Época: Barroco3
Inicio: Año 1650
Fin: Año 1700

Antecedente:
Gian Lorenzo Bernini. Estudio y asimilación del antiguo

(C) Antonio Martínez Ripoll



Comentario

Punto culminante de la soberbia maestría de Bernini en cuanto al uso de la luz y el tratamiento de los diversos materiales, sin olvidar la labor de dirección de su escuela, fue la realización de la capilla Fonseca en San Lorenzo in Lucina (hacia 1663-64), para la que ejecutará el busto de Gabriele Fonseca (hacia 1668-75), uno de sus más expresivos retratos parlantes, y la sistematización del puente de Sant'Angelo (1667-71), en donde cambió la balaustrada de mármol por una verja metálica, capturando al paseante con la visualización de los móviles reflejos del agua del río, y dispuso los diez Angeles, con los símbolos de la Pasión, ejecutados según sus diseños por los escultores de su círculo: Guidi, Ferrata, Giorgetti, Morelli, Naldini, Fancelli, Raggi, Lucenti y Cartari, reservándose el Angel con el letrero.Además de la citada Tumba de Alejandro VII (1671-78), en la qué se acusa una mayor simbiosis entre escultura y ámbito arquitectónico, la cumbre entre sus últimas obras es la beata Ludovica Albertoni (hacia 1671-74), en la que con acentuada religiosidad y efectismo teatral mezcla gozo espiritual y pasión sensual. Representada en el momento de su agonía, sobre el altar (convertido así en su sepulcro) de la capilla Altieri, en San Francesco a Ripa, Bernini nos presenta otro cuadro teatral vivo, en donde estudió cuidadosamente los recursos arquitectónicos enmarcantes, los efectos de luz y de las texturas y los colores de los diversos materiales, a los que hace hablar.