Época: Mesoamérica
Inicio: Año 2000 A. C.
Fin: Año 500 D.C.

Antecedente:
La transición hacia la vida del poblado

(C) Andrés Ciudad y María Josefa Iglesias



Comentario

Hasta hace poco tiempo, las tierras bajas mayas se consideraban una región aislada, despoblada, que se sumó tarde a los procesos aldeanos mesoamericanos; sin embargo, en la actualidad se ha completado un cuadro evolutivo más exacto que pone de relieve su incorporación temprana a esta tradición. Dada su gran extensión, la evolución cultural será distinta entre las tierras bajas, el altiplano y la llanura costera. La evidencia sostiene que hacia el 2000 a. C. se instalan en el bosque tropical pequeñas aldeas que tienen una cerámica ya evolucionada en sitios como Cuello (Belice), Becán y Cenote Maní (Yucatán). En Cuello, junto a tales cerámicas, se define un patrón cultural que incluye plataformas, enterramientos, basureros y objetos que se mantendrán en la tradición maya.
Sin embargo; en la Costa del Pacífico, los desarrollos más tempranos caracterizan la fase Barra (2000 a 1500 a. C.), mediante sitios cercanos a la costa que tienen una economía mixta basada en la recolección de productos de estuario y el cultivo de tubérculos, como la mandioca amarga; una tradición que algunos investigadores piensan fue importada desde sitios costeros de Ecuador y de Colombia. Después del 1500 a. C. la región se integra culturalmente en el llamado Horizonte Ocós, y este sistema de subsistencia es desplazado por el patrón más mesoamericano fundamentado en la agricultura del maíz.

Las formas típicas de cerámica son el tecomate o jarro globular sin cuello, y el plato de fondo plano, decorados con pintura de hematite especular y técnicas de incisión e impresión, como diseños de rejilla y estampado de mecedora.

Las tradiciones tempranas incluyen las figurillas de arcilla sólidas, toscas, dedicadas a cultos a la fertilidad, como única manifestación artística. La diferencia fundamental estriba en que, mientras en Chiapas y sitios aislados de Costa del Pacífico se deja sentir cierta influencia olmeca en Padre Piedra y lugares de la Depresión Central del río Grijalva, en las tierras bajas no existen huellas de tal conexión.

La arquitectura pública aparece desde el Formativo Medio. En San Antonio (Chiapas) se construyen estructuras piramidales organizadas en torno a plazas, amplias plataformas para sustentar edificios e, incluso, se programa un juego de pelota, manifestando unos mecanismos culturales de gran similaridad a los instalados en la Costa del Golfo y Oaxaca. La escultura monumental incluye diseños de inspiración olmeca y así, en sitios como Tzutzuculli, El Xoc y San Miguel Amuco se generalizan tallas bidimensionales, en bajorrelieve, realizadas según cánones olmecas.

Paralelamente a estos acontecimientos, la arquitectura monumental en las tierras bajas mayas se inicia de manera autóctona a finales del Formativo Medio: en Tikal, en el área de Mundo Perdido, se construyó una estructura piramidal en cuatro escalinatas al oeste de una plaza, y en relación con una plataforma al este, que más tarde habría de sustentar tres edificios, con una función astronómica. Son los Complejos de Conmemoración Astronómica, cuya presencia indica que la vida compleja en las tierras bajas se formó en torno a estos centros de ciencia y religión.