Comentario
La pintura de paisaje iniciada con la dinastía Tang (Wu Daozi y Wang Wei) se consolidó en el período previo a la dinastía Song con la figura del pintor y crítico de arte Jing Hao. La tinta y la aguada -sin abandonar el gusto por los detalles y el pincel fino gongbi- fueron sus medios de expresión. Nacido en Xinshui, provincia de Shaanxi, vivió retirado en las montañas Taihang, lo que le permitió ser un gran observador de los cambios de la naturaleza, que plasmó en su obra. Estudió la pintura Tang, escribiendo anotaciones de los diferentes estilos y escuelas en su obra "Una conversación sobre el método" (Bi Faji). En ella, sirviéndose de un diálogo imaginario con un anciano campesino, reflexiona sobre el significado de la pintura y caligrafía, proponiendo seis principios, sin traducción literal en nuestro idioma:
1. "qi: libre movimiento que guía al pincel", traducido también como espíritu, y definido por Xie He (siglo V a. C.) en su idea qi-yun, shen dong. Es el principio que anima a el artista en la creación por encima de aspectos técnicos. El pintor o calígrafo guarda en su mente la idea que transmitirá con el pincel, guiando a éste.
2. yun: ritmo, consonancia, principio musical, con el que se debe expresar la armonía entre las formas y la idea. Para ello se debe omitir los detalles descriptivos, siendo sólo necesarios aquellos que enfaticen la idea representada. Puede considerarse un freno al exceso de originalidad, puesto que se establecen a priori qué elementos deben estar presentes o no a la hora de transmitir un estado anímico determinado.
3. si: intención del pintor, en la que éste debe percibir el esquema de la composición y penetrar mentalmente en la escena. Define los aspectos compositivos: proporción, estructura..., conseguidos por medio de la pincelada y sus categorías.
4. jing: define la necesidad del artista de expresar los cambios en la naturaleza en su aspecto anímico que conduzcan al espectador a una comunión espiritual con el artista. Es importante mostrar los escenarios adecuadamente.
5. bi: habilidad con el pincel. Principio que va más allá de su valor técnico. La habilidad y el conocimiento de las posibilidades del pincel permite dar forma al espíritu de la obra fluidamente, traspasando los límites de su valoración como instrumento técnico. Al representar una idea, el pincel ha de fluir al ritmo de la mente, que sólo se conseguirá a través de un correcto dominio de éste.
6. mo: habilidad con la tinta. Categoría unida al pincel por ser su soporte material. Se puede adquirir habilidad con el pincel (apariencia formal), pero carecer de ella con la tinta (apariencia interior). El buen conocimiento de la tinta permite crear espacio y luz, como dotar a las formas de sutiles matices por medio de la aguada. De un artista que recoge en su obra estos principios se dice: "tiene pincel, tiene tinta".
Con su enumeración y explicación elevó e independizó el género del paisaje a la máxima categoría, practicando paisajes panorámicos de grandes cumbres e impresionantes visitas. Organizó el paisaje por medio de la aplicación de distancias (perspectivas): distancia alta (gaoyuan), mostrando la profundidad a través de grandes alturas que consiguen diferentes sensaciones espaciales para el espectador, al jugar con la colocación de los elementos del paisaje anulando la idea de un foco visual único y permitiendo en consecuencia puntos de vista múltiples. A lo lejos se alzan las montañas, en las que destaca un pico central; en el plano intermedio, árboles, rocas y cascadas. Distancia profunda (shengyuan), que penetra en el interior de los elementos del paisaje, y distancia a nivel (pingyuan), la más próxima a nosotros, en la que los elementos del paisaje van perdiendo nitidez conforme se alejan del plano central. Estas tres concepciones no son excluyentes entre sí, sino que a menudo aparecen complementándose para lograr el efecto deseado por el artista.