Comentario
La relación con Chorrera está también patente en el arte de esta cultura meridional de Ecuador, localizada desde el sur de Manabí, en la provincia de Guanagala, hasta la península de Santa Elena. A medida que descendemos hacia el sur, las figurillas disminuyen en cantidad y variedad, cualidad que se traspasa a la cerámica, de lo que esta cultura es un buen ejemplo.
Hay un tipo de figurillas muy esquemático, Guangala Inciso, hecho sobre una barra rectangular de arcilla, aplanada para formar la cabeza, con dos pequeños círculos que indican los ojos y el cuerpo cubierto de incisiones en zigzag. El tipo Guangala B es un silbato y representa a un ser humano de manera más clara, modelado a mano, pero con rasgos un tanto esquemáticos. Más naturalista es el tipo A, moldeado y con la superficie pulida. Son hombres y mujeres de pie, con unos característicos ojos almendrados, facciones delicadas y que constituyen en realidad una ocarina, réplica de la cual suelen llevar las propias figurillas entre sus manos.
La cerámica Guangala se relaciona también con Chorrera, aunque presenta rasgos que sugieren una interacción con Costa Rica y Guatemala. Es de una gran calidad técnica, simplificándose las formas de Chorrera e incluyéndose entre las técnicas decorativas la pintura iridiscente, la pintura negativa, el uso de una brillante policromía y una decoración de líneas bruñidas única en Ecuador. Dominan las formas de cuencos, de gran elegancia, y destacan unos cuencos poco profundos, casi platos, a los que se añaden unas patas delgadas, generalmente cinco, que por la adición de pastillaje se convierten en grotescas y características representaciones de seres humanos en actitud de dolor. Unas se llevan la mano a la mejilla, otras a la barriga o a la cabeza.