Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
La mujer en el Franquismo

(C) Mercedes Alonso de Diego



Comentario

Con cierto retraso con respecto a Europa comenzaron en España los estudios dedicados a la mujer. En los ochenta aparecieron las primeras monografías, de carácter político o social, entre las que destacó Mujer y sociedad en España (Ministerio de Cultura 1982). La obra, estructurada en secuencias temporales, abordaba un aspecto característico del cada período en cuestión. Después se publicó la Historia de las Mujeres, de Georges Duby y Michelle Perrot, cuyo tomo referido a España y dirigido por Mary Nash, ofrecía un panorama general de la mujer durante el mandato de Franco, que repasaba los roles que les fueros asignados a las mujeres, la oposición de estas al Régimen y las estrategias que siguieron. Es una obra interesante por su carácter internacional y sincrónico, ya que permite la comparación de las distintas situaciones de las mujeres, en un mismo periodo cronológico y en distintos contextos, pero que sólo es representativa, en su visión de la actitud de la mujer, de un segmento de la población femenina del Franquismo, que fue movilizándose parcial y paulatinamente a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, como fue recogiendo la legislación en la ley de los primeros cambios del Código Civil, Ley de 24 de abril de 1958, y la Ley de 22 de julio de 1961, sobre derechos políticos, profesionales y de trabajo de la mujer.


Con posterioridad fueron surgiendo obras más generales que han tratado el tema desde el punto vista social y político. Prima el aspecto político en La dictadura de Franco, de Javier Tusell; el aspecto social en España bajo el Franquismo, de Josep Fontana; y se conjugan ambos aspectos en España bajo la dictadura franquista, tomo X, coordinada por Mª. Carmen García-Nieto París, incluida dentro de la Historia de España, de Tuñón de Lara. En los últimos años se han editado numerosas obras que pretenden abordar el tema desde una perspectiva global. En este sentido son interesantes la obra Franquismo. El juicio de la Historia, de Juan Pablo Fusi, José Luis García Delgado, Santos Juliá, Edward Malefakis y Stanley G. Payne, y también Para acercarnos a una historia del Franquismo, de Luis Palacios Bañuelos y José Luis Rodríguez Jiménez (Cuesta Bustillo 2003: 14).



Con relación a la mujer, la historiografía franquista se ha ocupado preferentemente de algunos aspectos: la educación (1939-1959, los años del primer Franquismo); el trabajo y los salarios; la represión, el exilio y las migraciones; los roles femeninos; la movilización femenina y la Sección femenina; los movimientos sociales, asociaciones profesionales y poder político; y los derechos humanos y derechos de las mujeres. Todos estos temas nucleares y otros más incisivos, junto a una amplia bibliografía, están recogidos en Historia de la mujer en España. Siglo XX, dirigido por Josefina Cuesta Bustillo y publicado por el Instituto de la Mujer, estudio serio, documentado y plural, que presenta una distribución temática inserta en otra cronológica de cuatro tomos dedicados respectivamente a la Restauración, Franquismo, Democracia, y Campos, mitos e imágenes de la mujer en el siglo pasado.



La hija de Franco y los de Serraño Suñer en un acto benéfico

La hija de Franco y los de Serraño Suñer en un acto benéfico




En resumen, hace ya más de treinta años que se está haciendo Historia de las mujeres atendiendo a las distintas tendencias hasta aquí señaladas. Sin duda es el feminismo de la igualdad el que ha tenido y sigue teniendo una mayor incidencia, así como el sistema de géneros es el que priva en la elaboración histórica. Las demás tendencias, no por más escasas son menos importantes, especialmente la de la desigualdad. Una presencia muy escasa tiene el feminismo lesbiano, aunque aporta una nueva vía de análisis.



Mientras las últimas tendencias siguen profundizando en este feminismo de la igualdad. Lo más reciente es el feminismo de la diferencia, el más revolucionario e inconformista en los últimos días, que señala que por encima de la paridad están sobre todo las preferencias de las propias mujeres: no siempre lo que impone la igualdad coincide con lo que ambicionan las mujeres.