Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO



Comentario

CAPITULO XXII


De otros muchos reinos que hay en este nuevo mundo y de

sus nombres y propiedades, y en especial de la famosa ciu-

dad de Malaca



Cerca de este reino de Sián están dos reinos juntos, el uno de ellos se llama Lugor y el otro Patane. Son ambos de un Rey moro de casta malaya; y no obstante esto, la gente de estos reinos son gentiles y se ha conocido en ellos voluntad de que serían cristianos de buena gana si tuviesen quien les predicase el Evangelio. La tierra es muy rica de oro y pimienta y otras muchas cosas de droguería, y la gente muy pusilánime y para poco, y a esta causa son más amigos de casas de regalo y contentamiento que de guerras ni cuestiones.

Al cabo de este reino está el Estrecho de Malaca, en el cual hay dos reinos pequeños, el uno de ellos se llama Paon y el segundo Jor. La gente del primero es la gente más traidora que debe haber en el mundo como lo han experimentado muchas veces los portugueses. La del segundo reino, una vez está de paz y otras de guerra con los dichos portugueses: la paz la tienen cuando se ven en necesidad de ella, y la guerra muy de ordinario. En estos dos reinos son todos medio moros, a cuya causa parece que vendrían de mala gana a nuestra Ley evangélica, si ya con el favor de Dios no se ablandasen y dispusiesen sus corazones.

Este Estrecho de Malaca está debajo la Equinocial y pónense desde el reino de Cochinchina hasta el 376 leguas. Es un mal Estrecho y muy peligroso para las naos que van por él, que pocas veces dejan de padecer borrasca o otro mayor peligro, como les sucedió a una bien grande en la boca del Estrecho en presencia del Padre fray Martín Ignacio, que se la tragó en muy poco espacio la mar y más de 300 mil ducados de mercaduría que llevaba; aunque este suceso lo atribuyeron los nuestros más a justo juicio de Dios que a la tormenta, porque, según se entendió, habían precedido grandes culpas, a lo menos al tiempo que se hundió, pues con estar bien cerca la en que iban él y otros muchos, no tuvo sospecha de peligro.

Desde este Estrecho hasta Malaca se va por una costa de mar y hay 25 leguas de camino: toda la orilla está poblada de grandes arboledas muy espesas, y así por esto como por ser tierra despoblada, hay muchos tigres y lagartos grandísimos y otras muchas fieras.

Esta ciudad de Malaca está en nuestro Polo Artico elevada del Ecuador un solo grado. Antiguamente era la más principal ciudad de todos estos reinos y en ella residía un gran Rey Moro. Después fue conquistada por los portugueses (que hicieron en estas guerras cosas muy hazañosas y de gran fortaleza y ánimo) hasta echar los moros de ella y de toda la comarca y hacer su mezquita (que era un edificio singular) Iglesia mayor, como lo es el día de hoy; y demás de ella hay tres monasterios de religiosos de Santo Domingo y de San Francisco y de los Padres de la Compañía de Jesús. Es la tierra templadísima con estar tan cerca de la línea equinocial y es la causa que todas las semanas ordinariamente llueve tres o cuatro veces, que es la mayor sanidad que hay en toda esta tierra, por lo cual es fertilísima y abundantísima de mantenimientos, y particularmente de frutas, que hay muchas y algunas nunca vistas en Europa. Entre las cuales hay una que llaman en lengua malaca durion, y es tan buena que he oído afirmar a muchos que han dado vuelta al mundo, que exceden en sabor a todas las que han visto y gustado en todo él. Es de la forma de un melón, cuya corteza es algo dura y tiene unas espinacas blandas por de fuera, como un vello, y dentro en unas casicas de carne, que es del mesmo color que el manjar blanco, y de tan buen sabor y alimento como él. Dicen algunos que lo han visto que podría ser la en que pecó Adán, llevados (sic) del singular sabor, y de que las hojas del árbol que la cría son tan grandes que puede con una cubrirse un hombre; pero esto es adevinanza. Hay cañafístola para cargar flotas, y muy buena y gruesa y de singular efecto. Una de las cosas más notables de este reino es un maravilloso árbol y [de] virtud admirable, el cual echa muchas raíces de tan contraria virtud, que las que hacen de Oriente son contra cualquiera ponzoña y calenturas y otras muchas enfermedades que hacen guerra a la vida humana, y las raíces que produce al Poniente son ponzoña finísima y muy dañosa y de efectos en todo diferentes de los primeros. De manera que aquí parece se hallan dos contrarios en un sujeto, cosa que en filosofía se suele poner por imposible.

Es esta ciudad de gran contratación, porque acuden a ella de todos los reinos que hemos dicho y de otros muchos que están cercanos, y particularmente mucho número de naos gruesas de la India, Cantón y Chincheo y de otras muchas partes. También los japones llevan a vender allí la plata, y los del reino de Sián muchas cosas muy curiosas, en especial clavo y pimienta de las Islas Malucas, y los de Burneo mucho sándalo y nuez moscada; los de la Java y Pegu el palo de águila, los de Cochinchina y Cham gran número de telas de seda y otras drogas y especerías; los de Samatra o Trapobana mucho oro y cosas labradas y ropas finas de bengalas y coromandel. Todas estas y otras cosas hacen esta ciudad muy insigne y bastecida, y por tal es tenida y engrandecida de los portugueses, que van ordinariamente todos los años a contratar a ella.