Época: Barroco6
Inicio: Año 1600
Fin: Año 1700

Antecedente:
Evolución de los palacios

(C) Jesús Cantera Montenegro



Comentario

A la par que los grandes palacios campestres o de los alrededores de París, se construyeron dentro de la ciudad distintos hôtels o palacetes por encargo de altos magistrados o elementos de la alta burguesía que fijaron su residencia en los barrios más lujosos, como eran el Faubourg Saint-Germain, el Faubourg Saint-Honoré, el Marais y la Ile Saint-Louis.Con el paso del tiempo, la mayoría han sido destruidos o han sufrido serias alteraciones que ocultan su estructura original, aunque afortunadamente es posible llegar a un conocimiento correcto de ellos gracias a los planos de la época debidos especialmente a Louis Savot, Pierre Le Muet o Pierre-Jean Mariette. Merced a ellos se aprecian las diversas soluciones dadas por los arquitectos a los problemas espaciales con los que se encontraban, así como la evolución operada en la distribución de los interiores.El origen de la tipología general podría remontarse hasta los finales de la Edad Media, en lo que podría ser un ejemplo el palacio de Jacques Coeur en Bourges. Pero el precedente más formal parece ser el diseño de Serlio para la Grand Ferrare de Fontainebleau (1544-1546).Estos palacetes tienen, como los châteaux, bien diferenciados los diversos pabellones que los componen. En esencia se plantean en torno a un patio que está separado de la calle por una sencilla tapia o un ala secundaria en la que se abre una porte cochére. Flanquean el patio otras dos alas más importantes y al fondo se sitúa el pabellón principal -el corps de logis- donde se dispone la entrada al interior del edificio remarcada por un ressaut. Constan además estos conjuntos de un pequeño jardín al que, con frecuencia, asoma una galería situada en el primer piso, así como de un patio de servicio para acceso a los establos y a la cochera.Ahora bien, al construirse estos edificios en un ámbito urbano, se encontraban los arquitectos con el condicionante de la irregularidad de las parcelas, por lo que hubieron de dar buena muestra de su ingenio para adaptar el esquema ideal al terreno de que disponían. Uno de los mayores problemas con que se enfrentaron fue el de la imposibilidad de conseguir el eje ideal que enlazaría la entrada desde la calle con el frontispicio del corps de logis a través del patio, y su continuación hacia el jardín. Por ello, al verse obligados a desplazar las diversas partes de que constan los hôtels, buscaron la mejor forma de ligar los diversos ejes secundarios.En el Hôtel Liancourt, Salomon de Brosse y Jacques Lemercier dispusieron el patio principal y el secundario paralelos, y al fondo, ocupando la anchura de ambos, el jardín. Como era imposible el eje único, hicieron el corps de logis sin entrada, la cual situaron al fondo del ala izquierda del patio que daba acceso a una escalera tras las que se dispuso un vestíbulo que ahora sí quedaba centrado en la fachada al jardín.En el Hôtel de Bretonvilliers, comenzado por Jean du Cerceau pero probablemente terminado por Louis Le Vau, se situó la entrada en el centro del corps de logis donde un vestíbulo daba acceso directo al jardín situado detrás; sin embargo, al tener éste mayor anchura que el patio, la salida quedaba descentrada, por lo que se dispuso otra a su lado para así lograr un equilibrio.François Mansart hizo en el Hôtel de la Vriffière el que será el modelo de hôtel durante mucho tiempo. En el patio, las tres alas tienen la misma altura en los pisos, pero la diferencia de rango entre unas y otras se señala por las alturas de los tejados. Como tampoco tuvo la posibilidad del eje directo buscó una solución semejante a la de Bretonvilliers, situando para ello un vestíbulo en el centro del corps de logis con salida al jardín, y otra salida desde otro lugar para evitar el descentramiento. También fue muy importante en este hótel por la trascendencia que posteriormente tuvo la construcción de un largo pabellón asomado al jardín, en el que el piso bajo se destinó a invernadero y el superior a galería.El mismo François Mansart construyó el Hôtel du Jars en un solar. sumamente estrecho, de forma que, para rentabilizar al máximo el espacio, dispuso en el corps de logis las habitaciones en dos filas paralelas, aprovechando así la profundidad ante la escasez de anchura, y dando al mismo tiempo origen al apparternent double que será empleado en casi todos los hôtels posteriores. Por otro lado, dada la doble fila de habitaciones del corps de logis, el descentramiento del eje del edificio quedó absorbido al no ser ya directo.Louis Le Vau tiene una de sus obras cumbres en el Hôtel Lambert, comenzado en 1640 y finalizado antes de 1644. Construido para Jean-Baptiste Lambert en la Ile Saint-Louis, hubo de adaptarse a un solar de planta un tanto complicada por tener poca profundidad frente a una gran anchura, para lo cual situó el jardín no en la parte trasera, sino en paralelo al patio. En las alas laterales de éste dispuso las habitaciones principales, dejando el fondo para la entrada, señalada con un frontispicio de triple hueco y dos pisos. Tras la entrada había una escalera que conducía a la planta superior, donde un eje lateral llevaba a un vestíbulo que daba paso a una galería. Esta, por un lado, asomaba al jardín y por el fondo, con planta semicircular, estaba abierta al río con un efecto ilusionista que aparentaba que se estaba navegando por él. La fachada al jardín, compuesta por dos pisos y ático, se articula con un orden gigante de pilastras jónicas que tal vez resultan excesivamente grandes para las dimensiones del lugar, pero que tenían un sentido efectista pues estaban pensadas para ser vistas desde lejos, desde la orilla del río frente a la isla.En el Hôtel de Beauvais, Antoine Le Pautre construyó entre 1652 y 1655 el que sin duda presenta la solución más ingeniosa por la mala disposición del solar. Mme. de Beauvais había comprado dos solares que asomaban, uno a la rue Saint-Antoine y el otro a la rue de Jouy, teniendo numerosos entrantes y salientes y ningún lado paralelo.La solución que dio consistió en situar un corps de logis de gran profundidad asomado a la rue Saint-Antoine, con tiendas en la planta baja y una puerta para carruajes en el centro; ésta, a través de un largo pasillo conducía a un vestíbulo circular para subir o bajar del coche, disponiendo la escalera a la izquierda. Más allá del vestíbulo estaba el patio, con una planta adaptada a las posibilidades del espacio de que disponía y en cuyo fondo se situó la cochera. Sobre ésta se dispuso una pequeña terraza y una capilla. A la derecha del patio, un pasillo conducía a la rue de Jouy, situándose allí los establos y por encima de éstos, la galería y un pequeño jardín colgante.