Comentario
No vamos a encontrar en la Italia septentrional, de los primeros momentos del románico, estructuras arquitectónicas importantes. Las obras que conservamos se refieren a pequeños espacios de funciones muy limitadas que aparecen incluidas en construcciones posteriores. En este tipo de monumentos debemos incluir las dos criptas-deambulatorio de la catedral de Ivrea y San Esteban de Verona. Las fábricas de relativo tamaño de las que tenemos noticia eran de arquitectura bastante elemental; sólo tardíamente, cuando hace muchos años que se han difundido por la geografía europea importantísimos monumentos plenamente codificados en el nuevo estilo, empezaremos a tener noticia de su existencia en tierras italianas.
El 2 de julio de 1007, tiene lugar la dedicación del templo de San Vicente de Galliano, al sur del lago de Como. Aunque ha llegado a nosotros mutilado, conocemos su estructura: tres naves y un ábside semicircular elevado sobre una cripta de columnas y bóvedas de arista.
Lo único que anuncia el nuevo estilo es el empleo de las conocidas bandas lombardas del exterior del ábside. Una serie muy numerosa de edificios, con una cronología discutida, adoptarán la misma decoración, pero sin recurrir a grandes complejidades espaciales y mucho menos al abovedamiento total.
Iglesias como Santa María Mayor de Lomello y la antigua catedral de Como, de plena mitad de siglo, todavía mantienen su nave central con cubierta de madera, mientras que el resto se cubre con aristas. Tan sólo a partir de la segunda mitad de la centuria, por influencia foránea, se aprecian las soluciones de la arquitectura monástica cluniacense: catedral de Acqui, consagrada en 1067, el mismo año en que la iglesia de San Abbondio de Como estaba en construcción.
Los campaniles italianos son una de sus creaciones más originales. Eran torres-campanario aisladas, de forma rectangular o redonda. Una de las más antiguas es la conocida como torre de los monjes de San Ambrosio de Milán, datada a finales del X, hoy incorporada a la fachada. El empleo de estos campanarios se prolongará bajo formas totalmente inerciales durante siglos.