Época: Barroco6
Inicio: Año 1600
Fin: Año 1700

Antecedente:
Evolución de los palacios

(C) Jesús Cantera Montenegro



Comentario

Salomon de Brosse es el más antiguo de entre los arquitectos franceses vinculados a las construcciones palaciegas y unificó las ideas precedentes proporcionando un gran avance en la evolución. En una de sus primeras obras, el palacio de Coulommiers, del año 1613, todavía domina la fisonomía de los castillos medievales con altas y poderosas torres en las esquinas. De la misma forma, la planta en U resulta muy cerrada, pues en el lado que hipotéticamente debería estar abierto, hay todavía un ancho pabellón, aunque de menor altura que el resto del conjunto. Aquí se sitúa además la entrada al palacio mediante un templete monumental que tiene sus antecedentes en palacios renacentistas como el de Verneuil, de Jacques du Cerceau el Viejo. Pero tal vez una de las principales novedades, por repetirse luego en otros lugares, está en las columnatas curvas situadas en las esquinas formadas por el corps de logis y las alas laterales del patio, y que ya se habían empleado anteriormente en la Villa Madama de Roma.El palacio de Blérancourt, levantado entre 1614 y 1619, supone un avance importante en la evolución de la tipología. Destaca en él la reducción del volumen a un cuerpo principal que se desarrolla con una planta en H, determinada por un ala alargada con pabellones situados en las esquinas; sin embargo, la planta en U no desaparece del todo y se hace presente en el foso que rodea el palacio y la explanada situada ante él, quedando remarcada la entrada desde el exterior al patio por un puente flanqueado por un par de pequeños pabellones. Pero también se detecta en esta obra un ansia por parte del arquitecto en señalar la fuerza de los volúmenes con las cúpulas cuadradas con que remató los pabellones de las esquinas y los de la entrada, así como también se aprecia una búsqueda de pureza en la ornamentación que se reduce a las columnas que articulan las fachadas.Pero, así todo, su gran aportación en este palacio es el cuidado en el tratamiento de los volúmenes, algo que igualmente se manifiesta en el palacio del Luxemburgo, erigido entre 1615 y 1624 para María de Médicis, que pretendía que la obra fuera semejante al palacio Pitti de Florencia, capricho del que únicamente se le concedió el almohadillado con que se compuso la planta baja. Estructuralmente, el edificio resulta ser una combinación de las fórmulas empleadas en Coulommiers y en Blérancourt, de forma que dispone de un cuerpo principal con planta en H del que arrancan dos largas alas que flanquean un patio cerrado en el cuarto lado con otro pabellón más abajo, en cuyo centro hay una entrada monumental al estilo de la de Coulommiers. La definición de volúmenes queda también reforzada por la disposición de un ático en lugar de buhardillas, con lo que los tejados determinan mejor sus líneas y desaparecen las altas cubiertas de tradición francesa que, sin embargo, aún se seguirán empleando posteriormente en edificios de destacada relevancia.Este palacio tiene también importancia por haber dispuesto en los pabellones de las esquinas una división de los espacios interiores con el clásico appartement que, constando de una habitación mayor, dos menores y un gabinete, será la que se emplee de una manera predominante en los edificios del siglo XVII francés.También fue Salomon de Brosse el autor del Palacio del Parlamento de Rennes, edificio de carácter público erigido en 1618. Frente a lo normal en los palacios franceses se planteó totalmente cerrado en torno a un patio central, lo cual puede venir determinado por su localización dentro de un espacio urbano, e incluso el carácter macizo que así presenta, podría hasta entenderse como una imagen simbólica de la fuerza del Parlamento de una Bretaña ansiosa de autodeterminación y que tantos problemas políticos causó a la monarquía.En la fachada principal, que se constituye como una de las partes más destacadas del conjunto, sobresalen dos minúsculas alas que parecen acoger al visitante. Pero de todas formas, entre la fachada original y la actual se ha producido una fuerte alteración al haberse hecho desaparecer en el siglo XVIII una escalera exterior, dispuesta en el centro de ella y que daba acceso al vano central de la primera planta. Otra novedad original que se detecta en este edificio es la balaustrada situada ante el tejado y que señala una relación con Italia, aunque por contra, el alto tejado sigue manifestando un carácter francés, que de todas formas puede venir obligado por razones climatológicas.