Época: Vida cotidiana
Inicio: Año 1600
Fin: Año 1660

Antecedente:
La percepción del tiempo



Comentario

El periodo que transcurre entre el miércoles de ceniza y la Semana Santa es una etapa de recogimiento y de labor (poda y escardo de las viñas o la prensa de las olivas). El ayuno era aplicado con rigor, el sexo no se practicaba, las prostitutas no ejercían su profesión y el teatro permanecía cerrado. Gracias a la Bula de la Santa Cruzada los españoles podían consumir huevos y leche durante este periodo, extendiéndose este privilegio durante el siglo XVIII a comer carne durante cuatro días a la semana.
Las siete semanas de la Cuaresma culminaban en la Semana Santa, realizándose impresionantes procesiones los miércoles, jueves y viernes santos. Penitentes, cofradías parroquiales, devotos de todo tipo, configuran el ambiente de las procesiones en las que no faltan las imágenes sagradas. El Domingo de Resurrección ponía punto final a la Cuaresma y al invierno. El estallido del amor tendría como culminación la noche de San Juan, momento cumbre del ciclo erótico.