Comentario
Gracias a las listas de suscripción, una novedosa modalidad de comercialización de obras que gustaban en la época - tanto las de carácter periódico como las narrativas o teatrales- se puede conocer algo más acerca de las mujeres que leían. Aunque las suscripciones sólo muestran las preferencias de un sector particular del público con un poder adquisitivo que permitiese el desembolso del precio de una obra literaria antes de su salida oficial y el deseo de figurar públicamente en las listas comentadas, es una fuente muy limitada porque muchas editoriales y sus suscriptores solían ocultar a muchas lectoras tras los nombres de sus padres o maridos. (191)