Época: América borbónica
Inicio: Año 1700
Fin: Año 1810

Antecedente:
Desarrollo de las colonias



Comentario

La primera colonia española en América, la antigua Española, sufrió un anquilosamiento progresivo a lo largo del siglo hasta quedar convertida en una dependencia de su vecina Saint-Domingue, con la que tuvo finalmente que fusionarse. El proceso fue lento, sin embargo, pues las autoridades españolas se negaron a ver la realidad. Lucharon contra ella propugnando una política migratoria que no tuvo apenas resultados (llegaron 2.629 canarios entre 1700 y 1763), repoblando antiguos asentamientos o creando algunos nuevos como San Juan de Maguana, Neiva, Puerto Plata, Dabajon, Montecristi, Santa Bárbara de Samana, Sabana de la Mar, San Rafael, San Rafael de Angostura, Las Caobas, Dajabon y San Miguel de la Atalaya, sin comprender que no podrían subsistir sin un soporte económico adecuado y negándose numantinamente a definir la frontera con Saint-Domingue por temor a reconocer legalmente lo que ellos consideraban una usurpación. Sólo en 1776, el gobernador José Solano y el Conde de Annery llegaron a un acuerdo fijando la frontera por el río Dajabón en el norte y por el río Pedernales en el sur, lo que fue ratificado por el Tratado de Aranjuez de 1777. Por entonces, la población dominicana no llegaba a cien mil habitantes, mientras que la de la zona francesa la triplicaba.
Los gobernadores dominicanos gobernaron poco. Fueron militares, pese a ser Presidentes de la Audiencia, y vivieron preocupados únicamente por contener al enemigo francés, sin preocuparse por robustecer la economía de sus gobernados. La agricultura fue decayendo, sobrepasada por la ganadería, que suministraba carne, cueros y sebo a la colonia francesa de la parte occidental de la isla. Sólo en el ultimo cuarto de siglo empezó a repuntar débilmente la agricultura exportadora, pero ya era tarde. En 1795 y por el tratado de Basilea, Carlos IV cedió a Francia Santo Domingo