Época: Palestina
Inicio: Año 587 A. C.
Fin: Año 70 D.C.

Antecedente:
El arte de Palestina

(C) Federico Lara Peinado y Joaquín Córdoba Zoilo



Comentario

No podemos finalizar la arquitectura palestina sin aludir, a modo de selectivo inventario, a las construcciones de los períodos postexílico, helenístico y herodiano, que si bien pertenecen artísticamente a la cultura grecorromana, su presencia en Palestina justifica aquí su cita.
Durante el exilio y su inmediata etapa posterior (587-332 a. C.) no se prodigaron, obviamente, grandes construcciones; sin embargo, se sabe que Samaria fue fortificada, que Jerusalén se convirtió en indiscutible centro religioso, construyéndose en ella en el 535 a. C. el segundo Templo de Yahweh, gracias al empuje de Zorobabel, un judío nacido en Babilonia, y que venía a ser copia, en pequeño, del anterior templo salomónico. Asimismo, se reconstruyó una fortaleza en la acrópolis de Lachis, con una superficie de 2630 m2, siguiendo en su arquitectura trazas sirio-hititas e incluso partas.

Pocos fueron los monumentos palestinos de época helenística (33268 a. C.); de la misma tal vez deban destacarse la Torre Hananeel, el Mausoleo de Tobías y el Templo de Araq el-Emir (Transjordania). Durante el período herodiano (37-4 a. C.) se asistió a una gran actividad constructora, según dejan ver los edificios y ambientes urbanos que el idumeo Herodes el Grande levantó en Jerusalén, Samaria, Cesarea y Jericó, además de sus fastuosos palacios construidos en la escarpada Masada y en la fortaleza de Herodium, cerca de Belén. Sobre estas construcciones destacó, sin embargo, el nuevo Templo de Jerusalén (tercer templo) -para los judíos fue siempre el segundo, esto es, "miqdash sheni"-, cuya descripción conocemos por Flavio Josefo y cuya estructura copiaba en líneas generales la del primer templo salomónico. Como es sabido, en el año 70 el templo fue incendiado por Tito, el hijo de Vespasiano, no quedando de la construcción, según había profetizado Jesucristo, "piedra sobre piedra".