Época: Mundo fin XX
Inicio: Año 1973
Fin: Año 2000

Antecedente:
Las ciudades en el mundo

(C) Isabel Cervera



Comentario

El desarrollo económico posterior a la II Guerra Mundial supuso un modelo territorial concentrado de hombres y recursos en espacios reducidos. La ciudad se transforma y se hace mucho más compleja y difusa. Se forman extensas áreas metropolitanas en las que se destaca un núcleo central -centro decisional-, y un área periférica en la que existe un espacio residencia indiferenciado y una serie de núcleos urbanos satélites y dependientes del centro metropolitano. De este modo se forma un amplio espacio de intercambio de flujos, de bienes, servicios, trabajo y residencia. Cuando se produce este crecimiento, impulsado por la ciudad central y transmitido a los núcleos dependientes y se hace a un ritmo superior al crecimiento natural de la población, el núcleo central se convierte en la madre de otras ciudades y se genera así un área metropolitana. Por lo tanto, cuando un centro rector se convierte en centro metropolitano, los núcleos dependientes o tributarios, procedentes del esquema urbano tradicional pasan a incorporarse a la nueva centralidad que actúa con características difusas en el área de influencia de la metrópoli. A este espacio de actuación se le denomina área metropolitana.Estados Unidos fue el primer país que sintió la necesidad de recoger en sus estadísticas demográficas y económicas este nuevo modelo de ciudad. Y así, introduce el concepto de "área metropolitana" en sus censos desde el año 1910, aunque variando los criterios de delimitación. En general los criterios que se utilizan para definir una ciudad y su área metropolitana son: presencia de una ciudad central con un tamaño determinado y una gran complejidad funcional; existencia de movimientos pendulares de trabajadores entre el lugar de residencia y la ciudad central y un sistema de transporte y de comunicaciones muy desarrollado. Las áreas metropolitanas con el desarrollo del transporte y de las comunicaciones fueron extendiéndose hasta entrar en contacto con las áreas metropolitanas vecinas, formándose así espacios urbanos muy amplios, tal y como observó el geógrafo Cottmann en la fachada costera del Atlántico estadounidense. En poco más de 20 años se fueron consolidando en el mundo cinco grandes conurbaciones, denominadas megalópolis, formadas por varias áreas metropolitanas contiguas que en su conjunto reúnen un mínimo de 20 millones de habitantes.1. Megalópolis de Boswash. Extendida desde New Hampshire a Virginia, incluyendo las áreas metropolitanas de Nueva York, Filadelfia, Baltimore y Washington. Alberga en un 2 por 100 del territorio nacional el 20 por 100 de la población y Gottmann la define como "la calle mayor de las finanzas y empresas del mundo moderno".2. Megalópolis Chippitts. Se extiende desde Chicago a Pittsburg, incluyendo las ciudades de Cleveland y Detroit. Tiene unos 25 millones de habitantes.3. Megalópolis de Tokio. Constituida por la unión de las áreas metropolitanas de Yokohama, Nagoya, Osaka. Tiene 45 millones de habitantes.4. Megalópolis renana. Incluye las áreas metropolitanas de Amsterdam, Dusseldorf,Frankfurt, Mainz-Manheim y Stuttgart, con más de 33 millones de habitantes.5. Megalópolis londinense en la que se incluyen las áreas metropolitanas de Birmingham, Manchester, Liverpool, Leeds, Bradford, Nottingham y Leicester, con más de 34 millones de habitantes.Por otra parte, desde la II Guerra Mundial asistimos a una etapa en la que la economía pasa de estar orientada hacia la industria a centrarse paulatinamente en el sector de los servicios. El proceso más significativo desde el punto de vista de la forma y estructuras urbanas, lo constituye la "suburbanización", que puede definirse como un conjunto de procesos que hacen que la tasa de crecimiento de la periferia metropolitana domine claramente sobre el crecimiento de la ciudad central del área. De tal modo que el área central comienza perdiendo población y más tarde una parte de las actividades industriales y de servicios en beneficio de la periferia. Este movimiento centrífugo origina una transformación importante en el paisaje urbano de