Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
MEMORIALES DE LAS INDIAS AUSTRALES



Comentario

MEMORIAL 33


Señor.



El Capitán Pedro Fernández de Quirós. Si por grandeza, cuál mayor que poblar un nuevo mundo de cristianos? Si por riquezas, cuáles más que las que promete, estando por desnatar en tierra y mar? Si por fama y gloria, cuál con más valor ni más eterna? Si por beneficio público, cuál más universal ni de más géneros? Si por gozar una buena ocasión, cuál como ésta que fui y vi y sé a donde están las tierras que descubrí, y pido su cobro a V.M. que es Rey y Señor poderoso?



Si por obrero barato, daré firmado de mi nombre, no quiero nada por lo obrado y por obrar, a fin de que la obra se haga menos costosa y toda mi parte se convierta en sus mayores bienes della y de los que en ella hubieren de ir a obrar.



Si por celo, puedo afirmar con verdad que para con Dios deseo que allí se cumpla su voluntad santísima, para con V.M. todo cuanto me mandare para con los naturales, que uno sólo no se ofenda en la menor de sus cosas y que todos sean dominados como conviene y amparados en su justicia como se debe, para con los nuestros, que yo y ellos nos ajustemos a la razón, valiéndome para ser así de los medios más propios que el tiempo ha demostrado, o, por mejor decir, Dios los dará.



Si por ocupar la gente buena sobrada en el Pirú, cuál aparejo mejor ni parte en que se pueda ganar con ella, ni mayor alivio de aquellos reinos, bien necesario en ellos? Si por tiempo cuál como éste, que parece el de la paz de Octaviano para V.M. que está sin guerra? Si por seguridad de todos los bienes espirituales y temporales que encierra en sí este gran caso, cuál más firme que ganar por la mano en poblarlo? Si por Dios, cuyo es todo y por cuyo amor debe gastar y aventurar haciendas, honras y vidas, cuál mayor ni más lucido servicio que quitar al demonio la adoración que tiene de todas aquellas gentes, y atraer su número tan copioso al conocimiento de su Creador? y si todas juntas, Señor, estuvieran hoy arrodilladas en la presencia real de V.M., representando su perdición, alegando su derecho, pidiendo con lágrimas y por justicia el remedio que V.M. de a otras y recordando lo que sonará en el mundo de presente y de futuro, el sí o no en que está la salvación o condenación de sus almas? Bien creo de la piedad cristiana de V.M., lo mucho que se lastimaría delas y la presteza conque V.M. mandará darme un despacho tan bueno, tan claro y tan firme como lo pido y conviene a necesidades tan vivas y a socorro tan falto; en suma a un servicio de Dios inestimable, y grande de V.M., a quien humildemente suplico no permita ni sufra tan incontables pérdidas y daños irreparables, ni que deje de conseguir la parte que me puede tocar de la ganancia de un alma, cuando más de las que se pueden salvar hasta el día del juicio, ni que desea el más desgraciado hijo de España, no siendo el de menores pensamientos y deseos, ni el que menos he sufrido y porfiado por librar de olvido y llevar a su debido fin esta mayor de las obras que me cupo en suerte comenzar.



Dios, por quien es, se sirva dar a sentir su voluntad santísima a V.M. en la propia, pues en la mía no siento mudanza.