Comentario
La historia de la antigua Grecia se desarrolla en un escenario de difícil definición, porque no se trata de una nación en el sentido moderno del término, que tenga, en consecuencia, unas fronteras bien definidas, y porque, además, ni siquiera poseyó siempre una unidad étnica delimitada, ni en aspectos materiales que pudieran determinarse de modo preciso, ni en aspectos subjetivos, pues la conciencia del pueblo griego como tal fue también un resultado del mismo proceso histórico. En esta misma línea, puede decirse que, en cada período, los escenarios varían de acuerdo con movimientos expansivos u ocupaciones exteriores, de tal modo que uno de los rasgos para marcar una periodización ajustada podría consistir en señalar los territorios ocupados por griegos de manera sucesiva. De ese modo, el contenido de este momento histórico resulta en el aspecto geográfico más ambiguo que ninguno, pues se trata precisamente de indicar la formación de Grecia, la presencia de los griegos en el territorio al que darán nombre y la formación del pueblo griego propiamente dicho. La cuestión en sí se encuentra rodeada de problemas.