las ciudades grandes y de tipo medio en los países avanzados. Las ciudades centrales se ven envueltas por un cinturón de viviendas de características muy variadas, pero que comienzan siendo mayoritariamente de carácter unifamiliar y exentas, aunque más tarde se entremezclan con otros tipos de viviendas: chalets adosados, bloques de apartamentos y el tejido edificado de antiguos núcleos rurales preexistentes y englobados en el proceso.Además de la transformación de la ciudad, el suburbio originó el deterioro del centro, y la formación en él de un espacio físico y socialmente deteriorado. La suburbanización produjo el despoblamiento de las clases medias y causó un fuerte quebranto económico y financiero en el centro de las áreas metropolitanas. Acentuó también la segregación social y política entre el centro y la periferia y, de este modo, el centro de las áreas metropolitanas alberga cada vez más una población marginal (ancianos, minorías étnicas, mujeres con hijos), es decir, una población insolvente con dificultades de colocación e incapaz de costear los servicios e infraestructuras urbanas del centro. Por otra parte, el centro pierde cada vez más dinamismo económico, ya que va perdiendo a través de la descentralización productiva gran número de empresas industriales, comerciales y de servicios que se instalan en la periferia metropolitana, pero al mismo tiempo en él se localizan actividades terciarias que exigen un elevado grado de cualificación socioprofesional.La suburbanización no es realmente un fenómeno nuevo, ya que como señala Mumford, ésta se produce sincrónica a la formación de la ciudad, pero durante muchos siglos, estas áreas residenciales eran sólo patrimonio de una minoría privilegiada. Los suburbios responden al deseo de las clases sociales más acomodadas de diferenciarse, de aislarse de los problemas sociales, así como de disfrutar de una cierta imagen del medio rural. Sin embargo, la suburbanización en gran escala sólo aparece a mediados del siglo XIX, como imagen que encarna un modo de vida deseado y alternativo a los males de la ciudad industrial. Pero el proceso alcanza su máxima expansión con la difusión del automóvil que permitió a un número creciente de personas librarse de las limitaciones del transporte colectivo y separar el lugar de residencia del espacio del trabajo.La suburbanización más intensa y extensa se produce en los Estados Unidos al finalizar la II Guerra Mundial, mediante una política de créditos a la vivienda, y una fuerte inversión en carreteras y la reducción del horario laboral a 40 horas semanales, que hizo posible los desplazamientos de 50-65 kilómetros entre el lugar de residencia y el del trabajo.Los primeros suburbios eran física y socialmente muy uniformes: vivienda unifamiliar exenta y jardín, sobre la base de unos pocos prototipos de edificios, jóvenes matrimonios con hijos y un alto nivel de educación del cabeza de familia, con una marcada separación del trabajo en la familia (hombre trabajo remunerado; mujer cuidado de la casa y de los niños). Una primera consecuencia de la suburbanización fue el cambio en la distribución de la población, la localización del empleo y la distribución del espacio social por clases, etnias y estilos de vida.Al comienzo de la década de los años 70, la mayor parte de la población urbana norteamericana residía en los suburbios de las periferias metropolitanas. Las ciudades metropolitanas aumentaban su población en conjunto, sin embargo el nivel de crecimiento de la periferia suburbana entre 1950 y 1970 fue cuatro veces superior al de los espacios centrales metropolitanos. Si en 1950 el 67 por 100 de la población urbana vivía en los espacios centrales de las áreas metropolitanas de los Estados Unidos, en 1970 sólo lo hacía 23 por 100, y en la década de los años 80 el 25 por 100. También en Europa se produce esta huida del centro por parte de la población y de las actividades económicas.Esta descentralización demográfica fue acompañada posteriormente por una descentralización de los empleos: si en 1960 el 65 por 100 de puestos de trabajo se localizan en el centro, en 1970 descendió al 56 por 100 y en 1980 al 30 por 100.El suburbio, que