Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Indias y Españolas en la frontera
Siguientes:
Las causas del declive demográfico americano

(C) Adelaida Sagarra Gamazo



Comentario

Las culturas indígenas no tenían registros de habitantes, o al menos no de forma que a los españoles fuera inteligible. Los primeros funcionarios indianos no consiguieron unificar sus criterios de cómputo y -además- tendieron a implementar los números por razones obvias. Pese a las nuevas técnicas, es un tema que no se ha clarificado, y precisa una revisión de otro tipo de fuentes como son las locales. Además, el tema de la unidad familiar o patrón familiar es complejo. Para el Viejo Mundo es aplicable el coeficiente 5 por fuego; para Indias, los expertos de la Escuela de Berkeley - Cook, Borah y Simpson- proponen un coeficiente entre 2,8 y 3,3. Muchos otros estudiosos no están de acuerdo. Además, las tasaciones, recuentos, relaciones geográficas, documentos fiscales -sólo tributaban los varones- son inciertos; no hay datos para todas las regiones lo que ha obligado a extrapolaciones puramente teóricas.


Primera entrada de Cortés y sus tropas en Tenochtitlan. Panel de la Conquista, Museo de América de Madrid

Primera entrada de Cortés y sus tropas en Tenochtitlan. Panel de la Conquista, Museo de América de Madrid




Está claro que en medio de un sin fin de opiniones hay tres grandes líneas de cálculo -alcista, intermedia, bajista- y un clara llamada de atención para lo que fue una verdadera catástrofe demográfica. Alcistas como Dobyns o Cook y Borah estimaban una población nativa entre 90 a 112 millones -todas las cifras son entre 1492 y 1555-; posiciones intermedias como las de Rivet, Sepper o Denevan oscilan entre los 40 y los 57,3 millones; los bajistas Kroeber, Rosenblat y Steward hablan de 15,5 a 8,4 millones. Es muy difícil calcular cuántos millones de personas desaparecieron, pero en todo caso la catástrofe demográfica es innegable, aunque desde luego no fue un genocidio programado.