Comentario
La I Guerra Mundial dejó un balance de 10 millones de muertos y cerca de 30 millones de heridos. Alemania perdió 1.950.000 hombres; Rusia, 1.700.000; Francia, millón y medio; Gran Bretaña y su Imperio, un millón; Austria-Hungría, una cifra similar; Italia, 533.000 muertos; Serbia y Turquía, entorno a los 325.000 cada una; Rumanía, 158.000; Estados Unidos, 116.000 y cifras ya menores, Bulgaria, Portugal, Grecia y Montenegro. La catástrofe demográfica que ello supuso -agravada por la epidemia de gripe que asoló Europa en 1919- difícilmente podría ser exagerada. Francia, por ejemplo, perdió el 50 por 100 de los varones de 20-23 años. Todas las pirámides demográficas de los países que intervinieron en la contienda registraron acentuados estrangulamientos en la zona de edad de los 20 a los 40 años. El descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población fueron evidentes en toda Europa desde 1920. Viudas, huérfanos y mutilados de guerra se contaron por millones.