Comentario
El jefe del Grupo de Ejércitos Norte, Lindemann, fue destituido por Hitler por recomendarle un repliegue. Su sustituto, Friessner, debió pedirle lo mismo en cuanto estudió la situación. Contaba este grupo de Ejércitos con 42 divisiones, de las cuales hubo de ceder 12 para reconstruir el Grupo Centro. Se quedó con 30, medio millón de hombres aproximadamente.
Sobre este grupo, que ofrecía descubierto su costado derecho a Bagramian, se lanzaron tres frentes soviéticos: el de Leningrado (Gororov, que daba una tregua a Finlandia), el 3.° del Báltico (Maslenikov) y el 2.° del Báltico (Yeremenko), con una docena de ejércitos y no menos de 80 divisiones, más el apoyo adicional de Bagramian, operando por el flanco derecho...
Comenzaron los tanteos soviéticos a mediados de mes y atacaron en tromba el 20. Maslenikov tomaba Pskov el 21 de julio. Pese a su inferioridad combatieron aquí mucho mejor los alemanes que en el centro, quizás impulsados por la población civil, que se lanzó a los caminos en busca de una salida hacia el sur. Destacaron en los furiosos combates de la tercera decena de julio el jefe letón Kreuger y sus voluntarios; aquí se construyeron su leyenda un conductor de tanques, el general Steiner y un oficial belga de las SS, Leon Degrelle, que combatió con gran valor y fortuna en varias acciones. Para permitir el repliegue de la población civil, unidades enteras pelearon hasta el último hombre, retrasando y ensangrentando el avance soviético: el 368° regimiento alemán de granaderos no tuvo ni un solo superviviente.
En este frente tuvo especial repercusión el atentado que sufrió Hitler el 20 de julio en "la Guarida del Lobo". Como se sabe, Hitler salió indemne del atentado, pero los conjurados creyeron que había muerto y el general Beck se hizo cargo del puesto que ya tuviera en 1938: jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra; en calidad de tal, ordenó al Grupo de Ejércitos Norte que rompiera el contacto con los soviéticos y se replegara. Beck dio esa orden lleno de emoción y quiso dejarlo escrito para la historia:
"Nadie puede saber el giro que tomarán los acontecimientos en las próximas horas. No obstante es cierto que suscitarán el interés de los historiadores futuros. Ordeno, pues, incoar un proceso verbal en el que se relate la orden capital que doy y cuya ejecución puede permitir a la mayor parte del Ejército regresar a Alemania para tomar parte en la defensa de Prusia Oriental. Son las 20,21 horas".
También reinó la emoción en el Estado Mayor de los Ejércitos Norte, pero antes de que hubiera tiempo para tomar una sola decisión, llegó desde Berlín la contraorden: Hitler estaba vivo. Había que defender las posiciones en Estonia. Para que no hubiera dudas, Friessner fue ascendido y enviado al Grupo de Ejércitos Ucrania Sur, cuyo jefe, el fanático Schoerner, recibió el mando del Grupo de Ejércitos Norte. Pero poco podía allí arreglar el fanatismo y la dureza: lo que faltaban eran divisiones, tanques y aviones. A falta de ellos, los alemanes eran poco a poco rechazados hacia el oeste y embolsados contra el Báltico. El 1° de agosto, Bagramian cerraba la bolsa de Tukum, al oeste de Riga, aunque el embolsamiento no fuera muy firme y no resultara agobiante, pues la marina alemana dominaba el Báltico, suministrando adecuadamente a sus ejércitos cercados y manteniendo lejos de sus cañones a los blindados soviéticos.