Época: Epoca Oscura
Inicio: Año 900 A. C.
Fin: Año 700 D.C.

Antecedente:
Epoca Oscura Griega



Comentario

La historia de la elaboración de los poemas homéricos a lo largo de la época oscura es, al mismo tiempo, la historia del pueblo griego y de su formación como tal. Desde el punto de vista geográfico, entonces se produce el gran movimiento migratorio que los llevó a ocupar las islas del Egeo y la costa de Asia Menor en su parte occidental. Fue ya en esa nueva disposición donde los poemas se pusieron por escrito y este mismo hecho significó una cierta toma de conciencia de la unidad de los griegos, basada precisamente en la constitución de tradiciones comunes, entre las que la más eficaz fue la referente a la expedición a Asia Menor para emprender la guerra de Troya. En ella habían participado tropas y naves procedentes de toda Grecia, de norte a sur, y de las islas, incluida Creta, es decir, de todos los emplazamientos que se consideraban vinculados, directa o indirectamente, a los recuerdos de la civilización palacial. Los catálogos del libro II de "La Ilíada" sirven para dar nuevo prestigio a la Grecia en su conjunto, así como para justificar su presencia en las fundaciones de Asia Menor. El pasado se usa, se manipula e incluso se inventa, a pesar de que arqueológicamente se apoya en bases constatables, lo que da un nuevo valor histórico a los poemas como visión del pasado desde el pasado, para comprender un nuevo aspecto de la realidad micénica: el de la imagen que era capaz de transmitir y hacer perdurar a lo largo de los siglos oscuros.
A través de las transformaciones sociales y políticas, a través de las migraciones, el sistema social se considera modelo de prestigio para la aristocracia que entonces se constituye y su realidad de conjunto sirve de apoyo para un nuevo panhelenismo, el que se forja como fundamento de la sociedad aristocrática que muestra su solidaridad de clase al participar en prácticas religiosas que se desarrollan en santuarios panhelénicos, fenómeno paralelo al del panhelenismo de la épica. La tradición oral, dúctil, permite las adecuaciones al momento vivido hasta que la tradición confía en la diosa Mnemosyne para mantener íntegras unas estructuras a las que ahora acudir con nuevos objetivos, como cuando se hacen nuevas ofrendas en lugares micénicos, capaces de pervivir en el tiempo a pesar de las transformaciones.