Época: GriegosPersas
Inicio: Año 490 A. C.
Fin: Año 480 D.C.

Antecedente:
Factores políticos y económicos



Comentario

La proximidad de los persas produjo reacciones contrarias a las tendencias dominantes los años anteriores. Si en éstos las tendencias dominantes fueron la de la disgregación y la manifestación de las diferencias internas, que afectaban a distintos órdenes de la vida en común, ahora, el peligro próximo, una vez tomada la decisión de resistir, impulsó a la solidaridad, hasta el punto de reclamar el regreso de los personajes que habían sido sometidos al ostracismo. Algunos de ellos pasaron a desempeñar un papel importante en la batalla, como Arístides, encargado de la fuerza hoplítica estacionada en la isla de Psitalea, lugar estratégico de gran importancia, situado en plena zona de desarrollo de los acontecimientos navales.
Por otra parte, la decisión de evacuar la ciudad dio al Areópago un papel protagonista en todo el proceso, considerado como mecanismo de transferencia de la polis, definida como unidad de los hombres, no identificada con sus murallas. La ideología de la unidad era capitalizada por los organismos tradicionales, como depositarios del espíritu ateniense, en el que empieza a definirse la función de unificador de Grecia como patria común, a pesar de las diferencias que se han mostrado a lo largo de la guerra. Las tensiones entre ambos modos de ver la realidad se proyectan en la historia sucesiva, donde momentáneamente se impone la concepción unitaria de Arístides, Jantipo o Cimón, frente a quienes veían la configuración de nuevos peligros en los contactos con otras ciudades griegas. La confluencia de intereses navales de algunas de las familias implicadas anteriormente en alianzas colaboracionistas con los persas y de los intereses del demos subhoplítico crea una situación particular que influirá en la configuración de la nueva época.