Época: XX22
Inicio: Año 1960
Fin: Año 1970

Antecedente:
El pop americano

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

El expresionismo abstracto había dado una nueva escala a la pintura; la imagen impresa, la planitud, y la publicidad, los temas. De este cóctel salen los Grandes desnudos de Tom Wesselmann (1931), gigantescas madonnas modernas a las que adorar enteras o por partes -eso sí, las partes principales-. Con el recuerdo de Matisse en la simplificación de colores, la planitud y la sensualidad; Wesselmann empieza por hacer una serie de collages (Pequeño gran desnudo americano, en 1961), jugando con el término gran que se aplicaba al sueño y a la novela americana. En busca de otra escala realiza los Grandes desnudos en los años sesenta, que a veces lleva a las tres dimensiones. Con telas superpuestas en varios planos, colores lisos y formas simplificadas al máximo, hace una imagen que resume las aspiraciones de la sociedad de consumo tal como las presenta la publicidad o el cine, por medio de metonimias: gruesos labios rojos, dientes blancos, melenas rubias, pechos enhiestos, un cigarrillo humeante -que, sin duda, cogerán unas manos de uñas recién pintadas-, un kleenex -de usar y tirar, como la chica y el cigarro- y una naranja, redonda, jugosa, sensual y decorativa.Wesselmann fabrica también assemblages de tamaño natural, como los Cuartos de baño, de 1963, en los que a la pintura se unen objetos de verdad: sus grandes desnudos pintados aparecen junto a botes de champú o laca de uñas, cortinas y toallas de baño de verdad, o se dejan ver por una puerta abierta, como para los ojos de un voyeur. Wesselmann, con el empleo de todos estos objetos de mal gusto, se muestra próximo a uno de los nuevos realistas, Martial Raysse y su playa: es el apoteosis -y la miseria- del mundo moderno, americano y funcional.