comenzó siendo residencial y dependía del centro para el trabajo y el abastecimiento de bienes y servicios, se hace cada vez más autónomo. Y así por ejemplo, en 1990 en una encuesta del New York Times, se pone de manifiesto que el 80 por 100 de las familias residentes en el suburbio neoyorquino no obtienen su saldo en la City.Los desplazamientos del trabajo se realizan fundamentalmente entre las diferentes partes de los suburbios y no con la City. También se hacen cada vez más autónomos en el abastecimiento de bienes y servicios, y así el suburbio, perdida su primera condición de dormitorio, y convertido paulatinamente en un espacio independiente, se divorcia cada vez más del centro metropolitano. En este espacio se ha formado, en palabras de Brian Berry, "una civilización urbana sin ciudades".El nuevo modelo de ciudad metropolitana estadounidense se hizo muy complejo y combina núcleos muy especializados en usos del suelo (industrial y comercial), con una segregación social en forma de sectores o cuñas formando espacios contiguos y relegando los grupos de menor poder adquisitivo al centro o a las proximidades de las fábricas.En el momento presente aparece un nuevo paisaje urbano en la periferia metropolitana: el suburbio ya no depende del centro, sino que forma espacios autosuficientes con centros comerciales, industrias, parques de oficinas y una proliferación de viviendas colectivas.Globalmente los nuevos centros que aparecen en los suburbios metropolitanos compiten con los antiguos de las ciudades centrales y de este modo las metrópolis dejan de poseer una estructura momonudear a polinuclear; las regiones urbanas actuales adoptan una estructura galáctica, es decir, se convierten en galaxias de modos de actividad económica organizadas en torno a los grandes ejes de carreteras.Los movimientos migratorios intragalácticos son más frecuentes que el tradicional commuting entre el suburbio y el centro metropolitano tradicional.La suburbanización en Europa fue más tardía y de menor alcance que en Norteamérica, y las causas de esta diferencia deben buscarse en:- El valor artístico y simbólico de los centros históricos que originan una preocupación mayor por su conservación y rehabilitación.- La ideología antiurbana y el mito del retorno a la aldea están menos desarrollados en Europa que en los Estados Unidos.- Menor movilidad en el trabajo que en Estados Unidos, donde una persona de cada cinco cambia anualmente de ocupación.- Unas normas de planificación urbana más estrictas y un mayor control del mercado inmobiliario por el Estado que impide el crecimiento descontrolado del suburbio.- Menor difusión del automóvil.Sin embargo, desde la década de los años sesenta, aparece una clara tendencia a la suburbanización con unas características semejantes a las descritas en Norteamérica.En los países mediterráneos la suburbanización se produce en forma de viviendas colectivas formando bloques exentos. La vivienda unifamiliar está menos generalizada y sólo aparece en algunos sectores prestigiosos de las áreas metropolitanas.En resumen, el suburbio constituye un espacio de gran importancia y ha transformado el paisaje y el espacio social en las ciudades grandes y medias en los países desarrollados. Se inició en Estados Unidos y se extiende más tarde a los restantes países avanzados; comienza con unas características formales y sociales homogéneas, y se convierte más tarde en un espacio complejo y heterogéneo. La suburbanización está acompañada de la formación del "slum" en las áreas centrales de las ciudades metropolitanas. Es decir, la suburbanización es responsable de la formación de barrios centrales en los que la mayoría de los edificios están deteriorados, existe un alto grado de hacinamiento, y socialmente se caracterizan por la presencia de grupos sociales marginales en donde es frecuente la presencia de toda clase de patologías sociales.En el momento presente la dicotomía entre el centro ocupado por una población marginal y las periferias suburbiales de clases medias es, sin duda, la característica más destacada y la fuente de conflictos más importante en las medias y grandes ciudades de los países desarrollados.