Época: civilización minoica
Inicio: Año 2000 A. C.
Fin: Año 1500 D.C.

Antecedente:
La civilización minoica
Siguientes:
Los antiguos palacios
Los nuevos palacios
Las villas nobiliarias, casas y aldeas
Arquitectura religiosa
Arquitectura funeraria

(C) Jacobo Storch de Gracia



Comentario

Tras la poética mención de Homero "a los que habitan la isla de Creta con sus cien ciudades" (Iliada II-649), se encuentra la realidad de un territorio controlado por numerosos centros administrativos, entre grandes palacios, residencias nobiliarias y villas o aldeas. Actualmente conocemos un buen número de ellos, en orden de extensión e importancia: Cnosós, Faistós, Malia, Zakros, Palaikastro, Gurniá, Hagia Tríada, Niru Jani, Amnisos, Arjánes, Arkalojori, Tilisós, Vatípetron, etc. De otros palacios quedan indicios, aunque todavía no hayan sido encontrados: Rétimnon y Jania o Canea, al noroeste de la isla, o Sitía al este y conocidos tan sólo por el hallazgo de tablillas con escritura, lo cual indica la existencia de un archivo palacial.
Cada palacio está situado en una colina de suave relieve, no muy elevada y en el interior, a unos kilómetros de la costa salvo algún caso, como Zakros, que está enclavado prácticamente en la playa. Una constante en los palacios minoicos es la unión del paisaje con la construcción, y la inexistencia de fortificaciones. Los edificios se desparraman colina abajo, escalonadamente y sin un orden urbanístico determinado. Los palacios minoicos son diferentes entre sí, pero comparten una serie de características que detallamos a continuación:

- Su situación, en lo alto de una suave y extensa colina, está en función de las vías de comunicación óptimas para el control del territorio bajo su dominio. Estos lugares cuentan, en muchos casos, con una larga tradición, con la existencia de niveles desde el Neolítico que, en el caso de Cnosós, llegan a tener cerca de 7 metros de potencia estratigráfica.

- Salvo imperativos topográficos, que imponen alguna desviación, los planos están orientados de norte a sur, como en los palacios orientales y el rasgo dominante es un extenso patio central. En torno a él, se disponen los edificios, compuestos de habitaciones desiguales en formas y tamaños, unidas por medio de corredores y escaleras. Los muros están alineados tan sólo en los frentes o fachadas que dan al patio central.

- En conjunto, la planta de cada palacio es compleja, como resultado de una construcción progresiva de habitaciones y edificios según imponen las necesidades de cada momento, a modo de ampliaciones sucesivas hechas a partir del núcleo central en torno al patio. Por tanto, no existen fachadas exteriores, los muros presentan entrantes y salientes de una habitación a otra. El concepto del edificio como un todo perfectamente establecido en el inicio de la obra, al modo mesopotámico o egipcio es, pues, inexistente en Creta.

- Todos los palacios tienen una serie de áreas especializadas, según la función a desempeñar: una parte oficial, generalmente situada al oeste, engloba las funciones administrativas o de poder y religiosas; las dependencias residenciales de los príncipes, sacerdotes o quienes fuesen sus señores; unos almacenes donde se atesoran los productos excedentes del campo y, por último, los talleres donde los artesanos fabrican las conocidas manufacturas minoicas (alfareros, talladores de sellos y vasijas pétreas, orfebres, etcétera).

- Estas diversas zonas no se hallan claramente definidas ni con muros de separación, pasillos ni patios, entremezclándose las habitaciones limítrofes.

- La existencia de al menos dos pisos queda probada por las múltiples escaleras que, en diversas partes del palacio, pueden tener más pisos. En Cnosós, la Gran Escalera daba acceso, como mínimo, a cinco plantas. La ampliación paulatina del palacio, por adición de habitaciones, impide a un buen número de éstas tener luz y ventilación por lo que se crea el dispositivo denominado pozo de luz, un patinillo o bien el hueco de las escaleras y que proporcionan a las habitaciones interiores una luz suave, casi de penumbra (muy de agradecer; por otra parte, en las épocas de calor, dado el ambiente fresco que reina en las habitaciones bajas).

- Las habitaciones residenciales cuentan con instalaciones de baños y retretes, con un drenaje perfectamente realizado, dando buena idea de la calidad de vida existente en estos palacios.

- Los muros están construidos con mampostería (piedras más o menos grandes y regulares, unidas con argamasa y piedra menuda) reforzada con maderos, formando una estructura sólida y elástica, preparada para resistir los frecuentes seísmos que sacuden la isla. Puertas y ventanas están limitadas con cercos de madera o de piedra. Las esquinas y algunos zócalos de los muros son de sillería y los paramentos están enlucidos con argamasa y estuco de gran consistencia, muchos de los cuales reciben una decoración pictórica.

- Las entradas, escaleras y pozos de luz emplean columnas, muy características por tener su disminución de arriba abajo. Para aislar las columnas de tronco de ciprés, luego estucadas y pintadas, unas rodajas de piedra o bien sillares ahuecados hacen de basa. En la parte superior, ya se aprecia la estructura del capitel clásico, compuesto de un collarino, un voluminoso equino y un ábaco de grandes dimensiones para sostener un entablamento hecho de vigas que sostienen el techo; éste consiste en troncos, uno al lado de otro, cuyos extremos se dejan a la vista y dan lugar a una característica decoración de círculos, a modo de friso, algo similar a los dentículos del orden jónico.

- Los suelos están, en su mayoría, pavimentados con losas de tamaño considerable y ajustadas unas a otras. Cuando no son de piedra, los pisos están cubiertos con una capa de tierra batida muy consistente.

- En el exterior de los palacios es común la existencia de otros patios, de forma irregular en su mayoría y pavimentados con losas de piedra. En este suelo destaca una fila de placas bien escuadradas y ajustadas que sobresalen algo de la superficie del patio, son las llamadas vías procesionales, de unos 60 a 80 cm de ancho. La vía procesional finaliza en una esquina del patio que, en esta parte, cuenta con una serie de bajos escalones a modo de graderío y que Evans denominó área teatral, suponiendo su función como tal, para ceremonias de tipo religioso o el conocido juego del toro.

- Otros patios exteriores se hallan, en algún caso, horadados por grandes silos o koulouras, enormes habitaciones circulares excavadas y forradas de mampostería, con pilar o soporte central del techo, éste realizado en materiales perecederos.

- Alrededor del palacio y conectadas directamente con él se extienden las diversas casas señoriales, sin contar tampoco con una clara limitación con las partes del palacio. Este ha sido el principal dato que ha permitido calificar de jerarquía armónica a la convivencia pacífica entre las diferentes clases sociales que residían en torno al palacio, pues resulta difícil distinguir donde acaba éste y donde comienzan las residencias particulares, hecho que sería imposible si hubiera existido algún tipo de conflictividad social.