Comentario
Un fenómeno nuevo ha comenzado en este postrer momento medieval: la imprenta. Sabemos la incidencia que en la producción y consumo de libros va a tener hasta nuestros días. Pero también lo tendrá desde la segunda mitad de siglo en los manuscritos de lujo. Muchos seguirán prefiriéndolos a los impresos, más normalizados y menos bellos. Incluso hombres del renacimiento coleccionarán aquéllos, despreciando éstos, como gusto estético y diferencia de clase. Pero poco a poco la realidad se impondrá en el siguiente siglo y el manuscrito de lujo desaparecerá progresivamente, aunque con lentitud. Al mismo tiempo, un tipo de reproducción a partir de una matriz repetirá la historia: el grabado sobre madera o xilografía nace tempranamente, pero no se constituye en arte hasta bien avanzado el XV. Algunos artistas se interesan por el sistema y hacen ensayos cada vez más felices. El deseo de difundir ciertas imágenes entre un público cada vez más amplio, aunque siempre restringido, llevarán a un tipo de producción de colecciones de grabados o grabados encuadernados en libros.Así, nace la "Biblia Pauperum" editada con numerosas planchas y característica distribución de imágenes, donde cada historia del Nuevo Testamento se presenta flanqueada tipológicamente por otras del Antiguo, mientras arriba y abajo profetas del Antiguo destilan sus textos. La edición a veces se colorea a mano. Este es uno de los problemas no resueltos: el color. Por eso también hay libros con decoración tomada de la miniatura, que se colorean luego a mano.La muerte es una obsesión entonces, presente en la suntuosidad de los sepulcros, en las danzas macabras, etc. También se difundirá un ciclo de grabados que tienen un prodigioso éxito y se editan sobre planchas distintas en muchos lugares: el "Ars moriendi". El agonizante se enfrenta a la hora de la muerte con sus fantasmas, sus pecados y sus virtudes, mientras le acosan los diablos y le defienden los santos y los ángeles. También las danzas macabras de editan en colección de estampas.Entre los pintores algunos comienzan a grabar. Estamos en los comienzos de una nueva historia que tendrá una inmensa herencia en los siglos siguientes. Los pintores y escultores adquieren colecciones de estampas con ciclos temáticos usuales que sustituyen a los antiguos álbumes de modelos. Es en Flandes y Alemania donde la técnica se extenderá más. Martín Schongauer es un aceptable pintor pero, especialmente, el creador de un ciclo de la Pasión que circula por toda Europa y se convierte en indispensable en los talleres artesanos. Su Muerte de la Virgen se repite aquí y allí. El maestro de Avila la utiliza en el retablo de La Sisla. El maestro del Gabinete de Amsterdam va editando una temática variada de estampas, mientras pinta retablos e ilumina manuscritos. Wolgemut será maestro de Durero y buen grabador.