Época: EuropaRevolucionaria
Inicio: Año 1848
Fin: Año 1849

Antecedente:
Las Revoluciones de 1848

(C) Federico Lara Peinado y Joaquín Córdoba Zoilo



Comentario

El triunfo inicial de los revolucionarios, al que correspondieron los Gobiernos con la concesión de Constituciones y otras libertades políticas, dio paso a una fase en la que los sectores más acomodados maniobraron para evitar el desbordamiento de socialistas y demócratas, aun a costa de pactar con los soberanos o con otros sectores interesados en el mantenimiento de la ley y el orden. Se había roto la unidad que los revolucionarios habían demostrado en los primeros momentos. El sufragio universal sólo se mantuvo en Francia, pero las demandas de reformas sociales fueron comunes a casi todos los países. La reacción se produjo en nombre del principio del orden y sirvió para fortalecer a las fuerzas armadas y a las burocracias de los diversos Estados.La ley electoral del reino de las Dos Sicilias, promulgada el 29 de febrero, favorecía a las llamadas "capacidades", que eran las personas de cultura, aparte de que fijaba un cierto nivel económico para participar en las elecciones. Esto se tradujo en la existencia de un cuerpo electoral muy reducido, que pidió garantías contra el hambre de tierras de los campesinos analfabetos. La apertura del Parlamento, a mediados de mayo, fue el origen de un conflicto entre el rey y los liberales que marcó el inicio de la reacción de los monarcas italianos. El separatismo de los sicilianos, que les había llevado a proclamar la deposición de Fernando II en abril y a ofrecer la Corona al duque de Génova, segundo hijo de Carlos Alberto, obligó a que las tropas napolitanas invadiesen la isla a comienzos del mes de septiembre. La revolución había pasado ya a ser un enfrentamiento entre el monarca y los sectores más radicales.Por otra parte, Carlos Alberto, que había dudado ante la demanda de ayuda hecha por los revolucionarios milaneses, se inclinó por el consejo de C. Cavour y los sentimientos populares, que le animaban a tomar las armas contra los austriacos. El 24 de marzo anuncia su apoyo a un proyecto de unificación para el que no cuenta con el apoyo diplomático de las grandes potencias (Italia está -son las palabras de su proclama- "in grado di fare da se"). A la inicial incapacidad de aprovecharse de las difíciles condiciones del ejército del mariscal Radetzky, se añadió la decepción de que Pío IX se manifestase (29 de abril) contrario a la guerra y a la idea de encabezar un Estado italiano unido.La derrota piamontesa en Custozza (27 de julio) no hizo sino radicalizar la situación de los núcleos revolucionarios en Italia, pero también facilitó la reacción de los antiguos gobernantes. En Toscana, el poder pasó a los demócratas Guerrazzi y Montanelli a finales de octubre y, en enero de 1849, Leopoldo II huyó del territorio, en el que se proclamaría poco después la República Toscana. En Roma fue asesinado el jefe del Gobierno, conde Pellegrino Rossi (15 de noviembre), y el Papa tuvo que huir a Gaeta pocos días después. El 9 de febrero de 1849 se proclamaba la República Romana, con Mazzini al frente, y un programa acusadamente social y anticlerical.