Época: Edad Moderna
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Mujeres lectoras y escritoras

(C) Adán Ruiz



Comentario

Gran cantidad de obras contenían advertencias de autores e impresores sobre a quiénes iban dirigidos sus escritos, decantándose por el público femenino en sus avisos -si eran para varones, no se solía avisar de ello-. Las mujeres modernas eran consumidoras en potencia, a las que se podía seguir moralizando a través de escritos que, además, leían con gusto. Desde el siglo XVI, y con mayor intensidad a partir del siglo de la Ilustración, fue una constante la proliferación de publicaciones para las mujeres. En su mayor parte se trataba de obras de moral y economía doméstica, como Instrucción de la mujer cristiana de Luis Vives, publicada en 1524, o La perfecta casada, de fray Luis de León, a los que luego seguirían tratados de medicina doméstica o del cuidado de niños o mayores, además de obras de entretenimiento al estilo de colecciones de novelas para mujeres.


Biblioteca Nacional de España (Madrid). Luis Vives

Biblioteca Nacional de España (Madrid). Luis Vives




La prensa, introdujo poco a poco a las mujeres en sus escritos, hasta el punto de dejar a algunas de ellas colaborar con las publicaciones, a través de cartas enviadas por ellas mismas o escritas por los propios periodistas desde el prisma de una mujer. Un proceso que culmina en periódicos que se decían escritos por damas, aunque dirigidos a un público general como La Peinadora Gaditana (1763-1764) de "Beatriz Cienfuegos" y Pensatriz salmantina (1777) de "Escolástica Hurtado", así como en publicaciones específicas, de las que sólo llegó a ver la luz el Correo de las damas (1804-1807). Otros como el Diario del bello sexo (1795), el Diario de las damas (1804) o el Liceo general del bello sexo (1804) no vieron la luz.