohuatecuhtli. A éste sucedió Tlatlachtzintemilotecuhtli, llamado D. Antonio. Muerto éste, sucedió D. Thomás de Santa Cruz y, porque fue incapaz para el gobierno, le sucedió D. Julián Motolinía, y a éste, D. Antonio de Luna, que hoy vive.
Hase de advertir aquí que al principio y origen de esta cabecera fueron heredando por línea recta y derecha sucesión hasta Xipantecuhtli y hasta Citlalpopocatzin. Como fue la herencia sucediendo en hermanos, cuando vino a dar la vuelta, que habían de heredar los hijos del primer hermano, obo discordias. Dende allí en adelante, como eran todos primos y hermanos, acordaron que sucediese el señorío por elección, como fuese ésta entre los mismos pretensores e interesados. Esto se ha venido guardando y observando hasta hoy. Finalmente, que con esto he acabado de tratar de la descendencia de las cuatro cabeceras de TlaxcaIla, reinos y señoríos, que no fue otro nuestro fin, aunque, para mayor claridad, quiero ponerlo por más extenso, porque no se oscurezca su memoria por la venida de los cristianos y primeros españoles.