Época: Anzio/Cassino
Inicio: Año 1943
Fin: Año 1945

Antecedente:
La caída de Mussolini

(C) Victor Nieto y Alicia Cámara



Comentario

Con posturas más o menos radicales, los jerarcas en su mayoría reprochan a Mussolini el sometimiento de Italia a la voluntad del Führer. La pertenencia a la alianza que une a Roma con Berlín se ha convertido para aquella en una actitud suicida.Los altos mandos intentan convencer, sin éxito alguno, a Mussolini para que efectúe una reversión de alianzas y se acerque a los aliados, que ya se anuncian como futuros vencedores en la contienda.El estado de ánimo de la población, profundamente descontenta ante el racionamiento efectuado por miembros del partido, servirá a los notables como coartada de apoyo a sus pretensiones ante el Duce. Entre ellos, el conde Ciano, yerno de Mussolini y recientemente destituido como ministro de Asuntos Exteriores, se ve ya a sí mismo ocupando el puesto de su suegro en una Italia pacificada. Obviamente, esta visión suponía el mantenimiento del régimen vigente, además de la benevolencia y aun el apoyo de los aliados anglosajones.A la oposición de signo obrero, manifestada en la oleada huelguista vendrá a unirse la también mantenida en la sombra por los niveles burgueses. En previsión de un próximo vuelco en la situación, estas fuerzas de clase media constituirán el Partido d'Azione, como representante de sus intereses y pretensiones.Buena parte del clero católico va adaptándose, al igual que la burguesía, con la que había formada una sólida base de apoyo al régimen, a las circunstancias que aconsejan una profesión de fe democrática. Pero los verdaderos antifascistas, víctimas de la represión durante veinte años, precisan de esas fuerzas, y la unión con ellas no se hace esperar.Con la mención de la figura del rey Víctor Manuel III, ya están presentes en escena los dos elementos principales en el drama de la destitución del Duce. Altos jerarcas del partido y elementos de las clases tradicionalmente dominantes, representadas por el monarca, serán quienes interpreten los dos actos de lo que el general De Gaulle, en sus memorias, calificó acertadamente de "golpe teatral".